Los recurrentes problemas de Urgencias en nuestro Hospital nada tienen que ver con la dotación y funcionamiento del servicio de urgencias en si
El Hospital del Nalón atendió 2.000 urgencias más en un año a pesar de la caída de población
Los responsables sanitarios achacan el aumento de los ingresos al progresivo envejecimiento de la población del Valle
Langreo, L. M. D., para La Nueva España
El Hospital Valle del Nalón llegó a atender, a lo largo del año 2008, más de 37.000 urgencias, 2.000 más que el año anterior, lo que supone un incremento del 5,7 por ciento respecto a 2007. La subida, pese a ser notable, gana en importancia si se tiene en cuenta que el número de urgencias en el hospital comarcal en 1990 era de 18.000. De esta forma, en 18 años, el número de ingresos creció un 105 por ciento, pese a que en el mismo período el Valle perdió aproximadamente 16.000 habitantes.
Respecto al año pasado, la comarca perdió 404 vecinos, al pasar de 81.904 a 81.500, según los datos del padrón. El factor que más influye en el incremento del número de urgencias es el progresivo envejecimiento de la población del valle del Nalón, según responsables sanitarios.
Pese a que el número de usuarios del servicio de urgencias es cada vez mayor, el porcentaje de personas que acaban siendo ingresadas en el hospital tras la primera cura es cada vez menor. A lo largo del año pasado sólo el 17,2 por ciento de los pacientes que llegaron a urgencias fueron ingresados, una cifra inferior a la de 2007, cuando se hospitalizaba al 18,7 por ciento de los pacientes. Pese a carecer de estos mismos datos estadísticos en 1990, el número de ingresos por aquella época «era aún mayor», según explicaron fuentes médicas. La conclusión que puede sacarse de estas cifras es que la gente «cada vez usa más el hospital» sin pasar antes por la consulta de su médico de cabecera.
Con esta coyuntura, cada vez es más usual oír las quejas de los profesionales o de los propios usuarios por la «saturación» o el «colapso» del servicio de urgencias.
A principios del año pasado se inauguró la remodelación del servicio, que dispone de 18 boxes (dos de ellos con dotación de uvi para pacientes críticos), ecógrafo, sistemas de monitorización, unidad de observación con seis camas, sala de tratamientos y un mayor número de consultas. Pese a todo este refuerzo, a finales de diciembre, a consecuencia del primer «pico» de incidencia de la gripe de este invierno, volvieron a oírse quejas por el funcionamiento del servicio, ya que al permanecer cerrada una de las plantas del centro no había sitio suficiente para nuevas hospitalizaciones.
Las centrales sindicales han arremetido en varias ocasiones contra la práctica de cerrar una o varias plantas del hospital. Según los sindicatos, de esta forma se prioriza siempre «la gestión sobre la salud». Hace unos años, el cierre de plantas se llevaba a cabo únicamente en los meses estivales, cuando la actividad -sobre todo la quirúrgica- baja mucho en los hospitales. Sin embargo, la práctica se ha ido extendiendo en el tiempo hasta el punto de que la mayor parte del tiempo una parte del centro puede permanecer cerrada, no disponible. «Incluso cuando se puede predecir un repunte en los ingresos», afirmaron representantes sindicales, «se producen este tipo de situaciones».
La polémica ha llegado a la Junta General del Principado, donde el PP, a través del diputado Carlos Galcerán, ha solicitado la comparecencia de los dirigentes del Servicio de Salud del Principado (Sespa) para «que expliquen» por qué en el Hospital del Nalón «es recurrente el problema con las urgencias».
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