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La investigación, coordinada por el Observatorio de Salud, se centra en el consumo de drogas legales e ilegales entre la población estudiantil…

La investigación, coordinada por el Observatorio de Salud, se centra en el consumo de drogas legales e ilegales entre la población estudiantil…

El consumo de heroína repunta

El último informe de toxicomanías revela que los jóvenes se inician un año antes en la ingesta de alcohol.

El Principado aboga por «vigilar esta droga», que usa el 1,2% de los adolescentes.

24.03.12 - LAURA FONSECA | GIJÓN, en El Comercio.

VER LA ENCUESTA – ESTUDES - 2010

Puede que sólo sea una alarma temporal, pero el consumo de heroína, el mismo que en la década de los 80 causó verdaderos estragos entre los más jóvenes, vuelve a preocupar en Asturias. El último informe sobre toxicomanías elaborado por el Principado, el Estudes 2010, alerta sobre el repunte del consumo de heroína y aboga por vigilar este fenómeno «con especial atención».

La advertencia parte tras confirmarse que en Asturias hay un 1,2% de la población adolescente (de 14 a 18 años) que dice ser consumidora de heroína. Pese a que se trata de un índice que puede considerarse minoritario en comparación con otras sustancias adictivas, las tasas de heroína de 2010 casi duplican a la de otros años, cuando apenas había un 0,5% de jóvenes que reconocían ser usuarios de esta droga dura.

El aumento en Asturias está ligado especialmente a los varones. El actual índice de consumidores de heroína, ese 1,2%, es el segundo más alto de los últimos 16 años. Hay que remontarse a 1996 para encontrar datos similares. De ahí que los autores del informe se muestren muy preocupados con la heroína y pidan investigar esta tendencia que, de afianzarse en próximos años, sería un claro retroceso en materia de prevención de las toxicomanías.

Altas dosis de mortalidad

Precisamente, una investigación presentada el pasado año por el catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo, Julio Bobes, hablaba de los devastadores efectos que la heroína había provocado en los jóvenes de finales de los 70 y principios de los 80. El estudio venía a confirmar que esta droga, que se teme que regrese, causó la muerte de la mitad de los toxicómanos en tratamiento con metadona y provocó efectos demoledores sobre los supervivientes, azotados por el sida y la hepatitis.

En Asturias hay consumidores de heroína ciertamente precoces. El informe realizado tras encuestar a 2.058 estudiantes de 14 a 18 años señala que «hay adolescentes que consumen heroína de forma habitual» (en el último mes). En el consumo experimental, que es el que mide el uso de una droga en el último año, los índices son casi iguales a los de la cocaína, de lo que se puede inferir que el consumo de heroína tiende a equipararse con el de cocaína.

El trabajo del que se hace eco la Consejería de Sanidad ha sido coordinado a través del Observatorio de Salud. La investigación se centra en el consumo de drogas legales e ilegales entre la población estudiantil. Las conclusiones son, en algunos aspectos, positivas, ya que dan cuenta de que los adolescentes de ahora consumen menos tabaco, menos anfetaminas y también, menos alucinógenos. En general, son jóvenes con una mayor percepción del riesgo que supone fumar nicotina o chutarse pero suspenden cuando se trata del alcohol.

Borracheras

La ingesta de bebidas alcohólicas continúa «siendo muy alta» entre los jóvenes. Además, «los episodios de borracheras han aumentado considerablemente», advierten los autores del Estudes 2010. Hace 16 años sólo un 15% de los adolescentes aseguraba haberse emborrachado en el último mes. Ahora lo hace el 35%.

Los jóvenes beben mucho y a edades cada vez más tempranas. Hace dos décadas empezaban a ingerir alcohol mediados los 14 años. Ahora lo hacen al poco de cumplir los 13. Los bebidas las suelen comprar en bares, discotecas o supermercados. El 47% practica botellón y ser menores de edad no suele ser, para ellos, obstáculo para adquirir cervezas, vino o cualquier otro producto con alcohol con facilidad, aseguran buena parte de los encuestados.

El consumo de tranquilizantes casi se duplica entre los adolescentes

El 6% de los jóvenes asturianos de 14 a 18 años reconocen tomar ansiolíticos de forma habitual

24/03/2012, Pablo Zariquiegui, Oviedo, en La Voz de Asturias

Como en las películas de Almodóvar, la realidad también en este caso supera a la ficción. Niños y adolescentes que roban tranquimazines a sus padres para bajar el subidón y poder dormir tras una noche de excesos. La última encuesta escolar sobre el consumo de drogas revela que el consumo de tranquilizantes en adolescentes de entre 14 y 18 años casi se ha duplicado en Asturias en los últimos seis años.

El estudio Estudes 2010, que publica en su muestra asturiana el observatorio sobre drogas de Asturias, revela algunos datos preocupantes. El primero tiene que ver con la edad de inicio. Los jóvenes asturianos afirman que comienzan a consumir tranquilizantes alrededor de los 13,6 años. Es la misma edad para su debut en otras drogas legales como el tabaco y el alcohol.

