"Que no se aprovechen de la crisis"
La tensión preside la vuelta al diálogo entre empresarios y sindicatos.
Toxo y Méndez presentan la movilización del próximo 12 de diciembre y lanzan algunas recomendaciones a Salgado y 'Mafo'.
NUEVATRIBUNA.ES/ LM.
Empresarios y sindicatos acumulan fuerzas y efectivos para enfocar el delicado proceso que podría llevar, a partir de mañana miércoles, a restituir la confianza perdida en las instituciones y la economía españolas. Un proceso de diálogo social roto en el primer semestre por la disputa entre los agentes sociales a cuenta de los salarios y la normativa laboral, y que ahora el Gobierno pretende recomponer a toda prisa, esta vez en torno a un modelo de "flexiseguridad", aún sin concretar, pero que conllevará "esfuerzos y sacrificios" por parte de todos, según recordó hoy el secretario de estado de Hacienda, Carlos Ocaña.
Empresarios y sindicatos velan armas en vísperas del fin de la batalla por los convenios de 2009, cuya resolución mañana podría abrir la puerta a la llegada de un tiempo de "estabilidad" en las relaciones laborales para los próximos tres años, unos años que serán "clave" para la recuperacion económica, según recordó hoy el secretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo.
Los secretarios generales de Ugt y Comisiones Obreras, Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo, presentaron hoy los detalles la "movilización general" programada el 12 de diciembre en Madrid, donde "cientos de miles de trabajadores", según confían los sindicatos, recorrerán las calles bajo el lema "Que no se aprovechen de la crisis".
Por su parte, los empresarios ultiman los preparativos de su gran cumbre empresarial que a principios de diciembre pretende servir de altavoz de sus reivindicaciones para la salida de la crisis. En este sentido, el ministro de Fomento, José Blanco, confirmó hoy que será él quien asista a la jornada inaugural de la convención patronal, en lugar del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que rehusó asistir por motivos de agenda.
Mientras tanto, el Gobierno urgió hoy a los agentes sociales a firmar un acuerdo rápido sobre negociación colectiva, basado en subidas salariales "estrictamente ligadas" a la productividad, según dijo hoy el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, que consideró "clave" el aumento de la competitividad de las empresas españolas, para abordar, si no una reforma laboral, sí un cambio de normas que potencie la "eficiencia" del mercado laboral español.
Nuevos tiempos exigen nueva terminología y Elena Salgado, la ministra de Economía, ató hoy al palo de la incipiente negociación entre empresarios y sindicatos la zanahoria de la "flexiseguridad", el concepto con el cual el gobierno tiene intención de llevar a los agentes sociales al terreno de las "reformas estructurales" que, en opinión de la ministra, precisa la economía española para conseguir que las empresas españolas refuercen su "competitividad".
Así, el Gobierno trata ahora de borrar del diccionario las palabras "reforma laboral", malditas tras el fracaso en julio de la concertación, y enarbola la bandera de la "flexiseguridad", un paraguas lo suficientemente ambiguo y grande, hasta el momento, como para acoger a los implicados en la negociación tripartita.
En este sentido, los empresarios se encargaron de recordar ayer que Ceoe "sigue aspirando" a abordar "cambios ambiciosos" en materia de empleo, una apuesta a la que replicaron los sindicatos hoy al insistir que la palabra reforma no es sinónimo de recortes, ni en la protección social -desempleo- ni en la rescisión de contratos -indemnización por despido-.
ZAPATERO A TUS ZAPATOS
Por otro lado, aunque siempre dentro del mismo proceso de negociación, los sindicatos recomendaron hoy a la ministra Salgado que, en lugar de lanzar propuestas confusas en materia laboral, "se preocupe" por explicar por qué la Comisión Europea concede a España un año menos de margen que a Irlanda para retornar a la senda del equilibrio presupuestario.
Los sindicatos cargaron así contra Salgado a quien acusan de aplicar politicas muy "tímidas" en materia fiscal, tanto en el lado de los ingresos -exigen una reforma de impuestos-, como en el lado de los gastos, donde exigen mayores inversiones, a pesar del creciente déficit.
Además, Toxo encomendó al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez -partidario de la reforma laboral-, "no distraerse" de una tarea, "esta sí, urgente", añadió, como es la reforma del sistema financiero, que está retrasando la llegada del crédito.
TIEMPO PARCIAL
En cuanto al contrato a tiempo parcial, una de las medidas que se han puesto sobre la mesa para reflotar el mercado laboral español, Toxo recordó el compromiso del Gobierno de Zapatero de acercar el salario mínimo interprofesional a los 800 euros al final de la legislatura, y explicó que los salarios españoles son tan bajos que la jornada parcial apenas permite "la supervivencia" de los trabajadores.
Toxo se mostró dispuesto a "discutir" el impulso al contrato a tiempo parcial con los empresarios y el gobierno, siempre que se haga para que la distribución de la jornada de trabajo se "acomode al proceso productivo".
Para Cándido Méndez, la fórmula legal para contratar a una persona a tiempo parcial ya se ha cambiado "en tres o cuatro ocasiones" los últimos años, pese a lo cual "no se utiliza", dijo, tras abogar por dotar de derechos "adecuados" a una fórmula que debe ser "voluntaria" y corregir los abusos detectados por parte de los empresarios, añadió, y ser incompatible además con la prolongación de la jornada laborla y con las horas 'extra'.
REFORMA NEGOCIACIÓN COLECTIVA
Asimismo, Méndez insistió en la apuesta sindical por reformar la negociación colectiva y y avanzó una propuesta en este sentido, como es la reordenación y la reducción del tiempo de trabajo, siempre que se plantee para "proteger el empleo" y no "sólo" para abaratar los costes del factor trabajo, explicó.
Sindicatos y empresarios firman mañana miércoles en Madrid el acuerdo de la negociación colectiva de 2009. Tras supervisar su cumplimiento, los sindicatos intentarán llegar a un acuerdo con los empresarios sobre los salarios para los próximos tres años, posiblemente ya en enero. Una vez hecho esto, el Gobierno tratará de abordar algunas reformas laborales que, según dijo hoy el secretario de estado de Hacienda, Carlos Ocaña, son "esenciales" para retomar la senda del crecimiento.
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