La Junta de Personal del área III pide un protocolo para el cierre de unidades en el periodo estival
El personal del Hospital critica la «improvisación» en el cierre de plantas
La política de ahorro afecta ya a seis unidades, que totalizan 134 camas
Foto: Miembros de la junta de personal del área sanitaria III, en una pasada reunión
F. L. JIMÉNEZ, en La nueva España
El cierre, efectivo desde hoy, del ala norte de la sexta planta del Hospital San Agustín (destinada a pacientes de Medicina Interna y Neurología) ha reavivado las quejas de los trabajadores del centro sanitario por la «improvisación» con la que se afronta este tipo de procesos en los últimos meses. La junta de personal critica las molestias que se causan a los trabajadores y a los pacientes cada vez que se decide la clausura temporal de una unidad del hospital y el «nulo interés» en corregir esa situación. El gerente, Alfonso Flórez, niega la mayor y asegura que ya existe un protocolo de actuación referido al cierre de plantas, por lo que las protestas de los trabajadores «carecen de fundamento».
En lo único que están de acuerdo la dirección del centro y los representantes de los trabajadores es en dar por sentado que cuando los índices de ocupación de una unidad hospitalaria destinada a ingresos son bajos, procede cerrarla y recolocar a los pacientes. La gerencia se guía por criterios economicistas en un momento de contención presupuestaria y los miembros de la junta de personal aseguran que no les corresponde a ellos enjuiciar esas decisiones, pero sí sus consecuencias.
En lo que va de año, según los sindicatos sanitarios, ya se han cerrado la tercera planta sur (Hematología y Ginecología), la cuarta planta sur (pensada para descongestionar otros servicios en caso de puntas altas de ingresos) y el hospital de corta estancia quirúrgica. Ahora se añade la sexta planta norte. En total, 134 camas y medio centenar de trabajadores afectados, más los correspondientes pacientes reubicados. Los médicos especialistas también ven alterada su rutina, pues en algunos casos los enfermos se dispersan por otras plantas y, por ejemplo, en el caso de los pacientes de Neurología se ven afectados protocolos pensados para ser aplicados por grupos.
«Lo único que pedimos al gerente es elaborar un protocolo que permita a los trabajadores saber de forma anticipada cómo le puede afectar el cierre de una planta e, incluso, un plan que permita saber de forma previa qué servicios serán los próximos en verse afectados por ese tipo de medidas. En este sentido tampoco estamos de acuerdo con que los cierres se prolonguen más de dos meses; deberían de ser rotatorios», expone el presidente de la junta de personal, David Martínez, de Cemsatse. La junta de personal solicita también la revocación de las órdenes de cierre de las plantas cuando el por centaje de boxes desdoblados en Urgencias por falta de camas para ingresos supere el 30 por ciento.
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