Las quejas vecinales obligan a aplazar cinco días los cambios en las líneas de autobús

La gran reforma del transporte urbano ovetense

 El municipio cierra in extremis la negociación con más de una decena de asociaciones ciudadanas y planea buzonear los nuevos mapas de TUA

Lne. .2014 | 00:49

 La ovetense Maite Méndez consulta las nuevas líneas en la parada de Marqués de Gastañaga. CÉSAR LINERA  Fotos de la noticia

E. VÉLEZ El llamado popularmente "día del gran follón" será el miércoles. El municipio ha aplazado cinco días la puesta en marcha de las nuevas líneas de autobús -prevista en un principio para mañana- ante los numerosos cambios que la concejalía de Transportes tiene que hacer en los trayectos urbanos para satisfacer las demandas de más de una decena de asociaciones vecinales. Lo anunció ayer el edil responsable del área, Gerardo Antuña, tras una maratoniana jornada de reuniones matutinas y vespertinas con representantes de Las Caldas, Olivares, Trubia, Fitoria, San Lázaro, San Claudio, Naranco, casco antiguo, El Cristo y Buenavista, la Federación de Asociaciones de Vecinos (FAVO) y el comité de la empresa concesionaria de los autobuses urbanos de Oviedo, TUA (Transportes Unidos de Asturias). En realidad, fue el último día de un período de negociaciones sin precedentes, y de cerca de diez jornadas, entre el Ayuntamiento y los ciudadanos, futuros usuarios de las líneas de la A a la O.

 

Los técnicos se afanan en ultimar los detalles de cada itinerario, renovar las marquesinas y los postes de la ciudad -que tendrán letras en lugar de números- y en llegar a tiempo para imprimir los miles de folletos y mapas de las líneas. Así, algunas paradas lucen desde hace varios días pegatinas del sistema alfanumérico. Por ejemplo: K1 y K2. Es decir, la letra que designa la línea (en este caso la que circulará entre Latores y la plaza de América), y el número que sirve para identificar el sentido del trayecto.

El cambio -el mayor que ha sufrido el transporte urbano en los últimos treinta años- será tan radical que el Ayuntamiento baraja la posibilidad de hacer una campaña informativa en los barrios que incluya el buzoneo de los mapas de TUA y las indicaciones de guías a pie de calle.

El concejal de Transportes insiste en que no existen equivalencias entre las líneas de autobús utilizadas hasta el momento (de la L1 a la L16) y las que recorrerán el concejo a partir del miércoles 20 de agosto (de la A a la O). La explicación reside en que el itinerario de la A no será el mismo que el de la L1, el de la B será diferente al de la L2, y así sucesivamente. "Si hubiésemos decido mantener el sistema numérico, el caos entre los usuarios estaría servido porque se darían cuenta de que los recorridos han cambiado por completo. Es mejor empezar de cero", matiza Antuña. Las novedades se extienden a los precios. Cuando Oviedo se integre en octubre en el Consorcio de Transportes de Asturias (CTA) el billete costará 15 céntimos más que ahora: 1,20 euros. A pesar de la subida, viajar en autobús por el municipio seguirá siendo más barato que en Gijón o en Avilés, ciudades en las que el billete cuesta 1,25 euros y 1,50 respectivamente. De momento, los viajeros dispondrán de un billete ordinario a 1,05 euros, un bono de 10 viajes a 8,70 euros, el de pensionista a 7,20, el universitario a 7,70 y una tarjeta por 42 euros al mes con la que se podrán hacer transbordos.

Los vecinos de la falda suroeste del Naranco, a los que les pertenece la línea de autobús O (entre Lubrió y la plaza de América), se quedarán sin una parada en Puente Gallegos, que era una de sus principales quejas sobre el nuevo servicio de transporte urbano. Los técnicos del Ayuntamiento achacan su decisión a un "problema de seguridad en carretera" porque los vehículos de TUA (Transportes Unidos de Asturias) no podrían pasar "con todas las garantías" por la vía de acceso a Puente Gallegos. Así lo asegura el concejal de Transportes, Gerardo Antuña, que ha mantenido varias reuniones con los representantes de los más de 800 residentes de pueblos como Lubrió, Rodiella, La Vega, Fabarín, Malpica, Requejo, Ponteo, Llampaxuga, Llano, Villamorsén, La Trapa, San Lázaro, Paniceres y Villamar. Sin embargo, el municipio sí ha accedido a incluir una parada cerca del centro de salud de Las Campas, al que acude gran parte de los habitantes del Naranco. La línea O es el resultado de la fusión de las actuales L6 y L16, y cuando la nueva red de transporte urbano entre en funcionamiento, tendrá una frecuencia de dos horas.

La red municipal de autobuses mantendrá catorce líneas y no trece, tal y como anunció inicialmente el Ayuntamiento a través de la concejalía de Transportes. Este cambio de último momento es el resultado de incluir la línea G -que no existía en el plan original- para satisfacer los intereses de los vecinos de Las Caldas. Así, los autobuses de la letra G harán el trayecto Puerto-Montecerrao pasando por Las Caldas y sin atravesar Olivares, que era lo que demandaban los vecinos, a los que antes de este acuerdo les correspondía la línea A -la más larga de todas- y que ahora cubrirá el itinerario: Centro Asturiano-centro urbano-Campillín-San Lázaro-La Manjoya-Centro Médico-Llamaquique.

Además, los habitantes de Las Caldas, han conseguido reducir notablemente la duración del viaje. Según sus cálculos, el recorrido desde Puerto hasta la calle Uría en la ya descartada línea A hubiese durado cerca de una hora y veinte minutos, mientras que gracias a la introducción de la letra G será de unos 40 minutos.

Las reclamaciones de los vecinos de Olivares también han dado sus frutos. El municipio ha accedido a transformar el itinerario de la línea B, de forma que dentro de cinco días cubra el trayecto, Olivares-centro de Oviedo-Fitoria, sin necesidad de dar un rodeo por otros barrios de la ciudad

Los únicos ovetense que no han obtenido respuesta del Ayuntamiento han sido los habitantes de la parroquia de Naves, que solicitaron hace una semana formar parte del mapa de autobús urbano de TUA (Transportes Unidos de Asturias) "ante un recorte de los servicios que presta la empresa Alcotán" y que, según la Asociación de Vecinos de San Pedro de Naves y la Asociación Cultural "El Comiciu", han reducido desde marzo el paso de los autobuses por los pueblos de Llaneza, Cortina, Llano del Río, Polleu y Bendones, "dejando en la mínima expresión" los servicios diarios y de fin de semana, con horarios "que no coinciden con la necesidades laborales ni escolares". El concejal de Transportes, Gerardo Antuña, asegura que el Ayuntamiento debe ceñirse al plan de autobuses urbanos aprobado hace años "y del que Naves no formaba parte". Las dos asociaciones enviaron un escrito al alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, para solicitarle que los autobuses de Oviedo pasen por sus pueblos o bien que inicie una negociación con el Consorcio de Transportes.