Ya no se la debería llamar Ley de la Dependencia, hacerlo así es toda una farsa la farsa del PP.
El recorte reduce a una hora al día la ayuda a domicilio a los grandes dependientes
El Ministerio de Sanidad rebaja este servicio a un máximo de 70 horas mensuales y lo hace incompatible con otro tipo de prestaciones
Foto: Clara Costales y Esther Díaz, ayer, en la jornada de la FSA.
27.07.12 - CHELO TUYA | GIJÓN, en El Comercio.
34 horas de ayuda a domicilio al mes y 84 euros de salario mensual para la persona que le cuida: una familiar -su madre- que dejará de estar dada de alta en la Seguridad Social. Eso es lo que los cambios introducidos por el Gobierno central en la Ley de la Dependencia suponen para un asturiano gran dependiente que, hasta ahora, compatibilizaba el servicio de ayuda a domicilio -con derecho a hasta 90 horas al mes- con la prestación para que un familiar le cuide en casa, por un salario máximo de 520 euros.
La Ley de la Dependencia queda reducida para él a 34 horas de atención y una nómina de 84 euros para su madre, no sólo porque ella se vea afectada por el recorte del 25% que todas las pagas al cuidador familiar sufren ya desde el 14 de julio, sino porque la compatibilidad entre servicios desaparece. Ahora, si quiere seguir contando con ambos -la ayuda a domicilio le servía para levantarle de la cama, asearle, darle el desayuno y acondicionar su casa- sólo tiene dos opciones: o se paga el segundo por su cuenta o reduce ambos hasta que cuesten como si sólo fuera uno. Y la falta de presupuesto le ha hecho optar por la rebaja.
Ese caso real, al que ha tenido acceso EL COMERCIO, es uno de los muchos que se están produciendo en Asturias desde el 14 de julio. En esa fecha entró en vigor la gran reforma de la Ley de la Dependencia -dentro del real decreto que lleva por título genérico ’medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad’- un gran conjunto de cambios que han llevado a que los beneficiarios de dicha norma lo sean un poco menos.
2.186 tendrán que renunciar
Así lo han asegurado desde el principio los propios afectados, apoyados por las comunidades de Asturias, Andalucía y País Vasco, que se opusieron al paquete de recortes presentados por la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Pastor. Una oposición que ahora se ve refrendada en las cifras oficiales del ajuste: la ayuda a domicilio, que antes llegaba hasta las 90 horas al mes, no pasará de 70, y eso en los casos más graves. Los mismos que ahora ven reducido su mínimo de horas de ayuda a domicilio de 70 a 46.
Es decir, una persona gran dependiente -de las que en Asturias hay 8.653-, normalmente inmovilizada en su cama, tendrá derecho ahora a poco más de hora y media de ayuda a domicilio diaria, mientras que el resto del día deberá ser atendida por un familiar con un salario recortado, o acudir un máximo de cuatro horas a un centro de día. Es una decisión que deberán tomar los 2.186 asturianos que, el 1 de julio, compatibilizaban prestaciones.
Desde Bienestar se considera «derogada» de hecho la Ley de la Dependencia, porque si ya es de por sí grave el recorte en intensidad de los servicios y las prestaciones directas, aún lo es más la rebaja que el Gobierno central ha practicado a la cuantía que paga al Principado.
Porque desde ahora, para el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad la atención a un gran dependiente cuesta 177,86 euros al mes. Si la dependencia es moderada, el ministerio considera suficiente 82,44 euros. Para los casos leves, la cuantía no llega a los 45 euros al mes. Al menos, eso es lo que pagará a Bienestar por cada caso aprobado tras el 14 de julio.
Para los ya beneficiarios también aplica recorte. Deja el nivel máximo de atención en 231,28 euros al mes y el más bajo en 52,06, lo que supone un 13% menos de lo que pagaba hasta el momento. Una cifra, la anterior al recorte, ya muy lejos del coste real de atender un gran dependiente: 2.000 euros al mes.
