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La unidad que tenemos en el HUCA, con 238 trasplantes en 14 años, podría verse afectada…

La unidad que tenemos en el HUCA, con 238 trasplantes en 14 años, podría verse afectada…

Matesanz aboga por cerrar algunas unidades de trasplante cardiaco

La búsqueda de más eficiencia, la falta de pacientes y la crisis han llevado a la Organización Nacional de Trasplantes a reorganizar el mapa de 20 centros

En cambio, los trasplantes de riñón permiten ahorrar más de 400 millones al año a las administraciones públicas

Foto: Rafael Matesanz, director de la ONT.

04.12.12 - DANIEL ROLDÁN | MADRID, en El Comercio.

El liderazgo de España en la donación de órganos y en los trasplantes no corre ningún peligro, pero es necesario hacer unos pequeños ajustes por culpa de la actual coyuntura económica. Unos retoques que pretenden buscar una mayor eficiencia de un mecanismo que está muy bien engrasado y que la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) quiere hacer desde dentro. Es decir, que sean los profesionales que están involucrados día a día en esta gestión sanitaria los que determinen por dónde pueden ir los planes. «Antes de que nos recorten, vamos a ver de qué podemos prescindir», ha comentado con claridad Rafael Matesanz, fundador y director de la ONT.

Esta revisión necesaria, «porque hay que estar ciego para no ver lo que pasa en el país», implica un estudio de todos los centros que realizan trasplantes en España. Matesanz ha explicado que el sistema español es un rara avis en Europa. Gran Bretaña abogó con tener pocos centros donde se realizasen muchas operaciones de estas características; Francia e Italia, en cambio, apostaron por muchos centros pequeños y más especializados; España, por su parte, tiró por la calle de en medio. Este sistema se ha visto que ha funcionado muy bien en determinados órganos. Por ejemplo, con los casos de hígado se determinó que tenía que haber una unidad de trasplante por cada 2 millones de habitantes que debía realizar una media de 30 trasplantes al año. En cuanto al pulmón, hay 7 centros que también cumplen sus características.

Sin embargo, el problema reside en las unidades coronarias. Repartidos por las comunidades autónomas hay 20 centros que realizan trasplantes de corazón que tienen una lista de espera de unos 80 pacientes. «Es decir, cada uno cuenta con 4 o 5 enfermos a la espera, lo que es un ratio muy bajo», ha precisado el reputado nefrólogo. Estas características hace que el balance coste-eficiencia no sea el más adecuado. Por eso, la ONT y la comisión sobre trasplantes del Consejo Interterritorial de Sanidad han elaborado un informe que elevarán al pleno que se celebrará en las próximas semanas. «Nuestro liderazgo mundial no está en peligro, pero hay que tomar precauciones», ha apuntado Matesanz. Una de las soluciones planteadas, en una jornada de trabajo organizada por la ONT y la Fundación Mutua Madrileña, es ahondar en la colaboración entre las comunidades autonómicas.

En este sentido, el doctor Joseba Aranzabal, coordinador de trasplantes en el País Vasco, ha explicado que la comunidad autónoma tiene acuerdos con Cantabria para las operaciones coronarias (sus ciudadanos son operados en Valdecilla) y con La Rioja en renales. «Ese es el camino», ha apuntado Matesanz. El presidente de la ONT ha incidió en que hay que seguir trabajando en los trasplantes porque «no es una terapia de lujo». Ha puesto como ejemplo los trasplantes renales, donde se puede comparar los beneficios de una operación de sustitución renal con la diálisis. Según la ONT, las administraciones se ahorran cerca de 400 millones al año por el trasplante. «Es la modalidad más barata», ha comentado el doctor. «El coste de un trasplantado es de unos 50.000 euros por año. En el primer año, se puede pagar algo más pero luego siempre los costes descienden. En el caso de la diálisis, no. El gasto siempre se mantiene», ha explicado el director de la Organización Nacional de Trasplantes.

Este coste del trasplante renal, según los expertos, permite incluso pagar otro tipo de sustitución de órganos o intervenciones quirúrgicas. Asimismo, Matesanz ha recordado que en España hay 50.000 enfermos renales terminales, de los que la mitad están trasplantados de un riñón. «Es un logro en el mundo entero», ha apuntado.

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