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Guerra de cifras, con enorme disparidad, en cuanto al seguimiento de la huelga…

Guerra de cifras, con enorme disparidad, en cuanto al seguimiento de la huelga…

Guerra de cifras, con enorme disparidad, en cuanto al seguimiento de la huelga…

La huelga médica aplaza citas y operaciones, pero no paraliza la sanidad

El paro médico en protesta por la nueva jornada tuvo baja incidencia en centros de salud pero obligó a suspender operaciones y citas en hospitales

09.10.12 - LAURA FONSECA | GIJÓN, en El Comercio.

Los médicos no lograron parar ayer la sanidad en su primer día de huelga, para el que se habían impuesto unos servicios mínimos del 80%, pero su protesta por la nueva jornada sí obligó a suspender operaciones en los hospitales, anular citas de especialistas y posponer pruebas diagnósticas. A lo largo de la mañana hubo bastante confusión entre los pacientes que acudían a consultas externas ya que no sabían si iban a ser atendidos. Los servicios de coordinación de los hospitales se vieron por momentos colapsados para poder dar nuevas citas a los pacientes afectados por la huelga.

En las tres horas y media de paro, los médicos sólo vieron a enfermos con citas preferentes, urgentes o no aplazables. En algunos hospitales, como en el HUCA, la huelga arrancó con polémica por la aplicación de los servicios mínimos. Hubo tensión en los quirófanos donde algún médico fue amenazado con ser expedientado. El Simpa ha puesto estos casos en manos de sus servicios jurídicos. La contrapartida estuvo en los centros de salud, donde la incidencia fue baja.

La valoración que ayer ofrecieron las partes en conflicto fue cuando menos, encontrada. El Principado cifró en apenas un 8% el seguimiento de la protesta mientras que los médicos hablaron de participación masiva. El paro de media jornada convocado por el Sindicato Médico (Simpa), y que tendrá continuidad a lo largo de toda la semana, tuvo una escasa adhesión según el Servicio de Salud (Sespa), cuya gerente cifró en un 7,87% el seguimiento por parte de los facultativos. El Principado asegura que en los hospitales pararon el 11,07% de los profesionales y que en los centros de salud lo hicieron apenas un 1,3%. El dato ponderado de seguimiento en el conjunto de la sanidad pública, según la administración, fue del 7,87%.

El Sespa no aportó datos sobre el número de operaciones suspendidas ni tampoco sobre el volumen de citas, consultas y pruebas aplazadas por motivo de la huelga. Reconoció, eso sí, que la mayor incidencia se concentró en el Área V (en Gijón, donde está el Hospital de Cabueñes), con un seguimiento del 26,7%. La menor participación fue en Cangas del Narcea, con un 1,82%. Además, apuntó que del total de facultativos de Especializada que secundaron la convocatoria, el 34% fueron médicos residentes, uno de los colectivos más afectados por los recortes que pretende aplicar la Consejería de Sanidad.

En la acera de enfrente y a muchísima distancia de las cifras oficiales, el Simpa habló de «seguimiento masivo» en la primera jornada de huelga. La central médica no dio datos concretos de incidencia pero afirmó que «en hospitales y centros de salud la actividad ha sido mínima». Los facultativos consideran que la protesta contra la nueva reordenación de jornada «tuvo un masivo respaldo de los médicos» y achaca el bajo seguimiento de Primaria a la imposición de unos servicios mínimos que superaban el 70%.

«Más allá de la tradicional guerra de cifras», el Sindicato Médico calificó de «burdo maquillaje» las cifras de participación aportadas por el Sespa. Según los datos recogidos de los propios centros sanitarios por los presidentes de las secciones de Atención Primaria y Especializada del Simpa, Carlos Fernández Moro y Ángel Colmeiro, en los hospitales se suprimió la asistencia en quirófanos que no era urgente ni preferente, al igual que en las consultas externas. A modo de ejemplo indicaron que el HUCA suspendió el 100% de la actividad programada en Urología, Cirugía General, con la excepción de los procesos preferentes, Oftalmología o Cirugía Infantil. El 75% en Traumatología, el 60% en Ginecología y el 50% en Neurocirugía, Cirugía Mayor Ambulatoria, Vascular y Otorrinolaringología. «El buque insignia de la sanidad asturiana es sólo un ejemplo de un patrón que se ha cumplido también para el resto de los hospitales», sostuvo el Simpa.

Los facultativos de Cabueñes, por su parte, celebraron una concentración junto al hospital, en la que se pudo ver una masiva concurrencia, tanto de médicos jóvenes como de históricos. «La normativa del Sespa es tan lesiva que ha logrado unirnos a todos», afirmaban los delegados del Simpa, Francisco Cantero y Fidel González.

El meollo del conflicto está en la reordenación de la jornada sanitaria que el Sespa busca implantar a cuenta de las 2,5 horas más de trabajo exigidas por el Gobierno central para toda la administración pública. El Principado aspira a ahorrar entre 13 y 17 millones de euros reduciendo contrataciones, erradicando las peonadas y modificando la ponderación de los que trabajan a turnos. Asimismo, en el caso de los facultativos se les dejará de abonar los módulos de tarde para los que no hacen guardias y se modifica la aplicación del descanso tras la guardia.

