El Principado alquila por 150.000 euros anuales la antigua "embajada" en Bruselas

El edificio, ubicado en el centro de la capital belga y cercano al barrio europeo, albergará las oficinas de una discográfica

Aspecto que presenta la fachada actualmente, con el cartel de la inmobiliaria que gestiona el alquiler en una de las ventanas. Fotos de la noticia

Lne. 30.12.2014 | 03:54 M. J. IGLESIAS

El Gobierno asturiano cierra el año con un problema menos. El Consejo de Gobierno autorizó ayer la firma del arrendamiento por cinco años del edificio que hasta 2011 albergó la sede de Asturias en Bruselas, con una superficie útil de 2.722,71 metros cuadrados, en el que hubo hasta un restaurante, llamado Paca y Tola, del que hasta hace poco aún quedaba una pizarra con un menú pintado, escrito en francés.

A partir del 1 enero el edificio, que antes de pasar a manos de Asturias, en 2001, albergó el periódico "Le Peuple", dará cobijo a las oficinas de la empresa PIAS Group, una discográfica independiente implantada en todo el mundo, que pagará al Principado en concepto de alquiler una renta anual de 150.000 euros. Los nuevos inquilinos asumirán los gastos derivados de impuestos y tasas, así como los de adecuación y mantenimiento, gesto que liberará a las arcas del Principado de un gasto que soportan, sin ninguna contrapartida, desde hace tres años, cuando el Gobierno de Álvarez-Cascos cerró la antigua "embajada" de la región en la capital de Europa y trató de venderla, sin éxito. El actual Gobierno socialista también ha trabajado para desprenderse de la edificación, y ante las dificultades para encontrar comprador se ha decantado por el alquiler, aunque sin perder de vista el objetivo prioritario, que es la venta del inmueble, para lo que continúan llevándose a cabo las gestiones precisas. En esa misma línea, el Ejecutivo precisó ayer que la fórmula del alquiler permite "no sólo rentabilizar económicamente el inmueble sino también hacerlo más atractivo ante potenciales compradores, que en el mercado inmobiliario actual suelen ser inversores a medio o largo plazo que prefieren inmuebles sujetos a arrendamientos que garanticen unos ingresos fijos".

Lo cierto es que la imagen de decrepitud se adueñó en estos últimos años de la edificación, asentada en la calle Saint Laurent, que de edificio "lleno de vida", como lo calificaba el expresidente del Principado Vicente Álvarez Areces, pasó a local semiabandonado, en el que el deterioro se acentúa más aún con detalles como las cartas y folletos metidos por debajo de la puerta de acceso, sobre una moqueta a la que la aspiradora dejó de visitar hace mucho.

El edificio es un magnífico exponente del Movimiento Moderno Belga. La fachada actual data de 1931, año en el que Fernand y Maxime Brunfaut llevaron a cabo el proyecto de ampliación con fachada a la rue Saint Laurent. En 1968 el periódico pasó a manos del Partido Socialista, que lo rehabilitó sin respetar la fachada principal. En 1978 quedó abandonado el edificio y tras varias tentativas de demolición, paralizadas por manifestaciones públicas, se consiguió la protección de la fachada principal de los Brunfaut y la fachada de Richard Pringiers, discípulo de Victor Horta, a la Rue les Sables.