Artículo de opinión de JAVIER LÓPEZ, Secretario General CCOO de Madrid
Negociación colectiva y crisis
En el marco de la negociación colectiva el chantaje es inmediato. Moderación y recortes salariales o pérdida de empleo. Los convenios colectivos de empresa o los sectoriales con cláusulas abiertas facilitan estas maniobras.
La Confederación Europea de Sindicatos (CES), al analizar la crisis y sus efectos sobre la Negociación Colectiva, define como “bomba de relojería financiera esperando explotar" la situación sobre la que reposa la economía europea. La acumulación de deudas con fines especulativos como técnica esencial del capitalismo de casino ha invadido a las empresas no financieras que han asumido un alto endeudamiento en muy pocos años. El 65 por ciento del PIB.
La débil presión inflacionista que caracteriza a la Unión Económica y monetaria ha dotado de mucha liquidez a los bancos europeos, a la que se han sumado cientos de miles de millones adicionales de los fondos de inversión capital-riesgo.
La avaricia de las empresas y la búsqueda del “máximo valor” para los accionistas, ha conducido a la utilización de las stocks options, incrementando artificialmente el valor de sus títulos, acompañado de la sed de adquisiciones, casi siempre en el extranjero, han conducido a una escasa inversión y capitalización, altos pagos de dividendos, recompra de acciones e incremento de la deuda.
Beneficios constantes divididos entre una base de capital muy reducida incrementada la rentabilidad y el valor del stock de la empresa, repercutiendo en el valor efectivo de las stocks options de los directivos.
El riesgo aumenta, mientras el capital social disminuye, sin contar con reservas para hacer frente a stocks negativos o a la renovación de la deuda en peores condiciones financieras.
Ante la crisis el recorte de inversiones en aras de la liquidez es inevitable, lo cual repercute en la demanda y en el crecimiento económico global.
En el marco de la negociación colectiva el chantaje es inmediato. Moderación y recortes salariales o pérdida de empleo. Los convenios colectivos de empresa o los sectoriales con cláusulas abiertas facilitan estas maniobras.
Intentar salir de la crisis, recurriendo a las mismas técnicas que trajeron los problemas es otra tentación, atrayendo inversiones sobre la base de pagar altos dividendos, a costa del empleo y los salarios.
Expedientes de Regulación de Empleo negociados bajo la espada de Damocles de la Ley Concursal son un buen ejemplo de estas maniobras en España. Los esfuerzos de los trabajadores para salvar el desastre financiero de las empresas, puede dilapidarse en otra oleada de remuneraciones para los accionistas.
La importancia de la negociación colectiva se pone de manifiesto en este marco económico. Los convenios colectivos deben garantizar un campo de juego equilibrado que limite la carrera hacia los altos dividendos.
Moderación salarial con contrapartidas en pagos de dividendos, pagos y bonos para la dirección, stock options. Opciones negociadoras que podrían asociarse a restricciones políticas como las moratorias al pago de dividendos, o limitar mediante la política fiscal los excesos en el pago de dividendos, delimitando los mismos.
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