El SESPA no se cree los datos

Noventa médicos eventuales de primaria se niegan a renovar sus contratos

 

Exigen que el Sespa no prescinda de ninguno de los 150 facultativos y una mejora de las condiciones l Denuncian que ayer no se cubrieron 24 consultas en Gijón

 

Oviedo / Avilés, P. ÁLVAREZ / M. MANCISIDOR, para La Nueva España

Los problemas crecen para la Consejería de Salud del Principado. El nuevo conflicto podría resumirse de forma coloquial diciendo que hasta los parados se ponen en huelga. La realidad es que unos 90 médicos eventuales de atención primaria -sobre un colectivo global que ronda los 150- se niegan a firmar los nuevos contratos que les ofrece el Servicio de Salud (Sespa).

Al menos, ésta es la cuantificación llevada a cabo por los dirigentes del grupo, cuya principal reivindicación es que la Administración sanitaria renueve los contratos a los 150 profesionales, y no a los 115 que -aseguran los interesados- propone el Sespa. Asimismo, reclaman una mejora en las condiciones laborales que el Principado les ha puesto sobre la mesa.

De llevarse a efecto el rechazo a los nuevos contratos, la consecuencia sería la proliferación de consultas vacías por faltas de sustitutos. En el área sanitaria de Gijón, ayer eran 24 los puestos sin cubrir, según los portavoces del colectivo. En la de Avilés, los facultativos eventuales tramitaron ayer la convocatoria de una huelga indefinida que, sobre el papel, comenzará el próximo 2 de diciembre.

Los médicos de plantilla de los centros de salud llevan varios meses en pie de guerra a causa del proyecto de la Consejería de que trasladen a las tardes una parte de su jornada de trabajo ordinaria. Ahora, la iniciativa de los eventuales agudiza la tensa situación que vive el sector.

El colectivo de los eventuales lo configuran aquellos médicos que realizan sustituciones por cualquier circunstancia -vacaciones, permisos, bajas, asistencia a congresos...- en los servicios de atención primaria. Se trata del conjunto de facultativos menos estable de toda la sanidad pública asturiana, si bien desde hace dos años su situación ha mejorado sensiblemente.

En los últimos tiempos han disfrutado de contratos de mayor duración: seis meses. Un 30 por ciento del grupo tuvo que trabajar un mes en las alas de la región, donde la escasez de facultativos es patente. Las condiciones que ahora oferta el Sespa -pero sólo a 115, suficientes a juicio de la Administración para cubrir las necesidades asistenciales- hablan de un contrato de doce meses, con dos de movilidad geográfica fuera del área sanitaria de origen.

Los portavoces del colectivo dan por hecho que los 35 médicos restantes también irán siendo llamados, pero vaticinan que volverán a una situación de precariedad similar a la de años atrás. «Lo que nadie nos ha explicado es por qué hacen falta menos médicos cuando la carga de trabajo no ha disminuido», señalan los dirigentes, quienes precisan que otro motivo de rechazo de la nueva oferta del Sespa se centra en que la reducción de efectivos «va a suponer una sobrecarga de trabajo para los demás, y más aún si a todos se nos exigen dos meses en las alas».

Los perfiles del colectivo de eventuales son ligeramente difusos. Se distribuyen en las cinco áreas sanitarias del centro de la región, pues en las dos alas apenas existen médicos demandantes de empleo. Son 35 en Avilés, 40 en Oviedo, 52 en Gijón, 14 en Mieres y 10 en Langreo. El conflicto se centra en Avilés, Gijón y Mieres. Los eventuales de Oviedo y Langreo han optado por firmar sus nuevos contratos. «Queremos negociar con el Sespa», afirmaron ayer los representantes del colectivo.

En el área de Avilés, los facultativos eventuales cumplieron ayer los trámites burocráticos oportunos para secundar una huelga indefinida que, de no producirse cambios, comenzará el próximo 2 de diciembre. A la movilización están llamados los profesionales con contratos temporales aún en vigor. El objetivo de la huelga es reivindicar mejoras contractuales. Salud prevé formalizar contratos a 18 médicos, un número, según los afectados, insuficiente para cubrir la demanda.

«Sabemos que es un problema de falta de dinero pero tendrán que solucionarlo de alguna manera», sentenciaron los médicos temporales, quienes criticaron que los 18 nuevos contratos a médicos eventuales «siguen criterios completamente arbitrarios».

En Gijón, en la mañana de ayer se registraron -según los portavoces de los eventuales- 24 consultas vacías en los diversos centros de salud: 18 de adultos, 5 de pediatría y un miembro del equipo de hospitalización domiciliaria. «Los pacientes de todas estas consultas han sido repartidos entre el resto de los miembros del equipo, lo que significa mayor carga de trabajo, menor calidad asistencial y un aumento de la ya existente lista de espera», indicaron.

 

El Sespa quiere creer que las negativas a firmar «son un bulo»

 

Oviedo, P. Á.

La gerencia del Servicio de Salud del Principado (Sespa) difundió ayer un comunicado en el que afirma que «se procederá a contratar a todos los profesionales médicos que sean necesarios en función de las necesidades asistenciales». Sin embargo, no precisa la cifra.

La nota dela Administración indica que «se han mantenido ya reuniones de trabajo y se mantendrán en el futuro cuantas reuniones sean precisas para aclarar con los profesionales las dudas que surjan al respecto». La gerencia del Sespa -señala el comunicado- ha convocado ya a los médicos eventuales de atención primaria de Gijón para mañana, miércoles.

El Servicio de Salud da por hecho que «los propios profesionales afectados entienden que se procederá a contratar el número de médicos que sea necesario en función de las solicitudes realizadas desde las gerencias de cada área sanitaria». En cuanto a las condiciones de los contratos ofertados, el comunicado del Sespa aclara que «son de larga duración con posibilidad de movilidad geográfica, dado que la asistencia sanitaria tiene que ser garantizada en toda la Comunidad Autónoma, no solo en el área central».

La gerencia del Sespa quiere creer que son «simples bulos sin mayor credibilidad» aquellas informaciones sobre la posibilidad de que los médicos «no vayan a responder a las llamadas para proceder a la firma del contrato o incluso traten de aparentar una posible baja laborar para bloquear la prestación del servicio». La Administración apoya esta presunción en «la calidad profesional y la responsabilidad que caracteriza a la profesión sanitaria».