El resultado de una planificación sin participación profesional ni ciudadana ¡¡y lo que queda por llegar!!
Oviedo
Menos consultas y más pacientes
Los tres médicos de La Lila atienden «a más de 150 personas al día», un número muy elevado ya que algunas consultas son a domicilio
Los profesionales denuncian la «falta de personal» en los cuatro centros con Urgencias
08.11.10 - SUSANA NEIRA | OVIEDO, en El Comercio.
Cerca de la una de la tarde del sábado, una veintena de personas aguardaba su turno para pasar consulta en la sala de espera del centro de salud de La Lila. En la entrada, el goteo de pacientes era continuo. Unos entraban y otros salían con las recetas, desfilando por delante del guardia de seguridad postrado en la puerta. Siempre ha habido mucha actividad en el ambulatorio, sobre todo de diez de la mañana a siete de la tarde, pero se ha multiplicado desde el pasado 2 de octubre. Este es uno de los cuatro centros a los que se puede acudir al médico de Urgencias los sábados, domingos y festivos, junto con La Ería, La Corredoria y Pumarín. Antes, eran once. Y si es por la noche, todo se concentra aquí.
Los tres profesionales de la plantilla se quejan de que, a veces, no dan abasto. Casi no disponen de tiempo ni para comer. A partir de las ocho ofrecen asistencia médica a toda la población del área, unos 260.000 habitantes, tanto en sus despachos como en los domicilios. Por el día, les corresponden unos 67.684.
Manuel Fernández Antuña es uno de esos tres médicos del servicio que «atiende una media de entre 150 y 200 pacientes diarios, y donde hay que tener muy en cuenta la dispersión geográfica». Las salidas a domicilio les quitan mucho tiempo. Allí estaba con su bata blanca el sábado por la mañana. Hasta mayo también ocupó durante una década el cargo de Coordinador del Servicio de Atención de Urgencias, «pero dimití porque ya estaba en desacuerdo con las formas y ahora lo complicaron un poco más con la concentraron de puntos». El problema, según dice, deriva de la falta personal. «Sólo en La Lila se necesita un médico y una enfermera más», solicita.
No critica la concentración de centros, pero sí cómo lo ha hecho la Gerencia del Área IV. «Los cuatro puntos son suficientes, pero no son los que deberían estar». Y pone un ejemplo: «En Ventanielles tienen que ir a La Corredoria, y no hay autobús. En mi opinión, deberían de poner el PAC en Teatinos», propuso.
«Sistema poco operativo»
Tampoco está de acuerdo con la implantación del nuevo sistema de atención, donde en lugar de ser recibido por orden de llegada, el paciente entra más rápido o más tarde en función de su gravedad. «Este sistema de triaje no sirve para aquí, es para el hospital. Aquí incordia y no resulta operativo», aseguró. Y lo peor, sostuvo, queda por llegar. Se acerca la temporada de gripe. «Entre mediados de diciembre y últimos de febrero va a ser un caos», vaticinó.
El malestar por el modelo implantado es «generalizado» entre los médicos de Urgencias. En la puerta, una compañera le da la razón, como también el Sindicado Médico de Asturias (Simpa). El responsable sindical de Primaria, Carlos Fernández Moro, criticó que «la sobrecarga de trabajo está a la orden del día» y que han empeorado las condiciones de trabajo para los profesionales como consecuencia de un intento de «ahorrar dinero». Además, denunció que los responsables del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) toman las decisiones sin consultarles previamente. Los del sindicato médico no son los únicos que ponen pegas, Comisiones Obreras también ha presentado varios escritos denunciando que hace falta más personal para que el sistema funcione mejor.
A la salida
Y algunos usuarios también consideran que el servicio era más cómodo antes, por cercanía y por rapidez. Margarita Riestra y Andrea García, madre e hija, acudían antes al centro de salud de Otero los fines de semana. «Allí lo teníamos mucho más cerca y como mucho, había dos pacientes delante», recordó la primera. Al llegar a La Lila el sábado, la enfermera valoró la emergencia de Andrea con el color amarillo, un nivel intermedio. «Esperamos una hora en la sala», dijo al salir. No le pareció mucho. «Fue bastante rápido», indicó.
Más críticas con el servicio se mostraron Beatriz Palacio e Isabel Bárcena, vecinas de La Corredoria. Como usuarias, tienen una mala opinión de la concentración de puntos. «Deberían de estar abiertos todos los centros de salud los fines de semana», opinó la primera, que también quiso dejar constancia de que el servicio de La Lila le parece «nefasto». Pero no todo son opiniones en contra. La Asociación de Vecinos El Conceyín de La Corredoria elogió la medida.
La Gerencia del Área IV defiende, en cambio, que el modelo mejora la asistencia y garantiza que al concentrar la asistencia, ningún paciente se encuentra con un centro de salud vacío por una visita a un domicilio. Este es el segundo cambio implantado por los responsables este año. Hace unos meses, decidieron cerrar los centros de salud a las ocho de la tarde por semana y derivar las Urgencia a La Lila a partir de esa hora.
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