Más y más divergencias con el gobernador del Banco de España ...
La reforma laboral que nos aguarda a la vuelta de la esquina
El gobernador del Banco de España y el presidente del Banco Central Europeo apremian al Gobierno español para que acometa la reforma.
Zapatero ha insinuado que el asunto podría empezar a estudiarse en el primer trimestre de 2010.
Y los sindicatos han avisado de que están abiertos al debate pero han dejado claro que no van a tragar con el despido como mecanismo de ajuste de plantillas.
NUEVATRIBUNA.ES
El presidente del Gobierno lo ha dejado en el aire. Durante su participación en unas jornadas organizadas por The Economist, Zapatero ha dejado caer que, una vez que empresarios y sindicatos acaben de negociar el acuerdo sobre negociación colectiva para 2010-2012, espera que se pueda reabrir el diálogo social y tratar en él medidas "desde la perspectiva del mercado laboral" y para la creación de empleo.
Tal y como lo ha planteado el presidente, esas medidas que afectarían al mercado de trabajo se podrían debatir en el primer trimestre de 2010.
Mientras Zapatero asistía a estas jornadas, el gobernador del Banco de España, firme defensor de la reforma laboral, comparecía en el Senado y volvía a sacar el tema a relucir. Además de su consabida tesis de que la economía española se enfrenta a una "encrucijada decisiva", que obliga a emprender "ambiciosas" reformas estructurales en términos de mercado laboral y educación, Miguel Ángel Fernández Ordóñez se ha frotado las manos por los cambios que ha percibido en los sindicatos.
Concretamente, MAFO se ha declarado "muy contento" por los "cambios en las declaraciones" de CCOO y UGT sobre la posibilidad de abordar una reforma laboral, así como por las recientes palabras de miembros del Gobierno más proclives a esta reforma. En el estilo apremiante que le caracteriza, ha advertido de que "ahora hay que hacer, no sólo decir". En su opinión, la creación de empleo sólo es posible introduciendo "innovaciones" en las modalidades de contratación, así como cambios en la negociación colectiva para dotar a las empresas "de la flexibilidad que necesitan para aumentar su productividad".
Y ha culminado su discurso en tono amenazante: "Si no se adoptan pronto reformas", ha dicho, los altos niveles de desempleo comprometerán la solidez del sistema financiero y aumentarán las dificultades de las entidades. "La economía española se enfrenta a una encrucijada decisiva", ha sido su sentencia final.
El caso es que los sindicatos no parecen compartir estas apreciaciones del gobernador. UGT le ha contestado acusándole de querer "apretar más las tuercas a los trabajadores". El sindicato ha indicado que "después de cinco reformas laborales" las debilidades que presenta el mercado de trabajo son la alta tasa de temporalidad, la elevada rotación, y la facilidad para destruir empleo.
Es más, desde UGT se afirma que estas posiciones "no sólo justifican sino que alientan la movilización general que han convocado los sindicatos el día 12 de diciembre", una manifestación que pretende "reafirmar la postura sindical en contra de los que quieren aprovecharse de la crisis en detrimento de los trabajadores".
A modo de conclusión, el sindicato echa en cara a Fernández Ordóñez su "escasa" aportación en materia financiera y le acusa de meterse "en terreno ajeno" y de "alinearse con las tendencias más tradicionales que reiteradamente, estemos o no en crisis o en bonanza económica, reclaman la reforma de nuestras instituciones laborales en perjuicio de los derechos de los trabajadores". Además, considera "curioso" que Fernández Ordóñez guarde "silencio" sobre la responsabilidad de las entidades financieras en la especulación inmobiliaria en España, mientras que se pronuncia sobre el mercado laboral.
El comunicado de UGT no sólo es una respuesta a Fernández Ordóñez. En el mismo comunicado también sale al paso de las declaraciones del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, que ha pedido este lunes a España una flexibilidad laboral más amplia y un ajuste de los salarios a la productividad para recuperar la competitividad.
En un discurso pronunciado en el marco de un evento organizado por la Autoridad de los Mercados Financieros, Trichet ha hecho hincapié en que en España "la carga de la crisis ha caído de manera desproporcionada sobre los trabajadores temporales", mientras que la indemnización para los trabajadores permanentes ha estado sujeta a "pequeños ajustes".
"Mirando hacia el futuro, la flexibilidad salarial tendrá que ser más amplia", ha destacado el presidente del BCE que opina que "al final, estas reformas, que incrementan la productividad y la competitividad, ayudan a reequilibrar las cuentas externas en base permanente y reducen la dependencia de financiación externa", y que también ha metido prisa a las autoridades españolas, asegurando que las reformas estructurales son necesarias y que no pueden posponerse ni en España ni en el resto de los países de la UE, a pesar de la crisis económica.
En su comunicado, UGT recuerda a MAFO y a Trichet que sí apoya cambios en el mercado de trabajo, pero siempre que sirvan para mejorarlo. Es decir, los que sirvan para reducir la temporalidad, evitar que el despido se utilice como mecanismo de ajuste de las plantillas, modernizar el sistema productivo o cambiar la cultura empresarial, y que no supongan una "marcha atrás".
Y, de paso, el sindicato ha puesto el dedo en la llaga reclamando o que ni el gobernador ni el presidente han mencionado en sus alegatos a favor de las reformas estructurales: los cambios para establecer un mayor control y regulación de los bancos y entidades financieras a las que se les ha inyectado dinero y que, sin embargo, no hacen fluir el crédito a familias y empresas.
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