El Decreto-Ley del recorte traerá más paro, más privatizaciones y más desigualdad
Los sindicatos claman contra «una agresión en toda regla»
24.05.10 - A. S. | OVIEDO, en El Comercio.
El severo plan de ajuste para reconducir el déficit público ha roto la buena relación que existía entre el Gobierno y los sindicatos desde que José Luis Rodríguez Zapatero llegó a La Moncloa en 2004. Una vez que el Ejecutivo hizo públicos los recortes, la reacción de las centrales fue, cada una con sus propios argumentos, unánime: «Es una agresión en toda regla».
Los sindicatos, que cada día que pasa caminan un poco más hacia la huelga general, no han escatimado críticas a Zapatero. Asturias no ha sido una excepción a esta reacción sindical. «El Gobierno le pasa la factura de la crisis a la clase trabajadora», afirmó Antonio Pino, secretario general de Comisiones Obreras de Asturias. Un comportamiento que Pino dijo no comprender. «No es algo que se pueda esperar de un Ejecutivo socialista», opinó.
Los reproches se han multiplicado. Luis Ángel Ardura, de la Federación de Servicios Públicos de UGT, echa en cara al Gobierno central que actúe contra funcionarios y pensionistas «y permita que los verdaderos responsables de la crisis, los especuladores, se vayan de rositas». Ardura tiene claro que las restricciones económicas acabarán retrayendo el consumo y, al final, provocarán un incremento del desempleo en los sectores productivos.
Lucas Álvarez, de CSI-CSIF, también ha dado su opinión. Que se centra, en esencia, en criticar a Zapatero por presentar a funcionarios y pensionistas como «culpables de la crisis» a ojos de la opinión pública.
Otras organizaciones prevén efectos secundarios especialmente inquietantes. Es el caso de Suatea, que alerta del deterioro de los servicios públicos que acarrean este tipo de medidas y teme por la «posterior privatización» de los mismos, así como por «una reducción de los derechos laborales y sociales».
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