Mas especulaciones ya que todo depende de los apoyos que negocie el gobierno para aprobar la Ley de Presupuestos

Economía limita a las rentas más altas la subida de impuestos que aplicará en 2011

IU de Asturias pide recuperar Patrimonio y Llamazares solicita a Salgado y Blanco que se expliquen en el Congreso

18.08.10 - A. SUÁREZ | OVIEDO, para El Comercio.

Las afirmaciones del ministro de Fomento, José Blanco, sobre la modesta presión fiscal española y la conveniencia de subir impuestos para financiar las infraestructuras han generado cierta confusión respecto de los planes del Gobierno en esta materia. ¿Se mantiene la idea inicial de que quien tiene más recursos pague más o se piensa en un incremento generalizado? En este contexto de incertidumbre, el Ministerio de Economía, que tiene la sartén por el mango, enmarca las palabras de Blanco en «una reflexión de fondo, personal, como él mismo ha dicho», y asegura que se trabaja únicamente en llevar a la práctica el repunte de impuestos a las rentas más altas que en su momento anunció José Luis Rodríguez Zapatero.

El equipo que lidera Elena Salgado apura los plazos para plasmar en una propuesta concreta el requerimiento del presidente. No le queda mucho tiempo, toda vez que la medida irá recogida en el proyecto presupuestario para 2011 que llevará al Congreso en las próximas semanas. Desde una subida del IRPF para las rentas más altas -la opción que parece más factible- hasta la creación de una nueva figura tributaria para las clases económicamente más pudientes, Economía tiene varias opciones a su disposición. Pero no se piensa, tal y como muchos leyeron en las afirmaciones de José Blanco, en un alza generalizada de la presión fiscal.

Pero las dudas se mantienen. Ayer mismo, Izquierda Unida reclamó la presencia de Salgado en el Congreso para dar explicaciones sobre los planes fiscales del Ejecutivo. Y, de paso, la de Blanco, a cuenta del anunciado recorte en infraestructuras luego suavizado por Zapatero tras su encuentro con el Rey en Mallorca. Ambos, indicó el diputado Gaspar Llamazares, deben comunicar al Parlamento «las iniciativas concretas del Gobierno, acabando con los rumores, los sueños, los globos sonda, los señuelos y las serpientes de verano».

Mientras, IU de Asturias espera con interés la decisión final del Ministerio de Economía. Noemí Martín, consejera de Bienestar Social, señaló ayer que la presión fiscal en España es 6,7 puntos inferior a la media europea, lo que obliga al Gobierno a intervenir en aras de una política «más justa» en la que «pague más quien más tiene, garantizando recursos para atender a quien más lo necesita».

Martín puso sobre la mesa propuestas concretas. La principal y más eficiente, recuperar el Impuesto de Patrimonio, eliminado hace unos años y que, a su juicio, aportaría ingentes recursos para financiar las políticas sociales que considera prioritarias.

En esta línea, la consejera apeló a huir de una subida indiscriminada de impuestos y a actuar sobre figuras como las sociedades de inversión, que hoy en día tributan en porcentajes «vergonzosos». Es hora de actuar, apostilló, «sobre aquellos que obtuvieron beneficios rápidos e importantes en estos años y que ahora, en un momento de crisis, deben contribuir de una forma más solidaria».

Las aparentes contradicciones entre Blanco y Salgado dieron juego al Partido Popular. Su vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, acusó al Gobierno socialista de dirigir la política económica «con la aguja de marear», e instó a Rodríguez Zapatero a que, «si va a subir los impuestos, diga para qué y qué piensa pagar con cada euro de más que aporten los españoles».

González Pons aseveró que los «bandazos» del Ejecutivo en su gestión económica suponen un lastre para la credibilidad de España, y aseguró que por este camino «no se solucionará el principal problema, que es el paro». A partir de ahí, insistió en varias ocasiones en pedir claridad al Ejecutivo en cuanto a su política fiscal.

También tildó de «absurdo e indecente» anunciar una subida de impuestos sin explicar el objetivo. Y fue muy duro en este sentido: «Que el Gobierno explique si pretende pagar las infraestructuras que, por alguna razón política, no puede dejar de hacer». Porque, remachó con ironía, «hasta el presidente de la comunidad de vecinos nos dice para qué son las derramas».

Lo cierto es que los planes fiscales del Gobierno le suponen un lastre a la hora de sacar adelante el presupuesto de 2011. Su potencial socio en la operación, el PNV, considera que subir impuestos sería «una mala medida» que podría conducir a un agravamiento de la situación económica en España.

Así lo apuntó el portavoz económico de los nacionalistas vascos en el Congreso, Pedro Azpiazu, que calificó de «globo sonda» el argumento fiscal expuesto días atrás por José Blanco. A su juicio, antes de pensar en una reforma tributaria es necesario pulir enormemente el gasto público, «evitando gastos ineficientes y estructuras solapadas». A partir de ahí, agregó, sería el momento de abrir un debate y analizar «qué sistema impositivo necesitamos».

En opinión de Azpiazu, Blanco se ha equivocado. «No es serio plantear una subida de impuestos así, diciendo simplemente que se van a subir y nada más».