Los centros de salud aplican la primera dosis de la vacuna del cáncer de cérvix
16.09.2008 Lne.es - Sociedad y Cultura
La inmunización comenzó a administrarse ayer a las jóvenes nacidas en 1995 Las dos dosis siguientes se suministrarán en noviembre de 2008 y marzo de 2009.
Erika Muñiz es una de las casi cien adolescentes gijonesas que ayer estaban citadas en el centro de salud Severo Ochoa de Gijón. De allí salía a última hora de la mañana con una tirita en el brazo izquierdo y la primera dosis de las tres que tendrán que ponerle de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH). ¿Dolorida? «Bastante», confesaba la chica. Pero su padre, Israel Muñiz, a su lado, restaba importancia: «Ya verás que no es nada».
El padre no le ponía pegas a la decisión de la Consejería de Salud del Principado de iniciar este año, con las niñas de 13 años (nacidas en 1995), la vacunación general contra uno de los principales causantes del cáncer de cuello de útero (también llamado de cérvix).
Según el Servicio de Salud del Principado (Sespa), las previsiones para este primer año hablan de aplicar 154 vacunas en el área sanitaria de Jarrio; 93 en la de Cangas del Narcea; 530 en Avilés; 1.139 en el área de Oviedo; 948 en Gijón; 148 en Arriondas; 197 en Mieres; y 224 en la zona sanitaria de Langreo. En total, 3.433 vacunas.
«Todo lo que sea prevención me parece perfecto. Lo que me parece mal es que lo hayan limitado a esta edad y que su hermana no entre en el plan», decía Israel Muñiz señalando a su otra hija, Iris, de 17 años, que les acompañaba. «A ella se la voy a comprar yo», añadía el padre.
Blanca González, madre de otra de las chicas que ayer pasó por el centro de salud gijonés, tampoco cuestionaba la participación de su hija en la campaña. «En cuanto se empezó a hablar de esto, ni lo dudé. Antes de que me llegara la carta con la cita ya le había preguntado al pediatra si era conveniente la vacunación».
Federico Fernández Noval, técnico de salud pública y coordinador de la campaña en Gijón, tenía ayer la sensación de que «poca gente ha faltado a la cita», ni lo hará en los próximos días. Dos enfermeras están dedicadas ex profeso a poner inyecciones a las 32 niñas citadas cada hora. En 15 días se cubrirá en el área gijonesa la primera dosis de todas las participantes, que -al igual que en toda Asturias- se repetirá en noviembre (del 17 al 28) y en la segunda quincena de marzo de 2009.
«Creo que hay una expectativa creada, sobre todo por el boom comercial que tuvo esta vacuna. La principal queja es la relativa a dejar fuera a otras jovencitas, pero siempre que se inicia una vacunación pasa igual. La fecha límite hay que ponerla en algún sitio», explicaba el técnico de salud del área V.
La implantación de este tratamiento preventivo se llevará a cabo en dos fases. La primera es la iniciada ayer, con la vacunación de las niñas nacidas a lo largo de 1995. Para la segunda fase se establece en Asturias un nuevo calendario de vacunaciones infantiles, que entrará en vigor el 1 de enero de 2009. Además de implantar la vacunación frente al VPH a las niñas de 13 años, en combinación con la inmunización frente a hepatitis B, este nuevo calendario establece el retraso a los 14 años de la vacunación de tétanos y difteria y de la inmunización especial frente a meningococo C en adolescentes.
La vacuna se aplica en el centro de salud o en el punto de vacunación habitual. Sin embargo, en las zonas urbanas se ha optado por la concentración: en el centro de salud de Pumarín, en Oviedo; y en el del Quirinal, en Avilés. El coste de esta campaña de vacunación para los años 2008 y 2009 es de dos millones de euros.
DATOS DE LA VACUNA
LAURA FONSECA, GIJÓN, para El Comercio
La negativa de padres y madres a que sus hijas de 13 años sean inmunizadas no llega al 0,1%, apunta la Consejería de Salud
La campaña comenzó ayer en Asturias con la aplicación de la primera de las tres dosis
El debate científico no bajó a la arena. La controversia que ha generado la irrupción de la vacuna del papiloma humano, con la que se busca reducir la incidencia del cáncer del cuello de útero y para la que 7.000 expertos españoles han pedido una moratoria, no parece haber calado entre las familias asturianas. Al menos, no estadísticamente.
La polémica inyección, que ayer comenzó a ser aplicada en Asturias a las adolescentes de 13 años, concitó una elevada aceptación entre madres y padres. Según datos de la Administración sanitaria, las negativas a recibir este antígeno, que se aplicará este año a 3.500 adolescentes, no llegan ni al 0,1%.
En Oviedo «sólo han dicho que no dos familias de las 1.139 niñas citadas», indicaron los responsables de la campaña en el Área IV. En Gijón, explicó el coordinador de Salud Pública, Federico Fernández Noval, «no nos consta ninguna negativa», mientras que en Avilés, «de momento, sólo tenemos una familia que la ha rechazado», dijeron fuentes sanitarias.
El primer día de vacunación discurrió con algo de confusión en los centros de salud, pero con normalidad.
En Oviedo, Gijón y Avilés, donde se concentra el 75% de las jóvenes de 13 años, se establecieron puntos únicos de vacunación, a donde están siendo citadas las menores. Cada día acuden un centenar de niñas, acompañadas de sus padres o tutores. Salud confía en culminar la primera fase de la campaña en dos semanas.
