Entrevista a Carmen Pinto, Jefe del Servicio de Hematología del HUCA
«La gestión clínica es el futuro, pero me preocupa que en el nuevo HUCA se fraccione la hematología»
«Los anticonceptivos multiplican por cinco el riesgo de trombosis en mujeres con predisposición genética»
CARMEN RODRÍGUEZ PINTO Hematóloga, mañana ingresa en la Academia de Medicina
Oviedo, Pablo ÁLVAREZ, para La Nueva España
Carmen Rodríguez Pinto (Salamanca, 1943) es una de las contadas mujeres que dirige un servicio en la sanidad asturiana. Llegó al Principado en 1971, y desde 1994 es la jefa de Hematología del Hospital Central de Asturias. Mañana ingresará en la Real Academia de Medicina del Principado como académica correspondiente. El acto se desarrollará en Oviedo, en el salón de actos del Colegio de Médicos, a las ocho de la tarde. Su discurso de ingreso llevará por título «Alteraciones genéticas y trombosis venosa en la población asturiana».
-¿De qué alteraciones genéticas hablará mañana?
-La coagulación de la sangre es el resultado de un equilibrio entre factores que la favorecen y otros que la inhiben. Hablaré de las cinco alteraciones más conocidas que provocan que se formen trombos en los vasos sanguíneos. Presentaré algunos casos, entre ellos el de una familia en la que se produjeron tres muertes de mujeres jóvenes que fallecieron en el posparto.
-¿Cuáles son esas cinco alteraciones?
-Hay tres defectos que son menos frecuentes, pero que cuando se presentan aumentan mucho el riesgo de trombosis. Son los que afectan a la antitrombina, la proteína C y la proteína S. Y luego hay dos mutaciones genéticas, en los factores II y V, que son mucho más frecuentes: afectan a entre el 3 y el 6 por ciento de la población, pero aumentan poco el riesgo.
-¿Los estilos de vida influyen en el riesgo?
-El factor más destacable es el consumo de anticonceptivos: en mujeres con predisposición genética, multiplican por cinco el riesgo que generan todas estas alteraciones, pero especialmente el de las más frecuentes.
-¿Qué medidas preventivas son más eficaces?
-Si el tratamiento es a largo plazo, se hace con un tratamiento anticoagulante oral. Si es a corto plazo, o sea, para unas circunstancias concretas como pueden ser embarazos o intervenciones quirúrgicas, se recurre a heparinas de bajo peso molecular.
-¿Son eficaces?
-Desde luego. En la familia a la que antes me refería, casi todos los miembros de la primera generación sufrieron trombosis venosas. Sin embargo, en las dos generaciones posteriores sólo se registró un caso. Las alteraciones genéticas siguen estando ahí, pero se previenen sus efectos.
-¿Cómo ha evolucionado la hematología en los últimos 30 años?
-Se ha desarrollado en todos los campos. Un ejemplo elocuente es lo que ha ocurrido con las leucemias y con los linfomas. Hace 30 años eran mortales casi inevitablemente, y hoy se curan en un porcentaje alto. En cuanto a la hemofilia, no teníamos herramientas para diagnosticarla y tratarla, pero ahora disponemos de los concentrados de factor VIII o IX que permiten a los enfermos hacer una vida prácticamente normal. Actualmente, en el Hospital Central no solemos diagnosticar más de un caso de hemofilia al año. En el banco de sangre también ha habido avances: antes sólo se transfundía sangre total, y ahora podemos aportar al paciente sólo aquellos componentes que necesita.
-¿Cómo se estructurará la hematología en el nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA)?
-Soy partidaria de la gestión clínica, es el futuro, pero me preocupa que la especialidad de Hematología pueda quedar fraccionada. Corremos el riesgo de perder integridad, de que los médicos residentes del futuro no sean formados en una perspectiva global de la especialidad. Puede quedar dividida. Por una parte, las actividades clínicas; por otra, el laboratorio; y, por otra, el banco de sangre.
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