Desde mi ventana lo veo así ...
Lo de las Mesas Sectoriales no es tan baladí como parece …
Hace mes y medio comentaba como opinión en este blog lo de la dudosa legitimidad y absoluta inoportunidad de favorecer la constitución de las Mesas Sectoriales, desde CC.OO.
Entonces lo hacía en clave interna, a partir de unas declaraciones de J. Antonio Carnero (Srio. Gral. de Sanidad de CC.OO.) efectuadas en la prensa y en un contexto, el de la convocatoria por el “frente coorporativo” de una manifestación, la del 25 de mayo, que resultó ser todo un fracaso. Manifestación netamente orientada a criticar a CC.OO. (excepto enseñanza) y a UGT.
No voy a volver, por tanto, a repetir lo dicho entonces. El que tenga interés puede leerlo en este enlace: VER ARTICULO DEL 22 DE MAYO.
Lo que ahora pretendo es dar mi opinión sobre el cambio de actitud desde la Mesa General o “Mesona” con relación a las Mesas Sectoriales.
Va a haberlas y algunos pensarán que es un gran logro, que los problemas de los trabajadores ahora tendrán un mejor tratamiento por aquello de la especificidad y porque muchos sindicatos que estaban fuera del marco general por no tener derecho a él, ahora estarán y eso enriquecerá el debate … que todo va a ir mejor, en suma. Pero eso no va a ser así y todos, los mayoritarios y los minoritarios, lo saben.
Las competencias de las Mesas Sectoriales están recogidas en la Ley, al igual que lo están las Mesas Generales, y su margen de negociación y de llegar a posibles acuerdos están definidos jerárquicamente: La Mesa Sectorial no puede aprobar nada que no sea posteriormente refrendado en la Mesa General o, dicho de otra manera, en la Mesa Sectorial no va siquiera a discutirse nada que no autorice, previamente, la Mesa General.
Luego algunos sindicatos minoritarios y sectoriales, que no son tan “mentirosos”, ya están dando los pasos para la nueva confrontación que se avecina en el nuevo escenario creado por la “Mesona” ayer: El de intentar romper esa supeditación jerárquica de las Mesas Sectoriales frente a la General. Algo que netamente saben que es imposible porque exige modificaciones legislativas y de fondo, como es la manera de entender el modelo de los empleados públicos por parte del gobierno …
Este, dicho sea de paso, accede a este nuevo escenario para rebajar la tensión que nuevamente, y tras el fracaso de la manifestación en el que había perdido impulso, se recuperó tras la Sentencia sobre la Carrera Profesional. Pero esa tensión que pretende rebajar ahora lo único que hace es trasladarla a las mesas sectoriales. Dividirla, en suma, en pequeños cachitos con la esperanza de que el “frente corporativo” se diluya en ellos. El problema es que también divide a las organizaciones de clase en esos mismos cachitos … bueno, CC.OO. en realidad ya lo estaba, y el riesgo, que no ha considerado el gobierno, es que en ese escenario nuestras organizaciones de clase son más vulnerables al corporativismo…
Conocí, por desgracia, tiempos en los que la impreganación coorporativa de CC.OO., por circustancias similares a las que ahora se van a reproducir, la llevaron a secundar unidades de acción sectoriales con peticiones que prefiero olvidar. Pero si recuerdo los resultados en cuanto a movilización se refiere. Del año 2002 a hoy no ha pasado tanto tiempo.
Confio en que la madurez nos haya vacunado frente a esas tentaciones, pero no confío mucho …
El tiempo inmediato nos dirá si la decisión de ayer es acertada.
Arturo M.G.
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