Otra imposición es que los facultativos de Primaria mantengan sus consultas abiertas, 2,5 horas, un día a la semana. La huelga se prolongará hasta el lunes.

El Sespa avisa de que deberá bajar el sueldo a todo el personal si no ajusta a los médicos

La primera jornada de la huelga convocada por el SIMPA provoca una menor afluencia de pacientes y desacuerdos sobre la cirugía programada

Oviedo, Pablo ÁLVAREZ, en La Nueva España

El Gobierno asturiano advirtió ayer de que la única alternativa posible al aumento de la actividad y la merma de salarios que ha decidido aplicar a los médicos de la sanidad pública asturiana sería «reducir las retribuciones a todo el personal», al igual que se ha hecho «en otras comunidades autónomas».

La gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), Celia Gómez, elevó el tono de sus argumentos ayer, el día en el que dio comienzo la huelga de nueve días convocada por el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA). Un paro que en estas cinco jornadas iniciales (de lunes a jueves de esta semana, y el lunes de la próxima) es de media jornada (de 08.00 a 11.45 horas de la mañana) y a la que están llamados unos 4.000 facultativos de la región, incluidos los médicos residentes.

La huelga está motivada por la aplicación en la red sanitaria asturiana de la ampliación de la jornada laboral decretada por el Gobierno central para toda España. Una modificación que se traduce en un aumento de 35 a 37,5 horas del programa de trabajo que el personal debe cumplimentar cada semana. El SIMPA rechaza con particular beligerancia la supresión de las libranzas posteriores a las guardias y la eliminación de los programas de trabajo vespertinos para los facultativos mayores de 55 años que están exentos de realizar guardias nocturnas.

La huelga de ayer se saldó con un balance desigual en función de quién lo realizaba. Según el Sespa, el paro fue secundado por un total de 245 médicos: 232 de hospitales y 13 de centros de salud, para un seguimiento global del 7,87 por ciento. A la vista de estos datos, «parece razonable pensar que la mayoría de los profesionales comprende y se siente preocupada por el momento tan crítico que vive Asturias en concreto y el país en su conjunto», señalaron fuentes de la Administración.

En la trinchera contraria, el SIMPA subrayó que la actividad sanitaria fue «mínima», que el seguimiento fue «masivo» y que «los propios pacientes, conocedores del conflicto laboral, no han acudido a sus consultas en centros de salud y hospitales». Los responsables del Sindicato Médico denunciaron «coacciones de las gerencias y direcciones médicas a los facultativos» y agregaron que han puesto estos hechos en manos de los servicios jurídicos de la organización sindical.

El Sindicato Médico concretó más. Sus dirigentes de atención primaria y especializada, Carlos Fernández Moro y Ángel Colmeiro, respectivamente, calificaron de «burdo maquillaje» los datos aportados por el Sespa y agregaron que «el mejor termómetro del seguimiento de la huelga está en la caída de la actividad asistencial». Según los responsables del SIMPA, durante las tres horas y tres cuartos de paro de ayer el ritmo de asistencia «fue similar al de un fin de semana».

«En los hospitales se ha realizado toda la actividad urgente y preferente, pero se ha suprimido la asistencia en quirófanos y consultas externas», indicaron los líderes del Sindicato Médico, quienes, como botón de muestra, precisaron que en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) se suspendió el cien por ciento de la actividad programada en urología, cirugía general -con la excepción de los procesos preferentes-, oftalmología o cirugía infantil, así como el 75 por ciento en traumatología, el 60 por ciento en ginecología y el 50 por ciento en neurocirugía, cirugía mayor ambulatoria, vascular y otorrinolaringología.

El HUCA «es sólo un ejemplo de un patrón que se ha cumplido también para el resto de los hospitales», señaló el SIMPA. En el hospital gijonés de Cabueñes, los facultativos protagonizaron una concentración «que prevén repetir cada día durante las jornadas de huelga».

Acerca de lo sucedido en atención primaria, el sindicato convocante afirma que «el seguimiento ha sido algo menor, pero la caída de la asistencia ha resultado igualmente significativa teniendo en cuenta que los servicios mínimos para el conjunto de la red de centros de salud superaba el 70 por ciento».

La gerente del Sespa reconoció «discrepancias» con el Sindicato Médico a la hora de interpretar qué tipo de actividad debe llevarse a cabo en régimen de servicios mínimos. «Hemos hablado con el comité de huelga», indicó Celia Gómez, quien subrayó que «las consultas que son preferentes y la actividad quirúrgica programada deben mantenerse». Según la responsable del Sespa, «ha habido problemas en algunos servicios y en algunos centros que estamos evaluando para conocer tanto el impacto como si se deriva alguna consecuencia de ello».

