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El Bundesbank empuja al BCE y este, obediente, inicia el efecto dominó hacia … ¡¡ya todos sabemos dónde acabará esto!!

El Bundesbank empuja al BCE y este, obediente, inicia el efecto dominó hacia … ¡¡ya todos sabemos dónde acabará esto!!

Draghi empuja a España a otro rescate

El BCE aplaza las medidas extraordinarias hasta que los Gobiernos soliciten auxilio

Gif: Prima de riesgo a las 9:30 h. de hoy…  

Luis Doncel, Fráncfort, en El País.

Un grupo de indignados acampados a la puerta de la sede del Banco Central Europeo (BCE) exigen a los mandamases del continente ayuda para los griegos que peor lo están pasando. A solo dos kilómetros de la torre desde donde se pilota la unión monetaria está el banco central alemán o Bundesbank, máximo representante de la política de rigor y ortodoxia que reclaman los países del norte. A caballo entre estas dos recetas diametralmente opuestas para salir de la crisis del euro, el presidente del BCE, Mario Draghi, dio este jueves una respuesta que no contenta del todo a nadie.

El presidente del eurobanco dejó claro que habrá ayuda para los países que sufren una escalada insoportable en sus costes de financiación, sí. Pero para que esta llegue, serán los Gobiernos los que tendrán que solicitar al fondo de rescate europeo que se lance a comprar deuda. Solo entonces intervendrá el BCE. Así, de una tacada, Draghi desplaza toda la presión hacia los países al borde de la intervención. Es decir, hacia España.

El Gobierno de Mariano Rajoy se ve así en la endiablada tesitura de elegir entre pedir un rescate —el segundo, después del destinado a la banca hace menos de dos meses— o de arder en los mercados. La decisión que tanto ha tratado de evitar el Ejecutivo, y que muchos analistas pronosticaban para la vuelta del verano, está ahora un poco más cerca.

Draghi admite que las “circunstancias excepcionales de los mercados y los riesgos para la estabilidad financiera” obligan al BCE a tomar decisiones. Pero ni aclaró el alcance de estas, ni cuándo se tomarán. “En las próximas semanas diseñaremos las modalidades apropiadas”, aseguró en la conferencia de prensa celebrada tras la reunión mensual del Consejo de Gobierno de la institución que lidera desde hace nueve meses. Sí dejó claro dos aspectos: que el primer impulso corresponde al país que aspire a recibir la ayuda y que, una vez que solicite el salvavidas, el Gobierno quedará sujeto a una condicionalidad “estricta y efectiva”.

Esta condicionalidad supone reducir hasta la nada el margen de maniobra de los países auxiliados, que tendrán que acatar los dictámenes de Berlín y Bruselas para asegurarse de que cumplen el camino marcado para ajustar sus cuentas públicas. Una vez más queda un aspecto en el aire. No hay duda de que un nuevo rescate obligaría a España a firmar otro memorando de entendimiento —el contrato por el que a cambio de recibir un préstamo se le impone una serie de condiciones—, pero Draghi no dejó claro si este nuevo documento conllevaría la imposición de reformas y recortes aún más duros o implicaría tan solo una mayor presión para llevar a cabo los ya previstos. Para cumplir con los requisitos ya existentes, el Gobierno de Rajoy aprobará este viernes —con unos días de retraso sobre el calendario pactado— el presupuesto para los dos próximos años. Deberá además acometer más recortes si pretende cumplir el objetivo de reducir el déficit por debajo del 3% en 2014.

El plan diseñado por Draghi, que dijo que en la reunión no se habló específicamente de España, pasaría por una petición formal para que el fondo de rescate —cuyo nombre oficial es Facilidad Europea de Estabilidad Financiera, FEEF— se lance a comprar deuda. No está claro si lo haría en el mercado primario —donde los Estados emiten bonos directamente— o en el secundario, que es el de segunda mano. Los países más recalcitrantes en su ortodoxia, como Finlandia, apuestan por la primera opción. Solo entonces el BCE podría reanudar su programa de adquisición de bonos, paralizado desde el pasado marzo, para bajar la prima de riesgo.

Pero esta intervención del eurobanco tampoco parece estar libre de incertidumbre. Alemania ha mostrado en infinidad de ocasiones su oposición a que Fráncfort acumule deuda de los países periféricos. Este jueves volvió a dejar clara su tesis. Draghi admitió que la decisión se tomó en el máximo órgano del BCE con un voto en contra y quedan pocas dudas sobre quién fue el discrepante. El italiano recordó, con una pizca de ironía, que no es un secreto para nadie que Jens Weidmann, el presidente del Bundesbank y miembro del BCE, se opone a la compra de deuda pública.

Estas divergencias siembran dudas sobre la respuesta que dará el BCE en el momento en el que España solicite la intervención del FEEF. Draghi nadó en la ambigüedad al señalar tan solo que el Consejo de Gobierno podría considerar —siempre usando el tiempo condicional— medidas de política monetaria no convencionales “en las próximas semanas”. Se sobreentiende que entre estas medidas estaría el apoyo del BCE al FEEF en la compra de deuda.

