A poco que se profundice en el tema con cierto rigor se concluirá que todo esto son daños colaterales de la nula capacidad/celeridad de la administración en hacer OPEs, traslados y reconocimiento de especialidades; los dos primeros por la cantidad y el tercero por la calidad.
Los traslados de enfermería preludian un éxodo de hospitales a centros de salud
El concurso de movilidad, el primero en siete años en Asturias, afecta a 707 plazas, de ellas 181 pertenecientes a la red de atención primaria
Foto.- Miembros del equipo de enfermería del centro de salud de Contrueces (Gijón).
07.10.2015, Pablo ÁLVAREZ El éxodo parece inevitable. El Servicio de Salud del Principado (Sespa) acaba de convocar el esperado concurso de traslados de enfermeros. El primero en siete años. En la amplísima oferta de plazas -707 en total-, figuran 181 de centros de salud, sin duda las más deseadas por los profesionales. La antigüedad será el único criterio que se tenga en cuenta a la hora de contabilizar los méritos. Desde los sindicatos sanitarios se da por sentado que el personal de enfermería de los hospitales se lanzará en masa a por esas plazas. Sin ir más lejos, en el último concurso-oposición de enfermeros -muy numeroso, pues se convocaron 472 plazas-, finalmente no se ofertó ninguna de atención primaria, para decepción de los concursantes. También se registrarán, obviamente, desplazamientos de unos centros de atención primaria a otros.
Al margen de las repercusiones sobre los profesionales, habrá que ver cómo incide este movimiento sobre la asistencia que se presta a los pacientes en los centros sanitarios públicos. El panorama global será un amplio grupo de enfermeros que, al menos en un primer momento, deberán desempeñar una tarea en la que no están rodados. Las plazas que dejen libres los enfermeros de los hospitales serán ocupadas por colegas que, en algunos casos, no estarán familiarizados con sus cometidos. Lo mismo les sucederá a los enfermeros de hospital que recalen en primaria.
Existen precedentes: semanas atrás, en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) se hizo necesario aplazar algunas operaciones de cirugía cardíaca debido a que determinadas enfermeras de quirófano especializadas en esta disciplina habían sido desplazadas de sus puestos como consecuencia del ya citado concurso-oposición.
A priori, este desajuste entre el personal de enfermería y sus funciones puede ser más acentuado en los hospitales, donde una porción de las plantillas dispone de una especialización específica. Fuentes sindicales consultadas ayer por LA NUEVA ESPAÑA realizaron dos puntualizaciones a este respecto. La primera, de tono reivindicativo: "Es responsabilidad de la Administración sanitaria que la plantilla tenga la formación que exige el desempeño de sus responsabilidades". La segunda, más conciliadora y tranquilizadora: "En casos así, funciona ejemplarmente la solidaridad entre compañeros, y este caso no va a ser una excepción"… (leer más)
Unas plazas muy deseadas, sin turnos, que permiten conciliar trabajo y vida familiar
07.10.2015, P. Á., en La Nueva España.
¿Por qué los centros de salud tienen más tirón que los hospitales entre los enfermeros? Pueden darse dos respuestas básicas, una de carácter personal y otra de índole profesional. La primera, porque para una enfermera trabajar en un centro de salud facilita enormemente la conciliación de trabajo y familia. En primaria no se trabaja a turnos, no se hacen noches ni fines de semana, se hacen pocas guardias. Las ventajas para la enfermera y su familia, en comparación con el trabajo en los hospitales, son muy notables.
La cuestión profesional también cuenta. Una enfermera de atención primaria tiene mucha libertad para planificar su trabajo. Por supuesto, debe coordinar su trabajo con el del médico, pero puede manejar su consulta, aplicar sus criterios y poner en marcha iniciativas propias. Marta Villamil, presidenta de la Sociedad de Enfermería de Atención Primaria de Asturias (Seapa), apunta una perspectiva complementaria: "Quien no conoce mucho la enfermería de primaria piensa que se trabaja menos y que los horarios son mejores, pero esa percepción se ha quedado muy anticuada. Ahora tenemos una especialidad, en virtud de la cual hacemos muchas cosas y tenemos unas competencias definidas". Añade Villamil que "en primaria necesitamos gente competente que sepa a lo que viene".
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