Por el momento ni el equipo directivo del área sanitaria IV, ni el SESPA, ni la Consejería se pronuncian sobre las denuncias de la Junta de Personal
Personal del HUCA dice que el cierre de plantas «deja al hospital sin camas para ingresos»
Los pacientes aguardan hasta 24 horas en urgencias antes de lograr un hueco en hospitalización, aseguran los médicos del Central
05.10.13 - LAURA FONSECA | OVIEDO, en El Comercio.
Ingresar en el viejo Hospital Central está estos días un poco más complicado. El plan de traslado al nuevo HUCA, el que obliga a menguar el antiguo complejo sanitario para adaptarlo al tamaño que tendrá en La Cadellada (más pequeño que el actual), está provocando trastornos y dificultades en el funcionamiento diario del hospital. La Junta de Personal del Área IV ya advirtió el jueves de que el centro sanitario atravesaba una situación de «caos» debido a los cambios repentinos, el cierre de plantas y el recorte de personal. Ayer, los sindicatos fueron más allá en sus críticas e indicaron de que «ya está habiendo problemas para los nuevos ingresos. No hay camas disponibles».
Según denunciaron las centrales, que ofrecieron una rueda de prensa en el propio hospital, el cierre de plantas y el traslado de servicios ha reducido de forma notable la capacidad de hospitalización en el viejo HUCA. La acusación sindical fue refrendada por diferentes médicos del Central consultados por EL COMERCIO, muchos de los cuales confirmaron que están teniendo problemas para conseguir ingresos. Aseguran, incluso, que hay pacientes que aguardan hasta 24 horas en los boxes de urgencias a la espera de que aparezca una plaza libre en hospitalización.
Tal y como avanzó ya EL COMERCIO, el plan para trasladar el viejo HUCA a La Cadellada pasa por adelantar el cierre de Silicosis y fusionar sus urgencias con las del centro general, además de trasladar y reubicar varios servicios del resto del hospital. Como consecuencia de este complicado puzzle, cerca de un centenar de trabajadores eventuales irán a la calle a lo largo de este mes. 58 ya han visto rescindido su contrato. La intención de la dirección del hospital es pasar de las actuales 1.075 camas a 994. En quince días busca eliminar 81 plazas, ya que argumenta que en La Cadellada, a donde comenzará a mudarse en enero próximo, sólo tendrá 989 camas de hospitalización.
Sin rehabilitación
La Junta de Personal denunció ayer que varios pacientes se han quedado sin su sesión de rehabilitación por la falta de un celador que les trasladara desde la ambulancia hasta el servicio donde reciben atención. «Esto es consecuencia de los recortes. Están prescindiendo de personal y eso tiene consecuencias», señaló Francisco Menéndez, presidente de la Junta de Personal del HUCA.
Otro de los efectos colaterales que sufrirán los pacientes de Silicosis que ingresen a partir de ahora en el Hospital Covadonga, a donde irá temporalmente el instituto, es que «tendrán que ser trasladados a consulta en ambulancia». Es habitual que los enfermos respiratorios hospitalizados reciban consulta en Silicosis. Al cambiar la hospitalización de sitio, pero no las consultas, «los enfermos tendrán que ser llevados de un centro a otro en ambulancia, algo totalmente absurdo cuando, además, apenas quedan tres meses para el traslado definitivo a La Cadellada», opinó Menéndez. Además, en la unidad donde se instalen ahora las camas de Silicosis «habrá que hacer obras de adaptación, ya que esas plantas no están dotadas del sistema de oxígeno que requieren este tipo de pacientes», abundó. La Consejería de Sanidad, con la que ayer contactó este periódico, no quiso emitir valoraciones sobre lo dicho por la Junta de Personal.
La fusión de servicios provoca el cese de siete médicos de urgencias
Longo reclama la dimisión del gerente del Área IV, Jaime Rabanal, «por su espiral de desatinos, que provocan inseguridad en los enfermos»
05.10.13 - L. F. | GIJÓN, en El Comercio.
La fusión de las urgencias de Silicosis con las del resto del Hospital Central dejará en la calle a siete médicos eventuales que hasta ahora trabajaban en el Covadonga. La dirección del HUCA ha decidido que los cinco médicos que atendían la atención urgente de Silicosis se integren en el equipo del centro general, donde hay 36 facultativos trabajando. Como consecuencia de esa integración, siete eventuales se quedarán sin trabajo. «Los ponen en la calle, así, sin más», se quejaron los sindicatos, que vienen denunciando recortes en materia de personal en el HUCA desde hace meses.
La Junta de Personal teme que los ajustes que está llevando a cabo el viejo Hospital Central «sea solo un primer paso hacia recortes aún mayores». Aseguran que la Consejería de Sanidad y el Servicio de Salud (Sespa) utiliza la excusa del traslado «para recortar y reducir el gasto». En este sentido, recuerdan, tal y como avanzó EL COMERCIO, que el Hospital Central tiene desviado su presupuesto en casi 30 millones de euros. «Lo que quieren es cuadrar las cuentas a base de despedir personal y reducir prestaciones», acusó Francisco Menéndez.
Quien también lanzó críticas contra la gestión que del traslado a La Cadellada está haciendo el gerente del Área IV, Jaime Rabanal, fue el diputado de Foro Asturias, Albano Longo. El parlamentario exigió el cese de dicho responsable. «El desastre en la atención sanitaria de Oviedo ha alcanzado tal nivel que es imposible de enderezar con el equipo directivo actual», señaló. Longo indicó que «la espiral de desatinos del actual gerente, el exconsejero de Hacienda, Jaime Rabanal, aconsejan su destitución por la seguridad de los pacientes».
Longo recordó que «en la última semana se han añadido tres nuevos hechos a los denunciados en las últimas semanas: el anuncio del cierre de Silicosis, el caos informático producido al comenzar a aplicarse el programa 'Millenium' y las colas en los servicios de citaciones de los centros de salud».
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