Esperemos que así sea

Pajín: "El Gobierno no contempla congelar el sueldo de los funcionarios"

La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, vaticina unos Presupuestos Generales del Estado para 2010 "austeros y rigurosos" pero al mismo tiempo, "ambiciosos en lo social". El principal recorte lo sufrirán los gastos corrientes.

NUEVATRIBUNA.ES / AGENCIAS - 12.08.09

La secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, afirma que la congelación salarial de los funcionarios "no está encima de la mesa en estos momentos" pese a que la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, avanzó que estos "tendrán que adecuarse a la situación económica".

Pajín vaticina unos Presupuestos Generales del Estado para 2010 "austeros". No obstante, los socialistas tendrán que esforzarse en la búsqueda de acuerdos parlamentarios para las cuentas del año próximo y para leyes como la del aborto, que, hoy por hoy, afirma la dirigente del PSOE, "tiene apoyos suficientes para salir adelante".

Según ha revelado la secretaria del PSOE, ya ha habido una primera ronda de contactos con los grupos y tras el verano habrá nuevas reuniones, pero todavía es pronto para saber quién va a apoyar los presupuestos.

Ante la necesidad de aprobar la herramienta más importante que tiene el Gobierno para hacer frente a la crisis, Pajín ha instado al PP a "aparcar por una vez sus intereses partidistas" para aprobar la ley de presupuestos.

Las cuentas, ha recalcado, serán "austeras y rigurosas", pero, al mismo tiempo, "ambiciosas en lo social". Preguntada sobre la posibilidad de que el Ejecutivo aproveche para subir los impuestos, ha señalado que corresponde al Gobierno "reflexionar sobre la política fiscal", pero ha recordado que cualquier decisión en ese ámbito estará supeditada a los acuerdos parlamentarios.

El principal recorte lo sufrirán los gastos corrientes y "algunas partidas de las que, hasta ahora, mientras había crecimiento económico se podía hacer gala". Varios dirigentes socialistas han avanzado ya, por ejemplo, la posibilidad de rediseñar la deducción fiscal de los 400 euros o la ayuda de 2.500 euros por nacimiento.