La presión asistencial del 2008 al 2009 creció en la Atención Primaria y no en los hospitales

A Urgencias, por iniciativa propia

Apenas un tercio es remitido por un médico, otro 4,4% por la persona que lo socorrió y un 1% por agentes de Policía.

El 60% de los pacientes acude a los servicios por propia voluntad o por consejo de un familiar.

29.05.10 - LAURA FONSECA | GIJÓN, en El Comercio.

Los asturianos hacen un uso bastante libre de las Urgencias sanitarias. A diferencia de lo que ocurre en otros países -como Estados Unidos o Francia, donde la atención urgente tiene más de un filtro-, en España, el acceso no está limitado. Este hecho queda perfectamente reflejado en un trabajo elaborado por la Consejería de Salud que revela que el 60% de los usuarios de Urgencias admite haber acudido al hospital por iniciativa propia o porque se lo aconsejó un familiar o un amigo. Sólo un tercio de los encuestados dice que decidió ir a Urgencias por consejo médico. Otro 5% de las derivaciones tuvieron su origen en un agente de Policía o en personas que socorrieron al afectado.

El caso es que en Asturias, la presión asistencial de las urgencias está en manos de los propios enfermos. Esta circunstancia podría explicar por ejemplo, el hecho de que en 2009 las consultas urgentes atendidas en centros de Primaria hayan superado la barrera del millón (hubo 1.027.762 atenciones) y que los hospitales hayan visto otros 471.872 casos. En total, la red sanitaria atendió casi un millón y medio de urgencias, un volumen que supera en número a la población del Principado.

Por sexos, son los hombres los que manifiestan en mayor medida acudir a urgencias por decisión propia, mientras que si nos atenemos a la edad, son los jóvenes los que más uso libre hacen de la atención urgente. Además, un 2,5% de este grupo reseña haber sido acompañado hasta el hospital por la Policía.

De entre todos los asturianos, son los mayores de 65 años los que hacen un uso más racional del servicio. Y es que los pensionistas son los que acuden en mayor medida por derivación médica que por propia decisión. Así al menos lo refleja el informe de Salud sobre el 'Uso de la atención urgente en Asturias'.

Y, ¿por qué vamos a Urgencias? Sobre todo por enfermedades agudas (un 29,5% de los casos) y por accidentes (otro tercio). Otro 20% dice haber tenido que ir al haberse agravado la dolencia que padecía previamente. Un pequeño grupo de encuestados, el 3%, dice que usó la atención urgente por una intoxicación. En los hombres, el principal motivo son los accidentes mientras que en las mujeres, las enfermedades agudas. En los más jóvenes la preponderancia está también en los politraumatismos, a lo que hay que incluir el consumo excesivo de alcohol y drogas.

Por área geográfica, en las cuencas mineras refieren ir más a Urgencias por causa de accidentes. Un 32% frente al 17% de la zona rural. Las clases sociales más bajas también hacen uso de la atención urgente en mayor medida por haber sufrido un accidente, mientras que las más altas, por una enfermedad.

Atención Especializada

A la hora de elegir, la mayoría de los usuarios prefiere ir a Urgencias de un hospital que de un centro de salud. Seis de cada diez reconoce haber elegido la atención urgente hospitalaria en detrimento de la ofrecida en Atención Primaria.

La diferencia entre Especializada y Primaria está en la zona de residencia. Los habitantes de áreas rurales hacen un mayor uso de los servicios de urgencias de los centros de salud. Esto se debe, en gran parte, a que se trata de dispositivos más cercanos que los hospitales.

Pero no todos los enfermos que van a urgencias sufren dolencias importantes. Esto queda demostrado en el hecho de que apenas un 16% de los usuarios que son atendidos en estos servicios acaba siendo ingresado. Así lo refleja la última memoria del Servicio de Salud del Principado, que señala que de las 471.872 urgencias hospitalarias atendidas a lo largo del pasado año, sólo un 16,1% acabó con la hospitalización del enfermo.

Pero aunque los asturianos digan que prefieren las Urgencias hospitalarias, lo cierto es que la presión asistencial creció en la Atención Primaria y no en los hospitales. En los centros hospitalarios, de hecho, bajó. Se pasó de las 473.686 atenciones de 2008 a las 471.872 en 2009. En Primaria no ocurrió lo mismo. Aumentó, y mucho. Si en 2008 se habían contabilizado 995.009 consultas, un año después la cifra llegaría a 1.027.762.