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Pupitres apretados en el nuevo HUCA

Pupitres apretados en el nuevo HUCA

Técnicos de Gispasa dicen que en las aulas «no caben más de 125 alumnos», cuando los cursos son de 150. El consejero visitó ayer la zona con varios docentes.

Profesores de Medicina claman contra el área universitaria: «Es pequeña», advierten

Foto.- Cafetería para estudiantes y profesores. :: L. F.

El Comercio. LAURA FONSECA | OVIEDO. 4 septiembre 2014

Queda poco menos de una semana para que en el nuevo HUCA arranque también el curso universitario. El próximo martes, 9 de septiembre, La Cadellada abrirá sus aularios y lo hará para recibir a 600 alumnos, un tercio de los adscritos a Medicina. Por vez primera, los estudiantes cursarán dentro del recinto hospitalario, en una zona reservada a actividad docente y que tuvo que ser habilitada para tales fines después de que se cayera el proyecto de crear junto al HUCA un campus universitario.

 

Porque en la vieja Facultad de Medicina, situada en El Cristo, los alumnos disponían de instalaciones propias y se desplazaban al anexo HUCA para las prácticas. Pero en La Cadellada las aulas, los seminarios, las taquillas y hasta el comedor estudiantil están dentro del complejo hospitalario. El ’handicap’ es que no todos los alumnos de Medicina, ni mucho menos los del resto de Ciencias de la Salud, podrán cursar allí. No entran.

 

Medicina se partirá en dos. Al nuevo HUCA irán los llamados cursos clínicos, los que realizan actividades prácticas. La Consejería de Sanidad y la Facultad acordaron, tras meses de negociación, que sean los alumnos de tercero, cuarto, quinto y sexto los que utilicen los aularios del nuevo HUCA. La incorporación de tercero fue una decisión de última hora, algo que ha agravado los problemas de falta de espacio ya existentes.

 

El consejero de Sanidad, Faustino Blanco, se acercó ayer a la zona universitaria. Y lo hizo en compañía de varios docentes médicos, alguno de los cuales le trasladó las dificultades que hay para dar clase. «Las instalaciones son muy bonitas pero pequeñas. No entiendo que hagan una cafetería ’chill out’ y no tengamos sitio para despachar con los alumnos», se quejaba uno de los profesores. Además, en las aulas de La Cadellada, en las multitudinarias, «no caben más de 125 alumnos», advertía un técnico de Gispasa. Los cursos de Medicina están formados por 150 estudiantes. Lo bueno, «es que casi nunca acuden todos», salvo a los exámenes que se mantendrán en la vieja Facultad para evitar problemas, precisaron varios profesores un tanto resignados mientras debatían alternativas sobre cómo impartir clase el mismo día, pero en dos sedes diferentes, y entre las que hay 6 kilómetros de distancia.

 

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