En la lucha entre norte y sur de Europa, Alemania se apuntó otro tanto cuando Draghi cortó de raíz las especulaciones sobre la posibilidad de conceder la ficha bancaria al Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo de rescate permanente que deberá sustituir al FEEF. Esta medida multiplicaría hasta el infinito la capacidad de comprar deuda de los países al borde de la asfixia, pero cuenta con la oposición frontal de Berlín. El presidente del BCE insistió en que, con los estatutos actuales, el MEDE no puede cumplir esta función. “Como temíamos, el BCE no ha anunciado ninguna acción. En lugar de ello, ha puesto el balón en el campo de los Gobiernos”, resumen los analistas del banco Morgan Stanley.

“Draghi decepciona”. Así tituló este jueves la firma Schroders. Su analista para Europa, Azad Zangana, asegura que el presidente del BCE ha fallado en su intento de cumplir la promesa de hacer “lo que sea necesario” para salvar al euro. A juzgar por el dictamen de los mercados, es cierto que el italiano defraudó a los inversores que la semana pasada reaccionaron con euforia ante su discurso de apoyo sin fisuras a la unión monetaria. La prima de riesgo española se disparó hasta rozar los 600 puntos básicos y la Bolsa de Madrid cayó más del 5%.

Al igual que en el discurso de hace una semana, Draghi repitió este jueves que no tiene sentido atacar al euro porque es irreversible. Incluso mencionó de pasada el dracma, mientras explicaba que no había vuelta atrás a las monedas nacionales. ¿La euforia por sus famosas palabras en Londres fue entonces fruto de una mala interpretación? “No. ¿Ha leído usted mi discurso? Ahí no dije nada ni de comprar bonos ni de los plazos para tomar las medidas”, respondió Draghi a los periodistas que le preguntaban por las posibles incongruencias en los dos mensajes.

El BCE anunció otras decisiones de menor calado como dejar los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,75% o mantener en el 0% la facilidad de depósito, el interés con el que remunera el dinero que los bancos dejan en sus arcas. Pero la reunión de este jueves se recordará como el empujón decisivo que condiciona los pasos que dará España en las próximas semanas. “El principal mensaje que ha lanzado Draghi es que actuará, pero no solo; y que quiere que los Gobiernos hagan las reformas a las que se han comprometido”, sintetiza Nicolas Verón, analista del centro de estudios belga Bruegel.

Rajoy elude responder si España pedirá ayuda al fondo de rescate

El presidente del Gobierno califica de "reconfortante" la intervención del presidente del BCE, que provocó que se disparase la prima de riesgo.

Italia no reclamará ser rescatada aunque Monti no descarta pedir ayudas que permitan frenar la tensión sobre su deuda.

IÑIGO ADURIZ en Público.

"Ya le he respondido con meridiana claridad". Esta frase del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, pronunciada por él tras ser repreguntado sobre si el Ejecutivo tiene pensado pedir el rescate a la Unión Europea, ha provocado una sonada carcajada entre las decenas de periodistas -españoles, italianos y de otros países- presentes en la rueda de prensa conjunta que han ofrecido el jefe del Ejecutivo español y el primer ministro italiano, Mario Monti. Porque lo cierto es que Rajoy no ha aportado ni un atisbo de luz a esa incógnita que ha despertado el comunicado del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, al no anunciar la compra de deuda soberana por parte de la institución que dirige.

Rajoy y Monti han comparecido ante la prensa en el peor escenario posible. Pocos minutos después de que Draghi hiciera público su comunicado y, en reacción a éste, con la prima de riesgo escalando a marchas forzadas, y las bolsas española e italiana cayendo en picado. La pregunta era recurrente, a raíz de que el presidente del BCE instara a los gobiernos con problemas a acudir al fondo de rescate en el caso de necesitar ayuda.

"¿Pedirán el rescate?", les han preguntado a ambos mandatarios tras su reunión en La Moncloa, que se ha prolongado durante más de dos horas y media. El primero en responder ha sido el primer ministro italiano. "No sé si Italia acudirá" a las ayudas, ha dicho Monti, que ha recalcado que su Ejecutivo "valorará" las fórmulas propuestas por el BCE para solucionar el problema de la deuda, descartando en cualquier caso el rescate total. "Las ayudas, las acciones de acompañamiento para evitar primas de riesgo excesivas las tendremos que analizar, pero en este momento no son necesarias", ha insistido el dirigente italiano tras serle requerida una respuesta en una segunda ocasión. Antes ha querido dejar claro que "toda la política europea" que ha puesto en marcha su Ejecutivo "se ha planteado para no tener que pedir esas ayudas".

