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Por estrategia partidista junto con algún que otro localismo…

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La fusión sanitaria divide a los alcaldes

La mayoría de las críticas parten del PP, aunque el socialista Gutiérrez Escandón, de Parres, teme que suponga «alejar los servicios de la ciudadanía»

La pretensión del Principado de pasar de 8 a 4 áreas sanitarias no convence por igual a los regidores

En la cuenca del Caudal no ven con buenos ojos que Langreo se ’apropie’ de la cabecera del área

Foto.- Regidores que opinaron.

12.02.2014 - L. FONSECA / M. VARELA / A. FUENTE / A. MORIYÓN / A. INGUANZO / I. GÓMEZ, GIJÓN / MIERES / LANGREO / ORIENTE / OCCIDENTE, en El Comercio.

 

La pretensión del Principado de modificar el mapa sanitario para pasar de ocho a cuatro áreas sanitarias divide a los alcaldes. El proyecto de la Consejería de Sanidad y que podría convertirse en ley a finales de año, según avanzó ayer en la Junta el consejero Faustino Blanco, no convence por igual a los municipios, muchos de los cuales alertan de posibles recortes o, incluso, pérdida de servicios. Aunque la mayor parte de las críticas proceden de regidores del PP, existen voces discordantes dentro del propio PSOE, como la del alcalde de Parres, Marcos Gutiérrez Escandón, que tiene dudas acerca de los beneficios de fusionar áreas y teme que la reordenación, que en el caso del Oriente obligará a unificar Arriondas con Gijón, «pueda alejar los servicios de los ciudadanos a efectos administrativos».

 

El modelo sobre el que trabaja Sanidad consiste, tal y como avanzó EL COMERCIO, en reducir las áreas para dejarlas en la mitad, es decir, en cuatro zonas. La intención es unificar las cuencas de manera que Langreo y Mieres pasen a ser área única. El resto del mapa quedaría de la siguiente forma: Cangas del Narcea se adosaría a Oviedo; Arriondas a Gijón, y Jarrio a Avilés. Oviedo, Gijón y Avilés seguirían siendo cabeza de distrito mientras que en el caso de las cuencas mineras lo sería Langreo, algo que no ha sentado bien en el Caudal.

 

En cualquier caso y al margen de apoyos o críticas, la mayoría de los alcaldes consultados dejaron entrever cierto desconocimiento sobre el proyecto y exigieron al departamento de Faustino Blanco «más información». Uno de los más escépticos es el alcalde de Cangas del Narcea, el popular José Luis Fontaniella, para quien la fusión de áreas «es una mala opción, ya que abre las puertas a que los médicos de esa área puedan trabajar en el HUCA no manteniendo la asistencia actual, que ya de por sí es bastante insuficiente en la comarca Suroccidental». Desconfía Fontaniella de que el nuevo mapa sanitario sea una excusa para trasvasar personal, ya que el HUCA y el Hospital de Cangas del Narcea pasarían a formar parte de la misma área sanitaria, lo que facilitaría el desplazamiento de profesionales de uno a otro centro.

 

No opina lo mismo otro alcalde del actual Área Sanitaria II, de Cangas del Narcea, el socialista José Ramón Feito, de Tineo, quien considera que «mientras no se pierda calidad en los servicios que se están prestando y se mantenga la atención, es un tema de organización que le compete a la Consejería de Sanidad». Entiende el representante tinetense que «la fusión trata de sacar el máximo partido a los recursos y ahora mismo, con los medios técnicos que hay, creo que es posible gestionar de forma más centralizada y aprovechar para que no estén infrautilizados».

 

Cangas de Onís: «un perjuicio»

Para el alcalde de Cangas de Onís, José Manuel González Castro (PP), la modificación del mapa sanitario, que data de 1992, «supondrá un perjuicio» para los intereses de Arriondas. Acusó «al PSOE, IU y UPyD, que en su día criticaron la reforma de la administración local porque decían que quitaba competencias a los ayuntamientos, y ahora resulta que son ellos los que quieren que las decisiones sobre nuestra sanidad se tomen en Gijón en lugar de en la comarca».

En Llanes, su máxima representante municipal, Dolores Álvarez Campillo (PSOE), cree que «lo importante es que no va a haber ningún tipo de reducción en los servicios, tanto en número como en calidad. Se trata, por tanto, de una cuestión organizativa». Similar opinión muestra el alcalde de Colunga, el también socialista Rogelio Pando, quien explica que «los colungueses pueden elegir si acuden a Arriondas o se desplazan a Oviedo, Gijón o Villaviciosa. Me consta que son muchos los que ya optan por acudir a Gijón», por lo que la reordenación no supondrá prácticamente cambio alguno.

 

No lo cree igual el regidor de Parres, Marcos Gutiérrez Escandón, del PSOE, que mantiene cautela ya que, como confiesa, «desconozco totalmente cuáles son las intenciones reales de este proyecto». No obstante, ante posibles cambios considera que «sería mejor mantener las cosas como están. Fusionar áreas sanitarias puede suponer, desconociendo como confieso los detalles, alejar los servicios de los ciudadanos a efectos administrativos. Su homólogo de Peñamellera Baja, del PP, José Manuel Fernández, recuerda que la batalla de este municipio, el más lejano de la zona oriental, es bien distinta. «Nosotros peleamos por conseguir que, al menos en las urgencias, podamos disponer de los hospitales de Cantabria». El regidor está convencido de que los cambios «no tienen por qué ser negativos. Una modificación así no va a dar un vuelco ni a cambiar el servicio. El usuario no lo va a notar».

 

Jarrio, luces y sombras

En Jarrio la fusión de áreas también deja luces y sombras. Para Ignacio García Palacios, alcalde de Navia y presidente de la Federación de Concejos, considera que «reportará beneficios», máxime en zonas de la periferia, donde «en ocasiones ha habido problemas para que vengan los especialistas. Al estar unidos, no hay nada que discutir». García Palacios (PSOE) asegura que «las cifras de Jarrio son inmejorables y la fusión no va a cambiar para nada la política que en el Occidente estamos disfrutando». No lo ve así, sin embargo, la alcaldesa de Vegadeo, Begoña Calleja, del PP. «Me parece que la distancia que hay entre Vegadeo y Avilés es suficientemente grande para los vecinos y también para asentar población. Que estos servicios se trasladen a Avilés es un desaire y una desigualdad», apunta. En cuanto a lo del trabajo en red, Calleja indica que «hay que ser realistas sobre los pacientes que tenemos, los pueblos y aldeas de Asturias. Nuestra población no está preparado para una centralización de este tipo».

 

Finalmente, el alcalde de Mieres se mostró bastante tranquilo con la fusión de la cuenca del Caudal con la del Nalón. Aníbal Vázquez (IU), confía que la unificación «sirva para mejorar la gestión y reducir cargos en la estructura sanitaria». No obstante, alertó que estará atento a que la nueva ordenación «no conlleve otro tipo de medidas».

 

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