Según denuncia el SIMPA
Más de 500 resonancias y escáneres se acumulan en el HUCA a la espera de diagnóstico
Son pruebas que se han realizado por la tarde en el nuevo hospital, pero que aún no disponen del informe del radiólogo
LAURA FONSECA | GIJÓN, en El Comercio.
Al nuevo HUCA se le acumulan los problemas. Pero esta vez no por fallos informáticos o deficiencias que se vienen observando en el nuevo edificio desde su apertura, hace casi tres meses, sino por lo que parece ser carencia de personal. El área de radiodiagnóstico tiene más de 500 resonancias y escáneres 'en sus cajones' a la espera de diagnóstico. Se trata de pruebas ya realizadas a los pacientes cuyos resultados aún se desconocen y que, por tanto, tampoco pueden dar lugar al inicio de un tratamiento en el caso de que la situación del enfermo así lo requiriese. El hecho ha sido sacado a la luz por el Sindicato Médico (Simpa), que afirma que la Consejería de Sanidad, en «su afán por 'maquillar' las demoras, ha empezado a citar a pacientes que están en lista de espera para que sean sometidos a escáneres y resonancias por la tarde». El enfermo, tras aguardar meses (algunos, llevan esperando un año para un TAC o una resonancia) «cree que su caso está resuelto, pero resulta que cuando va al especialista, los resultados de su prueba no aparecen y tiene que volver a ser citado», señala Ángel Colmeiro, responsable de Atención Especializada del Simpa.
Las más de 500 pruebas a las que se refiere este facultativo fueron realizadas en el nuevo HUCA, en La Cadellada, a lo largo de julio y agosto. La mayoría se encuentra pendiente de ser informada (leída) por un radiólogo, algo que no se «sabe cuándo ocurrirá porque el personal no da abasto», explica Colmeiro. Hasta ahora, el área de radiodiagnóstico solía disponer de dos radiólogos de tarde que se encargaban de ese trabajo (uno al frente de la resonancia y otro en el escáner). Pero el hospital ha decidido abrir una sala más (con dos aparatos), con el fin de reducir las demoras, y lo ha hecho sólo con personal técnico (no médico). De esta forma, las pruebas que se llevan a cabo en esta sala, en la que no hay un radiólogo asignado, van a parar a un listado 'pendiente de informar'. El hospital pretende que las pruebas las informen «al día siguiente otros radiólogos, pero éstos ya están a tope con la labor asistencial del día, por lo que no disponen de tiempo material para asumir ese trabajo», alerta Colmeiro. De momento, se estima que son poco más de 500 las pruebas que están en esta situación de impasse, pero «si el problema no se solventa habrá muchas más en poco tiempo. Hablamos de pacientes que se someten a controles anuales o semestrales, algunos de ellos, oncológicos», dice el Simpa.
En el HUCA hay de momento funcionando tres de escáneres y tres resonancias magnéticas, una ellas, abierta. Por la tarde, dos de estos aparatos hacen pruebas bajo la presencia de un radiólogo, y otros dos, no. De media, cada tarde se llevan a cabo entre 15 y 23 técnicas por equipo. El Simpa no sólo critica la demora añadida al enfermo, sino también el descenso en la calidad del servicio. Porque al carecer de un radiólogo que presencie y dirija el escáner «no hay quien indique si es necesario ampliar la prueba o tomar otro corte, algo que ocurre muchas veces y que le da mayor fidelidad al examen».
Finalmente, y en relación a la nueva filtración de agua que vivió el recinto de La Cadellada tras la tormenta del pasado domingo, la Consejería de Sanidad evitó ayer pronunciarse ni dar explicación sobre los motivos de este nuevo fallo.
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