"El euro es irreversible"

A su lado, Rajoy optaba por las evasivas. A diferencia de lo que han opinado los inversores internacionales, para el presidente del Gobierno el comunicado hecho público por Draghi aporta "aspectos muy positivos" por ir en la senda de lo acordado en las reuniones del Consejo Europeo de los pasados 28 y 29 de junio a favor de la "irreversibilidad del euro" y del "avance de la unión bancaria y consolidación fiscal". "Es importante escuchar que el euro es irreversible", ha dicho el presidente del Gobierno, sin entrar en detalles sobre las ayudas que tendrá que pedir España para poder financiarse. "Es reconfortante", ha añadido.

Preguntado en una segunda ocasión y, directamente, sobre si el Ejecutivo se plantea pedir el rescate a fondos europeos, Rajoy se ha mantenido en esa misma línea refiriéndose a la escalada de la prima de riesgo: "El BCE dice que hay un castigo que no es justo a la deuda de algunos países de la Unión Europea. Incluso dice que ese castigo está relacionado con los temores de la no irreversibilidad del euro", ha espetado. Y, sin aclarar si pedirá o no ayudas, el presidente del Gobierno ha querido dejar claro que no va a hacer "cosas distintas" de los últimos meses, sin descartar, por tanto, la adopción de medidas "duras y difíciles, que no van a gustar a los españoles". Sobre el rescate, ni palabra.

En lo que sí han coincidido ambos mandatarios es en valorar de forma positiva la reunión del BCE de este jueves. Al igual que Rajoy, Monti ha resaltado el hecho de que el máximo organismo bancario europeo se comprometa con los objetivos marcados en el Consejo Europeo de finales de junio. Además, ha considerado que Draghi ha constatado que "los mercados financieros no reflejan rápidamente los efectos de las políticas económicas de cada país".

"No veo ningún paso atrás"

La opinión de Monti sobre el comunicado del BCE ha sido tan favorable que ha considerado que si bien se esperaba la intervención del mecanismo de estabilidad de la UE para ayudar a los países en riesgo, ahora "se va más allá, porque el BCE está expresando su intención de intervenir directamente", a través de las ayudas. "No veo ningún paso hacia atrás. Veo continuidad", ha zanjado.

Monti ha insistido en que el problema de la prima de riesgo "no es sólo un problema de cada país" sino que lo es "de toda la eurozona". También lo ha valorado así Rajoy, que ha asegurado que estamos ante "un momento capital" para el euro, y que él está decidido a "dar la batalla" por la moneda única y por "más Europa". Los dos dirigentes han consensuado un comunicado en el que coinciden en señalar que las medidas acordadas en el último Consejo Europeo "deben ser puestas en marcha cuanto antes de forma que los instrumentos y mecanismos acordados estén disponibles para ser utilizados si es necesario".

Rubalcaba: "Están dando una patada al euro en el culo de España e Italia"

El secretario general del PSOE manifestó una impresión "negativa y pesimista" ante las conclusiones de la reunión de hoy del BCE

EFE, ROMA, ITALIA

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, afirmó hoy que la actual situación de presión que sufren España e Italia en los mercados no responde a los fundamentos de sus economías, sino que es fruto de una especulación con la que se da una "patada al euro en el culo" de estos dos países. En una comparecencia de prensa en Roma al término de su reunión con el líder del Partido Demócrata (PD) italiano, Pierluigi Bersani, el secretario de los socialistas españoles manifestó una impresión "negativa y pesimista" ante las conclusiones de la reunión de hoy del Banco Central Europeo (BCE).

"Estamos ante un problema político y de opinión pública. Los ciudadanos entienden muy poco lo que está pasando aquí. Pero lo que está pasando es que le están dando una patada al euro en el culo de España y también de Italia", dijo Pérez Rubalcaba. "España tiene una situación económica difícil. Es probable que si no estuviéramos en el euro nuestra prima de riesgo no sería la alemana o la francesa. Pero hay 300 puntos que España está pagando por su pertenencia al euro, que no se justifican por nuestros fundamentos económicos (...) Estamos ante un ataque al euro en toda regla", agregó.

El secretario general del PSOE indicó que tiene "sentido político" el hecho de que este encuentro con Bersani (previsto para la semana pasada, pero aplazado tras la muerte de Gregorio Peces Barba) se produzca justo en el día en el que el primer ministro italiano, Mario Monti, se reúne en Madrid con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy. Pérez Rubalcaba se refirió además a las declaraciones hechas por el presidente del BCE, Mario Draghi, al término de la reunión de hoy de la institución, en la que se esperaban acciones inmediatas para la compra de deuda y rebajar la tensión en los mercados.

"Las declaraciones han quedado muy lejos de lo que esperábamos no solo España, Europa, sino también EEUU y el mundo. De lo que dijo Draghi en Londres a aquí ciertamente hay un abismo. Nos hemos quedado hondamente preocupados. Yo diría que defraudados", afirmó el líder de los socialistas. Pérez Rubalcaba indicó que espera que en los próximos días esta falta de concreción de medidas por parte del BCE, acogida de un modo muy negativo por la Bolsa y el mercado de deuda, "se pueda corregir y den salida a soluciones concretas".

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