Los médicos desconvocan el paro en las urgencias. Un conflicto sanitario asturiano que se encauza
El SIMPA, sindicato convocante de la huelga, confía en alcanzar una «solución satisfactoria» para los problemas de los 190 facultativos
Médicos de urgencias del Hospital San Agustín de Avilés durante el paro del pasado mes de marzo. ricardo solís
Oviedo, P. R., Lne. No habrá nueva huelga en los servicios de urgencias de los hospitales de la red pública asturiana. El Sindicato Médico Profesional de Asturias (SIMPA) desconvocó el nuevo paro de los facultativos de este servicio, unos 190, previsto para los próximos 15 a 26 de abril -el anterior había sido del 23 al 27 del pasado marzo- ante la actitud negociadora del Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA). Su gerente, Elena Arias, propuso ayer al sindicato abrir una mesa técnica de diálogo en la que también esté representada la Sociedad Española de Medicina de Emergencias (SEMES), con el objetivo de tratar aspectos organizativos y retributivos de estos médicos, según un comunicado del SIMPA.
El sindicato se felicita por la voluntad negociadora del Servicio de Salud y confía en que se establezca «un camino de encuentro que nos lleve a la solución satisfactoria de éste y futuros problemas de los profesionales que representamos». Las reuniones comenzarán a finales de este mes.
«Hemos llegado a un acuerdo de mínimos para hablar pero no renunciamos a las movilizaciones en el caso de que no consigamos llegar a acuerdos definitivos sobre las condiciones laborales y profesionales de los médicos», declaró a LA NUEVA ESPAÑA un portavoz del SIMPA.
La posibilidad de acuerdo ya había sido avanzada el pasado sábado por el consejero, Ramón Quirós, durante la presentación de una nueva estrategia de cuidados paliativos en Oviedo. Quirós volvió a reiterar ayer, en Avilés, que se estaban acercando posturas. «Estamos trabajando en ello, creo que hay acercamientos y ojalá que se pueda desconvocar esta huelga», afirmó el consejero de Salud.
Reiteró que el Sespa tiene previsto abordar a lo largo de este año las condiciones de trabajo de los servicios de urgencias, tal y como se acordó en octubre del pasado año con UGT y CC OO, los únicos sindicatos que apoyaron su proyecto de reforma.
Los casi 190 médicos de la especialidad aspiran a lograr del Servicio de Salud que les garantice una equiparación de condiciones laborales y salariales con sus colegas de las restantes especialidades.
Los facultativos vienen manteniendo que el proyecto de reorganización de las urgencias del Principado les acarreará la pérdida de entre 600 y 1.000 euros mensuales. Tanto Elena Arias, gerente del Sespa, como Ramón Quirós lo han negado reiteradamente.
El paro del pasado mes de marzo apenas repercutió en los usuarios porque el Sespa impuso unos servicios mínimos del cien por ciento. Sin embargo, la gran mayoría de los médicos de los servicios había votado a favor de la huelga.
Para el Gobierno de Álvarez Areces, la huelga llevada a cabo en marzo era «un conflicto sin fundamento alguno» ya que no estaba basada en hechos objetivos al no haberse producido «ningún cambio» en los servicios de urgencias y había criticado la convocatoria de un nuevo paro de «características extrañas» dado su «carácter preventivo».
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