Es evidente que la variabilidad es el principal enemigo de la planificación, pero primero habría que reducirla en los centros públicos para no contagiar a los concertados
Cruz Roja busca el apoyo del Sespa para fijar «una actividad más regular»
El hospital gijonés tuvo que contratar personal en diciembre para hacer frente a las necesidades quirúrgicas
Foto: Carlos Prieto Fernández-Miranda, gerente del hospital de Cruz Roja.
A. RUBIERA, en La Nueva España
La dirección del hospital de Cruz Roja de Gijón tiene previsto mantener este mismo mes un encuentro con responsables del Sespa y la Consejería de Salud del Principado para abordar el futuro del centro sanitario y el papel que el nuevo Gobierno de Foro Asturias quiere que tenga en el mapa sanitario regional. La reunión, a petición de la gerencia de Cruz Roja, se hizo muy necesaria tras los malos resultados de actividad quirúrgica con los que se cerró el año 2010 y, sobre todo, a consecuencia de la irregular derivación de intervenciones que han tenido que afrontar en estos últimos meses, lo que a decir de los responsables del hospital gijonés complica aún más la organización del centro sanitario que, como todo el sector, pasa por momentos de estrecheces.
El ejemplo más patente de esas dificultades de planificación de actividad que tiene el centro -que no cuenta con pacientes directos, sino que depende de las derivaciones que en cada momento fija el Hospital de Cabueñes - está en el reciente mes de diciembre. Tras un año de mucha contención, con medidas de movilidad obligada del personal de quirófanos por la falta de actividad y con las contrataciones de trabajadores temporales reducidas al mínimo para no incurrir en demasiados gastos, el pasado mes la gerencia del centro tuvo que recurrir a la contratación extraordinaria para dar salida al mayor número de intervenciones que debían realizar, derivadas de la red pública.
El gerente de Cruz Roja, Carlos Prieto Fernández-Miranda, aseguraba ayer que a día de hoy una de las prioridades del centro es «poder llegar a acuerdo con las autoridades sanitarias para que la derivación de actividad sea más regular, mantenida y ordenada de lo que está siendo. Eso nos permitiría afrontar este momento, complicado en el sector sanitario, con menos sobresaltos de los que sufrimos este año», explicaba. Si diciembre se cerró con una actividad «mayor de lo normal», en meses previos del 2011 la actividad había sido «bajo mínimos», según expusieron en su momento los trabajadores y los miembros de la dirección. Esas incertidumbres son las que, según la gerencia, pueden hacer más daño del debido a un centro tan consolidado como el de Cruz Roja en Gijón.
Con respecto al balance de actividad de Cruz Roja y los posibles número rojos con los que se cerraría la cuenta de resultados del 2011, Prieto indicó que aún es pronto para hacer el cierre del año.
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