Y seguimos con recorridos por parte de los problemas del HUCA
Las numerosas averías de las modernas camas del HUCA: se estropean por desenchufarlas para cargar el móvil
Son las mismas que las de ’Doctor House’ y cuestan 1.800 euros por unidad, pero si se mantienen demasiado rato sin energía eléctrica se bloquean y hay que enviarlas a reparar
Los trabajadores alertan de grandes distancias en La Cadellada. De Urgencias al bloque de hospitalización hay 358 metros, a Consultas 317y a Hemodinámica, 340
Laura Fonseca, Gijón, en El Comercio.
Camas eléctricas hipermodernas. Con mando de posición incorporado en los laterales que permite al enfermo buscar la postura más cómoda para su convalecencia. Más reclinada, menos, con el respaldo recto, con las piernas un poco elevadas. Por tener, tienen hasta una alarma que salta cuando se le retira el freno que actúa como dispositivo de seguridad y disponen de diferentes modos de uso para el colchón. Las opciones son múltiples y poco tienen que ver con las vetustas camas a manivela que había en El Cristo. Pero en el nuevo HUCA las camas eléctricas, cuyo coste ronda los 1.800 euros por unidad, y que son las mismas que se ven en la serie del Doctor House, traen de cabeza a la dirección del hospital. También al personal de mantenimiento que no da abasto en reparaciones. Hasta el segundo subsuelo de La Cadellada, donde está el taller, llegan todas las semanas entre cinco y seis camas averiadas.
Las 1.057 ‘Hill-Rom’ que adquirió Gispasa por valor de 2,5 millones de euros (la cifra incluye también las mesillas y camas especiales) se estropean con más frecuencia de la deseada. Tanto, que el HUCA tuvo que bajar varias del viejo hospital ante el pico de gripe que obligó a reconvertir en dobles las habitaciones individuales en La Cadellada.
Muebles del viejo HUCA almacenados en los bajos de La Cadellada, donde hay documentación de pacientes a la vista.
Pero, ¿por qué se averían estas camas tan avanzadas? Responsables del taller han explicado a EL COMERCIO que «es un problema de mal uso». Al parecer, muchos familiares de enfermos las desenchufan «para cargar sus dispositivos móviles. Luego se olvidan de volverlas a conectar y se acaban averiando»… (leer más)
0 comentarios