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Es la historia de las mejoras económicas ligadas a cambios organizativos de las que se cumplió siempre lo primero y nunca lo segundo… esta vez, puesto que la crisis agudiza las cosas, puede que sea distinto.

Es la historia de las mejoras económicas ligadas a cambios organizativos de las que se cumplió siempre lo primero y nunca lo segundo… esta vez, puesto que la crisis agudiza las cosas, puede que sea distinto.

La cuarta huelga médica en diez años

En 2002 hubo un paro por mejoras salariales. En 2006 otro por la carrera profesional y en 2008 un tercero por el precio de las guardias. En todos el Sespa acabó cediendo

01.10.2012 - LAURA FONSECA, Gijón, en El Comercio.

Asturias va a huelga médica por legislatura. A excepción del anterior Ejecutivo regional, el de Foro (puede que sea porque permaneció en el poder menos de un año y no haya dado tiempo), todos los gobiernos autonómicos del Principado han tenido que hacer frente a uno de estos paros. Desde que el Principado recibiera el traspaso de competencias el 1 de enero de 2002, los hospitales y centros de salud asturianos se han visto inmersos en tres huelgas, dos de ellas convocadas en exclusiva por el Sindicato Médico (Simpa). Hay quien acusa a los facultativos asturianos, y a su central médica en particular, de ser excesivamente beligerantes y de saber explotar el poder del que disfruta este personal a la hora de plantear un conflicto en sanidad. Sin embargo, en su descargo hay que indicar que reivindicaciones que en Asturias costaron una huelga (la carrera profesional en 2006 o el aumento de la hora de guardia en 2008), en otras comunidades se alcanzaron mediante la negociación, sin que la sangre llegara al río.

Pero una vez más, y van cuatro en una década, la red sanitaria pública se ve abocada a un paro que, tal y como está planteado, se vaticina largo y duro y que obligará al Principado a negociar a dos bandas: por una parte, con los médicos y, por otra, si se confirma su órdago, con el resto de sindicatos del sector (CC OO, UGT, Sae, Sicepa-Usipa y Usae). En esta ocasión, el punto de inflexión es la ampliación de jornada en la sanidad, pero, sobre todo, las modificaciones laborales y retributivas que busca introducir el Servicio de Salud (Sespa) a cuenta del incremento de 2,5 horas a la semana. El aumento de jornada, que se traduce en pasar de 1.519 a 1.650 horas anuales, es una de las exigencias impuestas por el Gobierno de Rajoy con el objetivo de reducir el déficit público. El Sespa estima que el modelo ideado para los hospitales y centros de salud, donde supuestamente desaparecerán las peonadas y se reducirán contrataciones, permitirá ahorrar entre 13 y 17 millones de euros.

Vuelta de tuerca excesiva

Sindicatos y partidos (a excepción del PSOE) creen que el Principado ha dado una vuelta de tuerca excesiva. El PP le acusa de aplicar una reconversión sanitaria encubierta, IU y UPyD de haber exacerbado, por igual, los ánimos de todos los trabajadores, y Foro Asturias de aprovechar un decreto de Rajoy para aplicar más recortes de los exigidos.

Precisamente, al igual que ocurriera en junio de 2002, cuando los trabajadores del Sespa secundaron una huelga de tres semanas, en la convocatoria del próximo octubre podrían confluir desde médicos a celadores. Desde la macrohuelga de hace diez años no se había vuelto a ver tanta coincidiencia sindical contra los planteamientos del Servicio de Salud. Pero aunque converjan, facultativos y resto de personal han ideado sus propias estrategias. Algo así como juntos pero no revueltos. La huelga convocada por el Simpa arrancará el 8 de octubre, lunes, y continuará los días 9, 10, 11 y 15 (se salta el puente del Pilar). Estas 5 jornadas serán paros parciales, de 8 a 11.45 horas. El 16 de octubre, martes, podrían tomar el revelo el resto de centrales con otros diez días, si bien su convocatoria aún no es definitiva. Si el conflicto no se soluciona, el Simpa llamará a una nueva ronda de paros, esta vez totales, para finales de mes.

