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A cinco días de la entrada en vigor de la nueva Ley…

A cinco días de la entrada en vigor de la nueva Ley…

Mejor liberarse del humo en la consulta

El Principado pide a los profesionales de los centros de salud mayor implicación contra el tabaco, pero admite que faltan recursos

12.300 fumadores dejarían la nicotina con ayuda del médico

28.12.10 -  A. VILLACORTA | OVIEDO, en El Comercio.

Que liberarse de la adicción a la nicotina es un reto complejo no está en cuestión. Como tampoco lo está que intentar dejar de fumar con ayuda incrementa las posibilidades de éxito hasta el 40%. Lo que ya no está tan claro es que los asturianos que deciden dar el paso y que estos días saturan los programas de deshabituación cuenten con el apoyo necesario por parte de los profesionales en las consultas de sus centros de salud.

Este es uno de los talones de Aquiles reflejados en el Programa de Prevención y Control del Tabaquismo del Principado de Asturias 2009-2012.

El documento, en el que se fijan las estrategias de lucha contra el tabaquismo que la sanidad asturiana debe poner en marcha para ser eficaz en la batalla contra este «trastorno adictivo crónico», parte de dos premisas: «Por un lado, regular y vigilar desde los poderes públicos los espacios libres de humo y, por otro, informar y concienciar a la población de la necesidad de respirar un aire sin humo potenciando la norma de no fumar».

La primera se verá reforzada por la polémica ley que entrará en vigor el domingo. La segunda es la pata que falla y, por eso, uno de los objetivos del Gobierno regional es «conseguir que todos los profesionales de medicina de Atención Primaria administren sistemáticamente el Consejo Sanitario Antitabaco, también llamado Consejo Breve», que comienza por preguntar a todos los pacientes si son fumadores o no. Algo que, en el día a día de consultas muchas veces saturadas, no siempre sucede.

Los cálculos de la Consejería de Salud y Servicios Sanitarios son también claros: «Se estima que un 75% de la población acude a su consulta de medicina de familia al menos una vez al año y que las personas que fuman lo hacen con una frecuencia mayor que las que no fuman». Este hecho, apunta la estrategia del Principado, «ofrece una importante oportunidad para promover la intención de dejar de fumar y proporcionar ayuda a quienes han decidido intentarlo». Y, continúa: «Si cada médico de familia realizara el Consejo Sanitario protocolizado y de forma sistemática en las consultas de Atención Primaria, se podría conseguir que hasta un 5% de las personas que consumen tabaco dejarán de fumar cada año».

Traducido: 12.300 de los 246.000 asturianos que se declaran fumadores diarios dirán adiós a la nicotina. Y, por ese motivo, «se recomienda que la estrategia global de la asistencia al tabaquismo esté centrada en un fuerte compromiso del primer nivel de atención sanitaria».

En el personal médico y de enfermería de los centros de salud recaerá, por tanto, gran parte del peso de la nueva normativa antitabaco, aunque el documento del Principado también reconoce que, para eso, «es necesario dotar a los profesionales sanitarios de los recursos adecuados para conducir las necesidades de las personas fumadoras que están solicitando ayuda para abandonar su adicción, con el objetivo final de que lo consigan».

Peor los divorciados

En el punto de mira está el 30,4% de los asturianos mayores de 16 años que se declaran consumidores de tabaco. Ya que «el 62% de ellos asegura que intentaría dejarlo si se lo pidiese su médico».

En esa radiografía del fumador regional aparecen datos tan preocupantes como que el consumo predominante (en el 48,2% de los casos) es el intenso. Esto es: la mayoría de los asturianos fuma 20 o más cigarrillos al día. O tan curiosos como que las áreas de la región con un mayor porcentaje de fumadores son Mieres y Avilés. Y las más saludables, el Oriente y el Occidente, «probablemente debido a que se trata de zonas más rurales con población envejecida y predominio de mujeres».

Además, según los datos de la Consejería de Salud y Servicios Sanitarios, que también ha analizado el estado civil de los malos humos, «los separados o divorciados refieren fumar en un porcentaje muy superior a los casados y viudos, que son los que declaran menores niveles de consumo», mientras que «los solteros están a mitad de camino entre los dos grupos». Y, mientras que fumar es un hábito que predomina entre la clase media, los asturianos con menos estudios son los menos enganchados.

Una última cuestión que inquieta a Salud: «Sólo en Asturias, cerca de 5.000 trabajadores de la hostelería están expuestos a un agente cancerígeno de origen laboral, el Humo Ambiental de Tabaco».

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