La medida, que será recurrida por el Colegio de Médicos, tiene pocas posibilidades de prosperar a juicio del SIMPA ...
El Hospital Central pierde este mes 22 jefes médicos por las jubilaciones obligatorias
El SIMPA subraya que no hay facultativos en el mercado para sustituir a los 80 especialistas asturianos que se retirarán en los próximos días.
Oviedo, Pablo ÁLVAREZ, para La Nueva España
La jubilación obligatoria de 80 médicos asturianos mayores de 65 años, que se hará efectiva en los próximos días, incidirá especialmente en el Hospital Central de Asturias, al que dejará sin 49 facultativos. Este pequeño «terremoto» se traducirá en la marcha de 4 jefes de servicio y 18 jefes de sección. Se irán, asimismo, 22 médicos adjuntos y 5 facultativos de cupo que desarrollaban su trabajo en el ambulatorio de la Lila, según datos facilitados por el Sindicato Médico de Asturias (SIMPA).
«Estamos ante una regulación de empleo encubierta», afirmó ayer Ángel Colmeiro, responsable de atención especializada del SIMPA, quien realiza dos predicciones que califica de «muy preocupantes». La primera: que el Servicio de Salud del Principado (Sespa) «no sustituirá a la mayor parte de los profesionales que se jubilen, entre otras razones porque en el mercado de demandantes de empleo no hay médicos suficientes». La segunda: que la marcha de estos facultativos «va a notarse mucho en la asistencia, y los ciudadanos tiene que tener en cuenta que la atención sanitaria va a caer en picado», agrega Colmeiro.
Todos los médicos que serán jubilados a mediados de este mes tienen 65 años o más. En su día habían solicitado la permanencia en el servicio activo y la Administración se la había concedido. En realidad, el Sespa no podía hacer otra cosa, ya que no disponía de un plan de recursos humanos de ámbito autonómico y, como consecuencia, no podía aplicar el estatuto marco del personal estatutario, una norma estatal que estipula que «la jubilación forzosa se declarará al cumplir el interesado la edad de 65 años». No obstante, el citado estatuto recoge la posibilidad de que el interesado solicite una prórroga voluntaria para permanecer en activo hasta cumplir, como máximo, los 70 años, siempre que se cumpla una serie de requisitos.
Con la entrada en vigor del plan regional de ordenación de recursos humanos, el Sespa está en condiciones, al menos sobre el papel, de impulsar la jubilación de alrededor de 600 facultativos entre 2010 y 2015, además de los aproximadamente 80 que deberán dejar sus puestos en los próximos días. Según Colmeiro, este último grupo seguirá en activo hasta el viernes de la próxima semana, tras recibir el correspondiente preaviso del Sespa en el que se les comunicaba que en el plazo de 15 días naturales «se pondrá fin a la prolongación de la permanencia en el servicio activo que con carácter provisional tiene autorizada».
El Colegio de Médicos de Asturias ya ha anunciado que impugnará la totalidad del plan de ordenación de recursos humanos, si bien los aspectos que considera más lesivos para los derechos de los facultativos son la jubilación forzosa e inmediata de los facultativos de 65 años y más, y la posibilidad de trasladar de forma obligatoria a un profesional de un área sanitaria a otra.
Entre tanto, los servicios jurídicos del SIMPA también están estudiando la posibilidad de interponer un recurso, aunque Ángel Colmeiro admite que «a primera vista no nos parece fácil que pueda prosperar».
Un equipo del Hospital Central de Asturias llevó a cabo el pasado mes de octubre la primera extirpación de un tumor gástrico mediante una disección endoscópica submucosa. Esta técnica, desarrollada en Japón, permite extirpar tumores precoces del tubo digestivo mediante una endoscopia, prácticamente sin límite de tamaño. Asimismo, puede aplicarse al tratamiento de determinados pólipos del colon. El complejo sanitario ovetense acogió ayer la primera reunión de actualización en diagnóstico y tratamiento de la neoplasia colorrectal precoz. En la imagen, Adolfo Parra, responsable de la unidad de endoscopia del Central (segundo por la derecha), y tres especialistas japoneses que intervinieron en la jornada.
La jubilación forzosa afecta a 49 médicos del Hospital Central. De ellos, 4 son jefes de servicio, 18 jefes de sección, 22 adjuntos y 5 médicos de cupo.
Los servicios más afectados son los de neumología (que pierde 8 facultativos), ginecología (7), pediatría (3) y radiodiagnóstico (3). Pierden dos efectivos psiquiatría, rehabilitación, traumatología, anatomía patológica, anestesia, bioquímica, cardiología, cirugía general y hematología.
Neumología se queda sin 8 profesionales y Ginecología, sin 7
Oviedo, P. Á., para La Nueva España
Neumología y ginecología son los servicios del Hospital Central de Asturias que se verán más afectados por la jubilación forzosa e inmediata de 80 médicos de la sanidad pública. Mientras el servicio de neumología perderá ocho profesionales (entre ellos a su jefe, José Antonio Mosquera), el de ginecología se quedará sin siete de sus médicos.
Según ha podido saber este periódico, los otros tres jefes de servicio que dejarán su plaza en los próximos días son José Luis Gómez, de radiodiagnóstico; Carmen Rodríguez Pinto, de hematología; y José Antonio Espolita, director del área de corazón. Asimismo, causarán baja 18 jefes de sección. Globalmente, 49 de los 80 médicos que dejarán este mes el Servicio de Salud del Principado (Sespa) forman parte de la plantilla del Hospital Central.
La marcha de estos médicos abrirá la puerta, en suma, a una amplia reestructuración de los cuadros directivos del Hospital Central, que se plasmará en la implantación de un nuevo modelo organizativo. Está prevista la creación de 21 áreas de gestión clínica, que, en buena parte de los casos, surgirán de la agrupación de varios de los servicios preexistentes.
Según Ángel Colmeiro, responsable de atención especializada del Sindicato Médico de Asturias (SIMPA), la administración sanitaria ha decidido permitir que cinco médicos de la región mayores de 65 años continúen en su puesto hasta que cumplan los 70, edad en la que la jubilación ya será irremisible. Esta medida está contemplada tanto en el estatuto marco del personal sanitario como en el plan de ordenación de recursos humanos del Sespa, en ambos casos condicionada a la posibilidad de que resulte muy complicado hallar sustitutos a determinados profesionales que ya han cumplido 65 años.
El doctor Colmeiro lamenta el hecho de que «ninguna de estas cinco excepciones son médicos del Hospital Central, cuando la realidad es que a muchos de ellos va a ser imposible relevarlos».
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