La firme apuesta de los sindicatos “mineros” de UGT y CC.OO. consolida sus frutos

El Adaro logra beneficios gracias al incremento de los conciertos con Salud

El sanatorio de Sama destinará las ganancias a la mejora de las instalaciones, que el pasado año registraron 548 ingresos hospitalarios

 Langreo,

Miguel Á. GUTIÉRREZ, para La Nueva España

El balance económico y la memoria de actividad siguen dando buenas noticias al Sanatorio Adaro de Sama. El antiguo hospital minero, reconvertido en centro sociosanitario desde 1996, cerró el pasado ejercicio sin pérdidas por cuarto año consecutivo y se consolida como el equipamiento geriátrico de referencia de las comarcas mineras. El pasado año, el Sanatorio Adaro registró 548 ingresos hospitalarios, a los que hay que sumar la actividad ambulatoria que realiza el sanatorio en diversos campos asistenciales. El Principado de Asturias planea, además, seguir incrementando los conciertos con el centro, a través de la próxima implantación de una unidad de cuidados paliativos dotada con siete camas que prestará cobertura a las áreas sanitarias correspondientes a los valles del Nalón y del Caudal.

Desde su reconversión en Fundación y centro socioasistencial, el Sanatorio Adaro pasó por una década en la que llegó a ponerse en duda la viabilidad del histórico centro, debido a los problemas para cuadrar las cuentas. Sin embrago, gracias al incremento progresivo de la actividad y a los contratos suscritos con la administración pública (principal fuente de ingresos) el equipamiento sociosanitario ha logrado enderezar el rumbo y evitar pérdidas.

Desde 2005 y de forma ininterrumpida, los ejercicios económicos del centro sociosanitario han arrojado un saldo positivo que se ha destinado a la mejora de los servicios prestados y a la remodelación de parte de las instalaciones. Recientemente, el centro ha encargado, asimismo, un estudio estructural para detectar posibles fallos y analizar futuras ampliaciones de la actividad.

La actividad asistencial del Sanatorio Adaro también se consolidó el pasado año, con una cifra global de 548 ingresos, 13 menos que en 2007. Este ligero descenso se explica por las obras de mejora acometidas en el centro, que mantuvieron cerrada parte de una planta del complejo durante la mayor parte del pasado año.

El centro dispone de 134 camas, sumando todas las unidades hospitalarias y el índice de ocupación supera el 90 por ciento. La unidad asistencial con más ingresos (un total de 381) fue la de convalecencia de corta y media estancia, que cuenta con un elevado índice de rotación. El perfil medio del paciente que pasa por esta unidad, dotada con 35 camas, se corresponde con un enfermo que se repone de una fractura de cadera, un accidente cerebro vascular o una agudización de una enfermedad respiratoria crónica, entre otros factores. Febrero y abril fueron los dos meses del año con un mayor número de ingresos, 37 en cada caso.

Por su parte, la unidad de rehabilitación de larga estancia del Adaro, que dispone de un total de 91 camas, atiende a los pacientes que precisan un período de recuperación más prolongado, así como mayores cuidados médicos y de enfermería. Este tipo de paciente suele padecer una enfermedad crónica, un alto grado de discapacidad o síndromes de demencia, entre otras patologías. A lo largo del pasado año, en ese departamento de rehabilitación de larga estancia se contabilizaron un total de 154 pacientes hospitalizados.

Por último, la tercera zona de hospitalización del Sanatorio Adaro de Sama, la unidad psicosocial, registró durante el pasado año un total de 13 ingresos. Este departamento dispone de un total de ocho camas.