Aunque aún se está lejos de lograr los objetivos propuestos
Asturias implanta un trato más humanizado en los partos
La estrategia implantada en 2010 logra reducir el porcentaje de cesáreas y de alumbramientos con incisión y mejorar los estándares de lactancia materna
Susana D. Machargo, en ASTURIAS24
Baja el porcentaje de cesáreas y de partos con incisión quirúrgica pero la medicalización de los alumbramientos en Asturias sigue siendo alta. Esa es la conclusión de un estudio realizado por el Servicio de Salud del Principado (Sespa), en el que se analiza el resultado de la implantación de las directrices de la Estrategia de atención al parto normal en los hospitales públicos, que se inició en el año 2009 tras la firma de un convenio con el Ministerio de Sanidad. Su objetivo era cambiar la práctica clínica, para ofrecer a las embarazadas y a sus bebés una atención más humanizada, reduciendo el intervencionismo. Se ha cumplido solo a medias. El informe reconoce que existen grandes diferencias entre hospitales y que todavía se tienen que reducir algunas prácticas, como la inducción al parto con oxitocina. Entre los aspectos más positivos, está el aumento exponencial de recién nacidos que se alimentan en exclusiva de la leche materna --seis de cada diez--, la adquisición de camas de partos que permiten el desarrollo del proceso en postura distinta a la litotomía y el contacto piel con piel en el paritorio.
Otro aspecto importante de este trabajo de investigación es el que desarrolla el perfil de las madres. La conclusión que extrae de su edad, del poder adquisitivo y del nivel de estudios es que "las mujeres asturianas preparan su autonomía económica con antelación a la maternidad; en contrapartida la población de madres envejece, como ocurre en el resto de Europa". Los datos lo corroboran. Las embarazadas asturianas son mayoritariamente maduras. El 76 % superan los 30 años y el 41 %, los 35. Para casi seis de cada diez, se trata de su primer hijo. Además, el 93% tienen estudios de grado medio y el 40%, estudios universitarios. Ocho de cada diez están incorporadas a la vida laboral y nueve de cada diez están casadas o viven con su pareja. Esto implica que solo una de cada diez afronta la maternidad en solitario.
La memoria
Este trabajo toma como referencia el año 2010 y extiende hasta el 2014. En ese último ejercicio, el número de partos diarios en los hospitales del Principado era de 16 y el número de matronas de 72. Con la implantación de la estrategia de atención al parto normal, la cifra de cesáreas cayó en los primeros años pero volvió a repuntar ligeramente. Según los últimos datos, se practica en casi dos de cada diez nacimientos. Sin embargo, esta es la media regional. Pero existen fuertes fluctuaciones en función de los hospitales y oscila entre el 24% de Cangas del Narcea y el 17% de Cabueñes. El centro gijonés ronda el estándar que se considera deseable.
Los partos instrumentales o instrumentalizados son aquellos en los que es necesario utilizar elementos externos, como los antiguos fórceps o las ventosas. En este caso ha habido un ligero repunte en el periodo de cuatro años, al pasar del 21% al 23,76%. En cuanto, a la cifras de alumbramientos en los que se usa oxitocina para la dilatación se mantiene estable. No han sido capaces de reducirla. Sí han bajado el parto con episotomía, que es el que requiere de una incisión quirúrgica para agrandar la abertura vaginal. En este caso, ha pasado del 45% al 34%, aunque aún están lejos del objetivo, que es del 15%. También en este apartado existen grandes diferencias entre hospitales. En esta ocasión, los peores estándares los registra Cabueñes. Casi la mitad de las parturientas son sometidas a la intervención. Por el contrario, en el HUCA solo son dos de cada diez. No obstante, el nivel óptimo es del 15%.
Dos de las prácticas recomendadas que han logrado generalizarse son el inicio precoz de la lactancia materna desde el paritorio y conseguir la lactancia materna en exclusiva hasta el alta. La primera está en el 45% y la segunda en el 63%. Sin embargo, vuelve a esta lejos del objetivo, que se sitúa en el 80%.
En cuanto al papel de la matrona, la estrategia trata de potenciarlo. Destaca especialmente la situación de los hospitales docentes (HUCA y Cabueñes), que están formando a los Obstetras, Matronas, Pediatras, Enfermeras y Anestesiólogos del futuro. En la actualidad, las matronas atienden seis de cada diez nacimientos.
Los hospitales mejoran la atención al parto, pero suspenden en aspectos de humanización
Recurren en exceso a la oxitocina para acelerar la dilatación y también hacen más episotomías de las aconsejadas
L. FONSECA, GIJÓN, en El Comercio.
Los hospitales asturianos han mejorado en la atención al parto pero suspenden en muchos aspectos relacionados con la humanización del propio acto de dar a luz. Los paritorios hacen menos cesáreas (se pasó del 21 al 19%) y promueven más el contacto piel con piel nada más producirse el nacimiento, dos aspectos en los que se ha avanzado de forma positiva. Sin embargo, están bastante lejos aún de las tasas que se aconsejan en otras prácticas consideradas agresivas como son el uso de la oxitocina que se emplea para dilatar e inducir al parto. En esto no consiguen el aprobado, al igual que ocurre con las episotomías (un corte que se realiza entre la piel y los músculos que hay entre la vagina y el recto), que se practican en exceso. Lo ideal es que este corte no se lleve a cabo en las embarazadas si no es estrictamente necesario. Las guías de buenas prácticas aconsejan no superar el 15% de casos, pero en Asturias se hace hasta en un 35% de ocasiones.
El informe de 'Atención sanitaria al parto y al nacimiento en los hospitales del Sespa' elaborado por la Dirección de Salud Pública recuerda que Asturias se sumó en 2009 a la Estrategia Nacional de Atención al Parto «cuyo objetivo era cambiar la práctica clínica para ofrecer a las gestantes y a sus bebés una prestación más humanizada, reduciendo el intervencionismo innecesario y en ocasiones contraproducente».
En estos seis años, «se ha mejorado mucho en algunas prácticas, pero en otras no hubo cambios positivos», señalan. Muchos de los aspectos que quedan por modificar, advierten los autores del trabajo, «requieren de voluntad de hacerlo y tiempo de rodaje». El estudio monitoriza ocho aspectos: cesáreas, partos instrumentales, inducción al parto, episotomía, manejo del dolor, cuidados al recién nacido, organización al parto y autonomía en planes de alumbramiento. En ninguno de ellos, los hospitales cumplen con los niveles óptimos. Solo se acercan algo en las cesáreas, presentes en un 19% de partos frente al 15% que se aconseja.
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