El trabajo, que ya adelantó ayer LA VOZ, establece tres conclusiones. Primera, que el consumo de tranquilizantes es mayor en las chicas que en los chicos. Segunda, que la mayoría de los adolescentes toman estos medicamentos sin receta. Y, tercera, que el uso de estos ansiolíticos crece año tras año desde 2004 y para todas las modalidades de consumo.

El estudio Estudes 2010 se realizó a través de encuestas a los alumnos de Educación Secundaria de toda España, también de Asturias. Sus datos deben ser tomados con cautela precisamente porque recogen lo que los adolescentes dicen, no lo que hacen. De sus testimonios se deduce que en 2004 reconocían consumir habitualmente estos medicamentos apenas un 3,5% de los adolescentes de Asturias. Seis años después, en 2010, la ingesta de ansiolíticos casi se ha duplicado y el 6% de los estudiantes afirma recurrir a los tranquilizantes con frecuencia. De este porcentaje, que está todavía muy por debajo del consumo de alcohol o tabaco, más de la mitad, el 3,5% de los jóvenes refieren utilizar estos medicamentos sin ningún tipo de receta médica. ¿Cómo lo hacen? Julio Bobes, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo, tiene la respuesta. Bobes recuerda que los tranquilizantes son los medicamentos más consumidos en el mundo occidental. Ocupan el primer lugar del ránking, por encima incluso de los analgésicos. Valium, transilium, tranquimazin son denominaciones comerciales conocidas incluso por los más jóvenes. Julio Bobes apunta que el consumo sin receta aumenta en adolescentes porque no tienen ninguna dificultad para tomarlos. “Están a su disposición en sus propias casas. ¿Quién no tiene un familiar que tome ansiolíticos?”, se pregunta.

¿Y para qué los consumen? Bobes apunta que los adolescentes los ingieren por imitación, aunque no saben muy bien cómo actúan. Los utilizan porque han oído hablar de ellos y saben que sirven para bajar el subidón tras una noche de excesos con psicoestimulantes. Es su forma de volver a la normalidad y poder conciliar el sueño. 

El consumo de tranquilizantes casi se duplica entre los adolescentes

El 6% de los jóvenes asturianos de 14 a 18 años reconocen tomar ansiolíticos de forma habitual

24/03/2012, Pablo Zariquiegui, Oviedo, en La Voz de Asturias

Como en las películas de Almodóvar, la realidad también en este caso supera a la ficción. Niños y adolescentes que roban tranquimazines a sus padres para bajar el subidón y poder dormir tras una noche de excesos. La última encuesta escolar sobre el consumo de drogas revela que el consumo de tranquilizantes en adolescentes de entre 14 y 18 años casi se ha duplicado en Asturias en los últimos seis años.

El estudio Estudes 2010, que publica en su muestra asturiana el observatorio sobre drogas de Asturias, revela algunos datos preocupantes. El primero tiene que ver con la edad de inicio. Los jóvenes asturianos afirman que comienzan a consumir tranquilizantes alrededor de los 13,6 años. Es la misma edad para su debut en otras drogas legales como el tabaco y el alcohol.

El trabajo, que ya adelantó ayer LA VOZ, establece tres conclusiones. Primera, que el consumo de tranquilizantes es mayor en las chicas que en los chicos. Segunda, que la mayoría de los adolescentes toman estos medicamentos sin receta. Y, tercera, que el uso de estos ansiolíticos crece año tras año desde 2004 y para todas las modalidades de consumo.

El estudio Estudes 2010 se realizó a través de encuestas a los alumnos de Educación Secundaria de toda España, también de Asturias. Sus datos deben ser tomados con cautela precisamente porque recogen lo que los adolescentes dicen, no lo que hacen. De sus testimonios se deduce que en 2004 reconocían consumir habitualmente estos medicamentos apenas un 3,5% de los adolescentes de Asturias. Seis años después, en 2010, la ingesta de ansiolíticos casi se ha duplicado y el 6% de los estudiantes afirma recurrir a los tranquilizantes con frecuencia. De este porcentaje, que está todavía muy por debajo del consumo de alcohol o tabaco, más de la mitad, el 3,5% de los jóvenes refieren utilizar estos medicamentos sin ningún tipo de receta médica. ¿Cómo lo hacen? Julio Bobes, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo, tiene la respuesta. Bobes recuerda que los tranquilizantes son los medicamentos más consumidos en el mundo occidental. Ocupan el primer lugar del ránking, por encima incluso de los analgésicos. Valium, transilium, tranquimazin son denominaciones comerciales conocidas incluso por los más jóvenes. Julio Bobes apunta que el consumo sin receta aumenta en adolescentes porque no tienen ninguna dificultad para tomarlos. “Están a su disposición en sus propias casas. ¿Quién no tiene un familiar que tome ansiolíticos?”, se pregunta.

¿Y para qué los consumen? Bobes apunta que los adolescentes los ingieren por imitación, aunque no saben muy bien cómo actúan. Los utilizan porque han oído hablar de ellos y saben que sirven para bajar el subidón tras una noche de excesos con psicoestimulantes. Es su forma de volver a la normalidad y poder conciliar el sueño.

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