También ayer, el Sespa y el SIMPA mantuvieron una reunión que concluyó sin avances y con reproches mutuos de cerrazón e inmovilismo. Fue en este contexto de intercambio de críticas en el que Celia Gómez lanzó su aviso para navegantes acerca de una alternativa que consistiría en un recorte salarial para los aproximadamente 16.000 trabajadores del Sespa. Una amenaza con un trasfondo muy significativo, pues los restantes sindicatos del ámbito sanitario -que representan a los demás estamentos profesionales del sector- tienen previsto comenzar su propia huelga el próximo martes, día 16, para cumplimentar un programa de paros de diez días que iría intercalándose con el de los médicos.

«El planteamiento del Sindicato Médico es mantener la actividad extraordinaria de una u otra manera», afirmó la gerente del Sespa al término de la reunión con los representantes del SIMPA. Las pretensiones de la Administración sanitaria consisten en «absorber esa actividad extraordinaria en la jornada ordinaria» y en que «la jornada se cumpla por parte de todos los profesionales, incluidos los médicos, porque si no tendríamos que tomar otras decisiones que no se han querido tomar pero que sí se han tomado en otras comunidades autónomas, de reducciones de las retribuciones a todo el personal».

«No ha habido ninguna modificación de posición por parte del Sindicato Médico», subrayó Celia Gómez, quien efectuó «un nuevo llamamiento al diálogo». El Sespa convocó en la misma tarde de ayer a los médicos residentes «porque creemos que hay algún tipo de falta de información o desconocimiento» sobre las implicaciones de la nueva normativa para los facultativos en fase de formación.

Por su parte, el Sindicato Médico anunció que mantiene el calendario de paros «tras ratificar la nula voluntad negociadora del Sespa». Según Antonio Matador, secretario general del SIMPA, el Sespa «se limitó» a escuchar las propuestas ya conocidas de los médicos, «pero no ha movido ficha ni ha realizado ninguna contraoferta».

El paciente, paciente

Los usuarios acogen con resignación la huelga sanitaria, a pesar de ser canceladas decenas de intervenciones

09.10.12 - Ó. CUERVO | GIJÓN, en El Comercio.

Resignación y paciencia. Fueron los dos rasgos que identificaron a los numerosos usuarios que ayer tuvieron que acudir a alguno de los hospitales asturianos, ya fuera por una cita con el especialista o a ser intervenidos quirúrgicamente. Uno a uno, la mayoría de pacientes fueron pasando por los diferentes servicios de coordinación hospitalaria para solicitar una nueva fecha. Las colas y caras largas, sobre todo por la decepción y el cansancio de no ser atendidos, invadieron las salas de espera. Sobre todo, como sucede en muchos casos, tras semanas de espera.

Un agotamiento que, hasta donde ha podido saber EL COMERCIO, no se convirtió en ningún momento en enfados y malas palabras. Es más, varios fueron los pacientes que mostraron su apoyo, aunque con reservas, al colectivo sanitario. Eso sí, insistieron en que «no todos los trabajadores son iguales» y recordaron que «la salud de muchas personas depende de su profesión». «Su responsabilidad es enorme. Comprendo que estén muy molestos con Sanidad porque trabajar más y cobrar menos no es del gusto de nadie. Por eso, todos esperamos que no dejen tirados a tantos asturianos que les necesitan», señaló una paciente.

Normalidad en Primaria

Si la convocatoria de huelga tuvo impacto en los hospitales, la normalidad reinó en los centros de atención primaria del Principado. La atención, más allá de algún que otro retraso o cancelación puntual, apenas sufrió las consecuencias del parón de los médicos asturianos. El personal sanitario fue llamando, tal y como figuraban en sus previsiones del día, a los pacientes que habían pedido cita. También hubo casos en los que el horario de atención quedó reducido por la falta de personal o por el seguimiento de esta huelga, algo que provocó que algunos pacientes no fuesen atendidos por sus médicos de cabecera. Por ello, otros tantos usuarios tuvieron que volver a pedir una nueva fecha en el servicio de información de su centro de salud. Serán atendidos de su dolencia en los próximos días.

De ahí que las colas en los mostradores, habituales durante todo el año, crecieran todavía más. Fueron unas esperas que denotaron cierta amargura en el rostro de los pacientes, quienes tuvieron que aguardar durante un buen rato para ser atendidos. «Aunque supongo que esto está a la orden del día, haya o no huelga de médicos», lamentó un hombre que, «tras 20 minutos», aún aguardaba para ser atendido en el mostrador de información del centro de salud de El Llano, en Gijón.

Varios pasos más allá, varios padres esperaban con sus pequeños a ser atendidos por el equipo de pediatras. «Parece que todo va bien, que están llamando sin problema. Nosotros solo llevamos cinco minutos de retraso», explicó una madre. Unos retrasos que se mantuvieron, aparentemente, en la media de cada día.

Esperas, retrasos y colas que, en el caso de los centros de salud más pequeños, apenas se dejaron notar. Así lo admitía una mujer que, recomendaciones de su médico en la mano, abandonaba el centro de salud de Perchera, también en Gijón. «No he tenido ningún problema. Es más, hasta me ha sorprendido entrar tan rápido», reconoció.

También los hubo que prefirieron pecar de cautela y no acudir a su cita con el médico. Las llamadas a pacientes y sus correspondientes ausencias se dejaron notar.

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