87 millones en una década

El balance que ofrecen los litigios sanitarios de estos diez años es poco alentador para el Principado, ya que reflejan que la Administración siempre acabó cediendo. En 2002, con la macrohuelga de 21 días, los trabajadores lograron incrementos retributivos de entre 1.700 a 4.400 euros anuales. Eran tiempos en los que se luchaba por la homologación salarial. El Sespa quiso ligar esos aumentos a la apertura de tarde, pero fracasó.

Años después, y cuando Asturias terminaba de pagar los 17 millones de las homologaciones, en 2006 llegaría cual 'boomerang' otra nueva huelga. En esta ocasión el detonante fue la carrera profesional, un concepto retributivo del que ya disfrutaban médicos de otras autonomías. Al igual que ahora, el Simpa convocó el paro en octubre, del 14 al 17. El acuerdo se cerró semanas después, el día de los difuntos, y le supuso al Principado desembolsar 48 millones de euros (todas las categorías). Se da la circunstancia de que unos meses antes, el Sespa había reducido en 56 horas la jornada de los más de 15.000 trabajadores. De aquella, según datos del Principado, se invirtieron 1,5 millones de euros en contratar personal, parte del cual ahora sobrará.

La última de las protestas llegó en 2008 de la mano del precio de la hora de guardia. Fue también por octubre. Se convocaron 4 días de huelga pero, a diferencia de otros conflictos, hubo un acuerdo 'in extremis'. El Principado aceptó elevar a 22 euros la hora de guardia que estaba en 14,85. La actualización le supuso al Sespa tener que pagar 22 millones de euros. Las tres huelgas de esta última década tuvieron un coste de 87 millones de euros.

Para el Simpa, la nueva normativa de jornada «nos retrotrae a 1992», situación que se agrava con la pérdida del 30% que en materia salarial vienen sufriendo en estos dos últimos años. Los médicos dicen que no se niegan a trabajar más, sino a que «nos cambien las condiciones de trabajo».

El paro de tres semanas del año 2002 obligó a suspender 1.400 operaciones y 18.000 consultas

01.10.12 - L. FONSECA, en El Comercio

Fue la madre de todas las huelgas sanitarias celebradas en Asturias. 21 días de protestas en junio de 2002 que dejaron un saldo de 1.400 operaciones suspendidas, 18.000 consultas aplazadas y 21.000 exploraciones diagnósticas anuladas. Tres semanas de paros, convocados convenientemente de lunes a viernes, de los que la sanidad tardó tiempo en recuperarse. No es de extrañar, ya que el acuerdo de homologación salarial acabó costando 17 millones de euros.

Aquella protesta guarda muchas similitudes con la que, si nadie lo remedia, sufrirá la sanidad asturiana desde el 8 de octubre. En la huelga de hace diez años también hubo un frente sindical común. Claro que entonces las reclamaciones eran para ir a más, mientras que ahora se pelea por no ir a menos. En 2002, a tan sólo seis meses del traspaso sanitario, los trabajadores se movilizaron en demanda de mejores salarios. Decían sufrir los sueldos más bajos del país. De arranque, los sindicatos demandaron 6.000 euros lineales de aumento para todos. Cuesta creerlo, pero fue así. Al final, la protesta se saldó con incrementos de 1.700 euros anuales para las categorías más bajas y de 3.500 a 4.400 para la de los médicos.

La diferencia entre la macrohuelga y la que ahora se plantea está en la situación socioeconómica que golpea con fuerza a España. En 2002, 2006 e, incluso, 2008, era casi obligado pretender equipararse. El llamado 'efecto vecino' hizo estragos en las sanidades autonómicas acostumbradas a imitarse unas a otras. Pero «los tiempos han cambiado. Puede que por vez primera el Principado no ceda. Si no, que le pregunten a los mineros o a los trabajadores de Arcelor», apuntaba una destacada autoridad sanitaria.

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