Puede que no haya recorte salarial en Cruz Roja de Gijón pero la alternativa que baraja la dirección, una congelación salarial de dos años, exige negociación y acuerdo con el Comité de Empresa
«El hospital está dispuesto a asumir pérdidas»
«Buscaremos otras alternativas antes de aplicar una medida tan onerosa como es una bajada de sueldos»
Carlos Prieto Gerente del Hospital de Cruz Roja, centro concertado por el Sespa
28.02.11 – GIJÓN, en El Comercio.
Lleva 19 años al frente del Hospital de Cruz Roja, centro que desde 2002 está integrado en calidad de concertado en la red sanitaria pública del Principado. Carlos Prieto, médico gijonés de 61 años que antes de Cruz Roja pasó por Cabueñes, ha roto el silencio para hablar claramente sobre los recortes económicos impuestos por el Servicio de Salud y sobre las consecuencias que esa decisión ha provocado en su hospital y en el conjunto de la sanidad gijonesa. En esta entrevista Prieto se muestra crítico con el Sespa, confirma que de momento no barajará el sueldo de su personal y confiesa públicamente cuánto gana: 53.374,63 euros. También anuncia que Cruz Roja podrá asumir pérdidas para afrontar el ajuste económico del Servicio de Salud.
-2011 será un año con más recortes por parte del Servicio de Salud. ¿Cómo lo afronta el hospital?
-Pues no muy bien. La verdad es que no tenemos más remedio que aceptar el ajuste. Es una circunstancia impuesta. Pero de lo que me quejo no es del recorte en sí, algo incluso comprensible en tiempos difíciles, sino de que no es equivalente.
-¿A qué se refiere?
-En nuestro caso, la reducción no supone un 3,2% como para el resto de los concertados, sino un 13%. Eso es porque este hospital solía hacer más actividad de la pactada, por lo tanto tenía un gasto real mayor. Con la decisión del Sespa de reducir la tarifación pasamos de una financiación real de 15,7 millones a otra de 13,7 millones. No es un descenso del 3,2%.
-¿Y por qué hacían más actividad de la pactada?
-Habitualmente, al acercarnos a finales de año el Sespa nos solía derivar más pacientes, con el fin de reducir sus listas de espera. Lo reflejado en el convenio singular es una aproximación de los procesos previstos pero siempre hacíamos bastante más.
-¿Tras el ajuste de 2010, puede el hospital asumir otra merma?
-Ya no nos queda margen, ya que además de lo que supone económicamente esa reducción, hay que recordar que entre 2002 y 2010 incrementamos la cifra de personal un 40%. Tener ahora que encogernos es complicado. A eso se añade otra peculiaridad y es que la actividad derivada en 2010 fue muy desigual, con un ritmo importante en el primer semestre y una gran atonía en el segundo. Esas fluctuaciones y sobresaltos no nos permiten adoptar medidas lógicas, ni tan siquiera sopesar un ERE temporal.
-¿Habrá bajada de sueldos?
-Le hemos dado muchas vueltas al tema con la responsable del Departamento de Salud de Cruz Roja, Carmen Martín, y acordamos buscar otras alternativas antes de recurrir a una medida tan onerosa para el personal como es la reducción salarial.
-¿Qué otras alternativas sopesan?
-Una posibilidad podría ser negociar un pacto de congelación salarial de dos años y, en contrapartida, que el hospital asuma ciertas pérdidas transitorias que puedan ser resarcidas en años posteriores.
-Días atrás vaticinó que el hospital tendría pérdidas de 600.000 euros.
-Si el presupuesto no sube de los 13,7 millones, esa es la previsión.
-¿Por qué 600.000 euros?
-Nuestro gasto mínimo para no entrar en pérdidas está fijado en 14,3 millones, sin embargo el Sespa nos asigna 13,7 millones. La diferencia supone 600.000 euros.
-La posibilidad que apunta acerca de que Cruz Roja asuma pérdidas durante dos años a cambio de que le sean resarcidas en el futuro, ¿implica que ya están ustedes pensando en negociar con el Sespa que surja de las elecciones de mayo?