70% de los tumores
Pero, ¿para qué sirve la vacuna? Según la Consejería de Salud, para prevenir la infección de los tipos más frecuentes del virus del papiloma, los que están relacionados con el 70% de los cánceres de cuello de útero. Los críticos, por contra, dudan de esta efectividad, ya que tal y como apuntan los únicos estudios existentes sobre la vacuna no van más allá de los seis años.
Pero no es esta la primera inyección precoz que llega al mercado. En 2000, recuerda Fernández Noval, ocurrió lo mismo con la de la meningitis C, que «está funcionando espectacularmente bien». Para este experto, el principal motivo de controversia «es por el alto coste de la vacuna, ya que desde el punto de vista técnico es un fármaco muy seguro», insistió. Eso sí, puede causar efectos adversos, aunque «no van más allá de un pinchazo doloroso y algo enrojecimiento en la piel».
Características
Tres dosis: la vacuna contra el virus del papiloma se compone de tres dosis. La primera comenzó a aplicarse ayer. La segunda dosis se pondrá en noviembre y la última, en marzo de 2009.
100 euros: es el coste que tiene para las arcas del Principado cada una de las tres dosis. Salud desembolsó poco más de dos millones de euros en la compra de 21.600 dosis para 2008 y 2009.
Tetravalente: Gardasil, comercializada por Sanofi Pasteur MSD, es la variante escogida por Asturias. Está diseñada para prevenir la infección por cuatro cepas del virus: el 16 y el 18, causantes del 70% de los tumores; y el 6 y 11, responsables de las verrugas genitales.
Pinchazo al papiloma
Las familias consideran positiva la vacunación para prevenir el cáncer de cuello de útero pero reclaman que se amplíe la edad.
16/09/2008 S.D.M. para La Voz de Asturias
Aunque las citas se cursaron a partir de las cinco de la tarde, diez minutos antes la sala de espera ya estaba a rebosar y los sanitarios decidieron comenzar con la campaña. El Servicio de Salud del Principado (Sespa) inició ayer el plan de vacunación contra el virus del papiloma humano a las 3.500 niñas nacidas en el año 1995, el límite de edad fijado por las autoridades. La escena en el centro de salud de Pumarín es la habitual cuando se enfrenta a unos menores con una aguja y una jeringuilla: sonrisas nerviosas y algún que otro mareo. Las madres, que mayoritariamente eran las que acompañaban a sus hijas, apoyan la inyección de esta dosis de carácter preventivo, incluso alguna piensa comprarla para otras hijas que ya no cumplen el requisito de la edad.
La coordinadora de Salud Pública de Oviedo, Beatriz Erayalar, es la responsable de orquestar en la ciudad toda la campaña. Erayalar explicó que están citadas entre 75 y 80 pacientes por tarde, que son atendidas por un equipo de tres profesionales, dos ATS y un pediatra. Tan sólo un día han convocado a 50 menores, porque su idea es atender a las personas que no pudieron presentarse en la fecha en las que les llamaron. Con este ritmo de trabajo, la vacunación concluirá el próximo 2 de octubre.
Las familias llegaban con la carta de citación en la mano. En su interior el Sespa había introducido documentación sobre el virus del papiloma humano, el cáncer de cuello de útero y las enfermedades de transmisión sexual, informando de que sigue siendo necesario el uso del preservativo.
Susana Moreno acompañó a su hija Thais Buforn. En su casa no hubo ninguna duda acerca de la conveniencia de vacunarla. La madre tiene una amiga que ha pasado por el duro trance de un cáncer y asegura que "si cuando nosotros éramos pequeñas hubiera existido esta vacuna no tendríamos que superar estas enfermedades". El año pasado el pediatra de Tahis ya les había comentado que era inminente el inicio de esta campaña, por lo que tenían una información detallada de lo que era y no necesitaron hacer más preguntas. La niña aseguró antes de entrar que no tenía ningún miedo, pero, al final, le pudieron los nervios y tuvo que superar un pequeño mareo.
Y eso que la vacuna no duele. O eso al menos eso era lo que decía Paula Díaz después de salir del consultorio de Pumarín. "Es igual que el resto de vacunas, nadie tiene porqué venir con miedo", explicó. Junto a ella estaba su madre, Carmen Fernández. La que faltaba era la hermana mayor de Paula Díaz, que nació año y medio antes que ella y que no podrá participar en la campaña. Sin embargo, Carmen Fernández tiene pensado comprar la dosis por su cuenta y someterla a la vacuna. Ella es una de las muchas que piensan que la edad elegida es muy baja y que deberían haber cubierto un espectro más grande, con niñas hasta los 15 años.
Begoña Boto considera que sería una locura renunciar a este plan preventivo aprobado por el Sespa. Cuando se debate cuál será la efectividad de la vacuna contra el papiloma. Begoña Boto señala que ha leído que es casi del 99%, aunque matiza que no ha querido escuchar las polémicas generadas en los medios "porque no sabes qué es verdad y causan mucha confusión". Otras de las madres que ayer estuvo en Pumarín, María Fernández, señaló que "la medicina no es nunca del 100%, pero siempre que se puedan salvar vidas hay que intentarlo".
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