Esta parte del Plan de Ordenación de Recursos Humanos va a toda velocidad, mientras que las jubilaciones parciales y sus contratos de relevo no arrancan

482 trabajadores del Sespa pondrán fin a su andadura profesional en 2010, al cumplir 65 años

En 2010 está previsto el retiro de 171 facultativos de hospital, el 8% del total, lo que acelera el relevo de los galenos llegados a principios de los 70.

La Nueva España. Oviedo, Pablo ÁLVAREZ

El «baby-boom» de la medicina asturiana comienza a decir adiós. La sanidad pública de la región asistirá a lo largo del año que viene a la jubilación de 202 médicos. De ellos, 171 son especialistas de hospital, y representan el 8 por ciento de las plantillas de atención especializada del Servicio de Salud del Principado (Sespa). En atención primaria, la cifra es mucho menor: 26 facultativos y 5 pediatras. Si se suman todas las categorías, un total de 482 trabajadores del Sespa pondrán fin a su andadura profesional en 2010, al cumplir 65 años.

Esta aceleración del proceso de relevo generacional obedece a la nueva normativa del Principado, que permite imponer la jubilación a todo el personal que cumple 65 años. Hasta la entrada en vigor de esta regulación, buena parte de los médicos permanecían en activo hasta los 70, edad a la que el retiro ya era obligatorio. La nueva legislación ya entró en vigor este mes y se estrenó el pasado día 14, con la jubilación en bloque de 80 médicos que ya habían cumplido 65 años y que habían solicitado a la Administración una prolongación voluntaria de permanencia en servicio activo.

Sin embargo, el volumen de jubilaciones previsto para el año que viene supera con creces tanto los de los años precedentes como los de los venideros. Uno de los anexos del Plan de Ordenación de Recursos Humanos del Sespa recoge las previsiones de jubilaciones hasta 2015. En el apartado de médicos de especializada ninguna cifra anual se aproxima ni de lejos a los 171 retiros previstos para 2010. Las siguientes levas más numerosas se registrarán en 2013 (75 facultativos) y en 2015 (74). El volumen de jubilaciones de médicos de primaria en 2010 también es el más voluminoso del citado periodo, pero moviéndose siempre en cifras más bajas: 31 en 2010, 29 en 2015 y 14 en tanto en 2012 como en 2014.

¿A qué se debe la elevada cifra de jubilaciones de médicos del año que viene? Aunque la respuesta puede requerir un estudio más detenido, todo apunta a que comienza a despedirse la generación de facultativos que se incorporó a la sanidad pública asturiana en la primera mitad de los años 70. Fue entonces cuando entraron en servicio o experimentaron un sustancial incremento de actividad centros sanitarios como el Instituto Nacional de Silicosis y el Materno-Infantil, ambos integrados actualmente en el Hospital Central de Asturias, o el hospital gijonés de Cabueñes.

Ese notable desarrollo de los recursos sanitarios llevó aparejado un considerable aumento de las plantillas tanto de médicos como de profesionales de todas las categorías. En el momento en que entró en vigor el plan de recursos humanos las plantillas médicas de los hospitales de la región totalizaban 2.143 profesionales, y las de los centros de salud 1.088 médicos y 138 pediatras.

Si se desagregan por especialidades las jubilaciones previstas para 2010 se observa que las más afectadas por el relevo generacional serán ginecología, que perderá 14 profesionales, neumología (13), pediatría hospitalaria (12), anatomía patológica (11) y cirugía general (que sufrirá 10 bajas por jubilación). El Sespa tiene la intención de aprovechar estos procesos para reajustar las plantillas de los hospitales públicos de la región.

La figura del médico emérito, pendiente de ser regulada

Oviedo, P. Á., para La Nueva España

El Servicio de Salud del Principado (Sespa) aún no ha desarrollado el formato legal que regulará el nombramiento de médicos eméritos, una figura prevista tanto en el Plan de Ordenación de Recursos Humanos del Principado como en el Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud, normativa de ámbito nacional.

El plan regional de recursos humanos establece la posibilidad de nombrar personal emérito entre licenciados sanitarios jubilados, con carácter excepcional, «cuando los méritos relevantes de su currículo profesional así lo aconsejen». La función de los eméritos consistirá en desempeñar «actividades de consultoría, informe y docencia». Los ingresos que reciban, resultantes de sumar la pensión de jubilación a la remuneración como emérito, «no podrán superar las retribuciones que el interesado percibía antes de su jubilación».

Tras la entrada en vigor del plan de recursos humanos, los responsables del Sespa han querido dar prioridad a los procesos de jubilación forzosa, pues con ellos aspiran a «fomentar el equilibrio y renovación de las plantillas». Una segunda prioridad, cuya regulación verá la luz en los próximos días, es la relativa a la movilidad obligatoria del personal sanitario, que tendrá un carácter temporal y la finalidad de dar respuesta a «necesidades del servicio debidamente acreditadas, cuando concurra la falta de personal y de demandantes de empleo en determinadas categorías y/o especialidades, por razones asistenciales de carácter urgente e imprevisibles».