Un nuevo descubrimiento científico lleva sello asturiano

Otín participa en un estudio que revela efectos antitumorales de la vitamina D

El trabajo, publicado por 'The Journal of Clinical Investigation', demuestra por primera vez que los metabolitos son activos contra el cáncer de colon

08.07.09 - E. C., GIJÓN, para El Comercio

Un nuevo descubrimiento científico lleva sello asturiano. El equipo de Carlos López Otín ha participado en un estudio que publicó ayer 'The Journal of Clinical Investigation' y que revela que la forma activa de la vitamina D3 puede tener efectos antitumorales.

Según informaba ayer el 'Diario Médico', desde hace más de una década hay evidencias epidemiológicas y clínicas de los efectos anticancerígenos de esta vitamina en diferentes tumores.

Lo que se ignoraba hasta ahora y este estudio ha podido demostrar es cómo funciona el mecanismo que hace que los metabolitos activos de la vitamina pueden ejercer esa acción.

Este trabajo de investigación ha sido liderado por el grupo de Alberto Muñoz, científico del Instituto de Investigaciones Biomédicas del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y el equipo de Carlos López Otín. Pero es, a decir del propio Otín, Alberto Muñoz el principal responsable de este trabajo que ha permitido encontrar una explicación científica por la que esta vitamina cuenta con una acción anticancerígica en tumores de colon, ya que ejerce una regulación directa sobre el promotor del gen de la cistatina D. Silva Álvarez-Díaz, Noelia Valle, José Miguel García, Cristina Peña, José María Pérez Freije, Víctor Quesada, Aurora Estudillo y Félix Bonilla firman también este trabajo.

Prevención

Se trata de una investigación básica, por lo que por el momento no tendrá aplicaciones inmediatas. En cualquier caso, a partir de esta constatación de los efectos antitumorales de los metabolitos activos de la vitamina D, se podrían desarrollar nuevos ensayos clínicos con el objetivo de avanzar en la prevención.

Según explica en su información 'Diario Médico', la cistatina D, una antiproteasa, es capaz de llegar a reprimir las vías clásicas de malignización y sucede que bajo la acción de la vitamina D se sobreexpresa, lo que permite que con ello se reduzca la agresividad del tumor.