Homenaje de ayer al histórico sindicalista vaya desde aquí también nuestro reconocimiento
Reconocimiento a una larga trayectoria pública
Antonio Hevia deja paso
El histórico dirigente minero de CC OO y protagonista del emblemático encierro de Barredo recibió ayer un homenaje, tras anunciar que abandona la primera línea de la actividad sindical
Latores (Oviedo), José A. ORDÓÑEZ, para La Nueva España
Antonio González Hevia, uno de los líderes mineros que protagonizaron el emblemático encierro en el pozo Barredo de Mieres en las Navidades de 1991, ha decidido hacerse a un lado y abandonar la primera línea de la actividad sindical. Ayer, el que fuera máximo responsable del sindicato regional de la minería de Comisiones Obreras (CC OO) recibió un caluroso homenaje de quienes fueron sus compañeros de fatigas, tanto en el ámbito laboral como en la larga militancia en el Partido Comunista de España (PCE).
El acto de reconocimiento a la labor desarrollada por Hevia, celebrado en un conocido restaurante de la localidad ovetense de Latores, congregó a varias decenas de personas, entre ellas la plana mayor de la Federación Minerometalúrgica de CC OO de Asturias, con Maximino García, su secretario general, al frente. La comida y la larga sobremesa sirvieron para que los asistentes rememoraran los tiempos más duros de la reconversión minera, cuando, a finales de los ochenta y comienzos de los noventa del pasado siglo, se produjeron duras movilizaciones en favor de la continuidad de un sector cuyo futuro estaba en entredicho. Entre ellas destacan encierros de la entidad y del significado del de Barredo, donde hoy se levanta el campus universitario de Mieres. González Hevia y José Ángel Fernández Villa fueron los pilares sindicales de aquellos difíciles tiempos de reconversión y cierre de explotaciones mineras.
Pocos minutos antes de pasar al salón en el que se produjo el encuentro, Antonio González Hevia tuvo palabras de «agradecimiento para los compañeros que pusieron en marcha el homenaje y para todos los asistentes a este acto». El histórico sindicalista reconoció que en un principio había albergado dudas sobre la conveniencia de una iniciativa de este tipo, pero que después, y tras una reflexión, llegó a la conclusión de que «no podía rehusar ante tanta amabilidad y generosidad». Lo cierto es que Hevia fue agasajado por los asistentes, quienes destacaron muy especialmente, además de una indudable y más que probada capacidad como dirigente sindical, su calidad y cercanía humana.
Tras recordar que empezó su actividad pública de la mano de Manuel Nevado, al que guarda «gran cariño por haber sido compañeros y muy amigos», y a la hora de destacar los momentos más relevantes de su larga trayectoria sindical, el histórico dirigente apuntó que «hay muchos», aunque reconoció que «el más llamativo de todos fue el encierro de Barredo». Recuerda el que por aquel entonces era el máximo responsable de minería en CC OO de Asturias que aquella movilización se produjo en la cuarta planta de la instalación minera, en protesta por el contenido de los proyectos de reconversión del sector. El encierro culminó el día 3 de enero de 1992 con los encerrados aclamados por la multitud. Hevia considera que el resultado de aquella movilización fue «positivo» y que, afortunadamente, «no fue en balde, sino que sirvió para mejorar la situación de la minería, y no sólo de la asturiana, sino también de la española en general».
Firme defensor de la unidad de acción sindical, González Hevia inició la militancia en el PCE siendo muy joven. Según indicó ayer, «supe asimilar bien la autonomía de las decisiones del sindicato», pese a que, a su juicio, «es difícil que los militantes san independientes de todo, pues el partido es un instrumento para transformar la sociedad». Por cierto, el sindicalista quiso aclarar que, «ideológicamente, sigo donde estaba, con todos los avatares que se dan en la vida».
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