«Es tan drástico que lo convierte en inasumible», asegura Esther Díaz
27.07.12 -REDACCIÓN | GIJÓN.
«El recorte es tan drástico que es inasumible». La consejera de Bienestar Social y Vivienda, Esther Díaz, volvió a evidenciar ayer que los cambios aplicados en la Ley de la Dependencia por el Gobierno central lo único que hacen es «debilitarla».
Así lo aseguró en declaraciones a Efe antes de participar, junto con otros miembros del Ejecutivo regional, en la jornada de trabajo organizada por la Federación Socialista Asturiana para confeccionar la campaña informativa que, a partir de septiembre, llevarán a cabo por toda la región para explicar qué significan los recortes en materia de sanidad y dependencia.
Según aseguró la exalcaldesa de Langreo, las medidas del Gobierno de Mariano Rajoy respecto a la Ley de Dependencia esconden un recorte importante, porque aunque digan que pretenden hacer más sostenible el sistema, «lo que hacen es debilitarlo», porque la cuantía destinada decrece, tanto en servicios como en el nivel de participación en los servicios, explicó.
Como ejemplo, indicó que se asegura que continúan pudiendo ser atendidos los dependientes en un centro de día o a domicilio, pero lo que se hace es que tengan que escoger y que uno lo paga la comunidad autónoma pero el otro el beneficiario.
A juicio de Díaz, son reformas en profundidad y con carácter muy ideológico, que hacen recaer los ajustes presupuestarios «sobre las personas que más necesitadas de apoyo están», cuando los recortes deberían afectar a toda la sociedad, «y no siempre a los mismos».
No puede mejorar la aplicación de la Ley de Dependencia, añadió, aunque así lo diga el Gobierno «si las reformas alargan los plazos, como para resolver las evaluaciones, que pasan de seis meses a dos años, con lo que se retrasa el proceso sin que se pague por el retraso».
Junto a la consejera participó en la jornada de la FSA-PSOE la directora de Dependencia, Clara Costales; el director de Salud Pública, Julio Bruno, y la secretaria de la ejecutiva de Bienestar Social, Lourdes Calleja, quien cree que los ajustes «son actuaciones pésimas».
Los nuevos casos, hasta 2 años de espera
El sueldo del cuidador familiar baja un 25%, pero las prestaciones por servicio se reducen hasta 118 euros al mes
27.07.12 - CH. TUYA | GIJÓN, en El Comercio.
Bajo esa denominación genérica de ’medidas para garantizar la estabilidad presupuestaria y de fomento de la competitividad’, el Real Decreto-Ley 20/2012 de 13 de julio no sólo escondía los recortes de atención y pagos a las comunidades autónomas. El largo rosario de rebajas incluye no sólo dos años de espera para los nuevos expedientes, sino reducciones en las prestaciones económicas de todos los dependientes, sea cual sea su grado o nivel.
De mano, los niveles -1 y 2- desaparecen, por lo cual los dependientes se clasifican en gran dependencia (grado III), dependencia severa (grado II) y dependencia moderada (grado I). Esa nueva clasificación sin niveles unifica las prestaciones económicas que, hasta ahora, percibían los beneficiarios ya sea para pagarse un servicio -centro de día, residencia, ayuda a domicilio-, un asistente personal o un cuidador familiar.
Y es en esa unificación el Gobierno central ha optado por ofrecer una cuantía intermedia entre los dos niveles que existían. Así, si bien los valorados como nivel 1 ganan algo, hasta 89,6 euros en el caso de un gran dependiente, el nivel 2, el de los más afectados, pierde siempre.
Llegan, incluso, a ver cómo les restan 118,89 euros al mes si habían optado por una prestación para un servicio -fundamentalmente residencia-, la misma resta que sufrirá el salario de su asistente personal, que pasará a cobrar, como máximo, 715,07 euros.
De poco sirve que esa figura, el cuidador profesional, se extienda ahora a todos los grados de dependencia. El Gobierno central fija para ellos cuantías mensuales de 426,12 y 300 euros. Con ellas deben pagar la jornada completa de un profesional. Queda por debajo del salario social.
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