A la espera de lo que se acuerde hoy en la comisión de dirección

Los empleados auguran otro colapso en urgencias si no se abre la planta cerrada

Los sindicatos denuncian que la dirección «se niega a dotar de más camas» el centro, pese a la epidemia de gripe

 

Langreo, L. M. D., para La Nueva España

La situación en las urgencias del Hospital Valle del Nalón sigue estable, dentro de la gravedad. Los sindicatos denunciaron ayer que la dirección del centro se había negado «a abrir la planta que permanece cerrada», para «prever un repunte de ingresos producido por la epidemia de gripe». De esta forma, las centrales de trabajadores auguran «un nuevo colapso en urgencias» los próximos días, ya que «se repetirá la situación de este fin de semana: más ingresos, menos altas hospitalarias -al ser fiesta y fin de semana- y una planta cerrada. En resumen, un hospital sin espacio para hospitalizar a más gente».

En la tarde de ayer, quedaban en el Hospital Valle del Nalón once camas libres, si no se cuenta la planta que permanece cerrada por criterios «de gestión»: tres en las plantas de hospitalización, y otras ocho, en el denominado hospital de día. «En condiciones normales, podría ser suficiente», señaló Felipe López, de UGT, pero «hay epidemia de gripe y varios días festivos por delante, cuando se ingresa gente pero apenas hay bajas. La situación de saturación de urgencias es muy probable que vuelva a repetirse». Esta predicción la reafirmaba Arturo Méndez, representante sindical de CC OO. «Si mañana (por hoy) no se abre la planta cerrada, urgencias volverá a ser un caos los próximos días», afirmó.

A lo largo de la mañana de hoy, tendrá lugar una reunión, en el Hospital de Riaño, en la que se decidirá si para final de año se abre o no la planta cerrada, con la que el centro dispondría de otras 30 camas para ingresos. «Si se hace, la situación podrá ser normal. Si no, otra vez se repetirán los problemas», aseguraban los representantes de los trabajadores. César Menéndez, del sindicato de enfermería SATSE, subrayó que «se están utilizando las urgencias como si fuese una planta de hospitalización más». «Lo único que se consigue es saturar de trabajo a los empleados y dar peor servicio a los pacientes. Si no se toman las medidas oportunas, a partir del día 31 puede armarse una muy gorda en urgencias», apuntó Menéndez.