-Confiamos en que el techo presupuestario se deslice un poco para aminorar la pérdida. El convenio incluye una cláusula que permite aumentar el presupuesto un 5%.
-Pero insisto, la pelota estaría en el tejado de la Consejería de Salud que se forme tras las elecciones.
-Es un año de incertidumbres, no sólo por los problemas económicos sino por la probabilidad de que haya un nuevo equipo gestor con el que habría que replantear la situación.
-¿Cruz Roja está de acuerdo con asumir dos años de pérdidas?
-Cruz Roja no tiene ánimo de lucro, pero tampoco de pérdida. La entidad reconoce que este hospital da una asistencia muy adecuada a la ciudadanía y aceptaría hacer un esfuerzo, siempre y cuando haya un compromiso de recuperación a corto plazo.
-Lo de repensarse lo de la bajada de sueldos, ¿es por la amenaza del comité de llevarles a juicio?
-Sí, claro. El comité de empresa presentó una demanda por modificación sustancial de las condiciones de trabajo. La vista está señalada para el 5 de abril. Lo que queremos es intentar llegar a un acuerdo con los trabajadores antes de esa fecha.
-El comité de empresa se queja de que durante los años de bonanza el hospital no repartió beneficios con los trabajadores y, sin embargo, ahora que vienen mal dadas pretende repartir las pérdidas.
-Discrepo de esa visión. Entre 2004 y 2009 el incremento promedio retributivo fue del 40% mientras que el aumento del IPC fue del 18%. Eso es lo que más se puede aproximar a un reparto de beneficios.
-¿Y usted se bajará el sueldo?
-Desde principios de año, los directivos de este hospital nos hemos bajado el sueldo un 5%.
-Y en su caso, ¿cuánto supone?
-...(piensa).
-¿No quiere decir cuánto gana? El consejero de Salud lo hizo público.
-No tengo problema en ser transparente. (Tiene que consultar unos papeles porque asegura no recordarlo de memoria). Mi salario bruto anual es de 53.374,63 euros.
-Más que el consejero, ¿no?
-No sé cuánto gana el consejero, pero mi sueldo es menor que el de algunos médicos que trabajan aquí. ¿Quiere que le diga también mi patrimonio?
-Venga.
-Un piso, un coche, dos motos y una plaza de garaje.
-No está nada mal.
-Tampoco es para tanto.
-Da la impresión de que los centros concertados funcionan para lo que quieren como privados y para lo que les conviene como públicos.
-Eso no es así. El 82% de los excedentes que generó el hospital en los últimos años fue reinvertido en el propio centro y en pagar su deuda. Además, nuestro convenio no contempla una partida para inversiones, ese dinero debe salir de sus excedentes.
«Cabueñes hizo más peonadas que otros años y la lista de espera aumentó igual»
-El consejero de Salud dice que los centros concertados pueden hacer la misma actividad con menos dinero y, además, mantener la calidad. ¿Eso es posible?
-(Piensa). La única manera de mantener la actividad con menos dinero es aumentando la productividad. Este hospital ya es muy productivo, bueno, cuando nos dejan.
-¿Cree que la reducción de las derivaciones a Cruz Roja fue lo que hizo que subiera la lista espera en Gijón?
-Sin ninguna duda. Tradicionalmente este hospital ha actuado como apoyo de Cabueñes. Ese apoyo creció en actividad quirúrgica desde 2002 hasta 2009. En 2010 el Sespa ensayó otra situación y nos envió menos pacientes. Evidentemente, eso tuvo su repercusión en las demoras.
-Ramón Quirós achacó ese aumento a las obras de ampliación de Cabueñes. ¿Comparte esa valoración?
-No. Cabueñes hizo muchas más peonadas y tuvo a disposición sus quirófanos pese a las obras de ampliación y a pesar de eso, la demora subió igual.
-¿Hubo muchos desencuentros con el Sespa a cuenta de los recortes económicos?
-Nos hemos sentido incomprendidos porque ha habido una relación asimétrica. No tengo intención de sustituir a la administración en sus competencias pero me hubiese gustado más de diálogo por su parte.
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