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«El sedentarismo y la poca vida social aumentan el riesgo de alzehimer»

«El sedentarismo y la poca vida social aumentan el riesgo de alzehimer»

El Comercio. 22.03.11 - FERNANDO DEL BUSTO | AVILÉS.

«Ahora no existen más demencias, lo que sucede es que se ha incrementado la longevidad»

Foto: José María Terrero Rodríguez Neurólogo en el Hospital San Agustín

El doctor José María Terrero Rodríguez, neurólogo en el Hospital San Agustín, participó ayer en la conferencia organizada por la Asociación de Amigos del País para aclarar todas las dudas sobre las demencias y la enfermedad del alzheimer.

-¿Dónde encontramos la diferencia entre demencias y el alzheimer?

-La demencia o demencias son un síndrome, un proceso con diferentes causas. La más frecuente es la enfermedad de alzheimer, pero hay otras. Podríamos definirlas entre secundarias a enfermedades con un tratamiento específico y que cubre un abanico muy amplio como patologías del tiroides, enfermedades vasculares o tumores, por ejemplo. Y otro grupo, que serían las enfermedades neurodegenerativas, donde se encuadra el alzheimer, pero también otras menos conocidas por el público, como la enfermedad de los cuerpos de Levy o la demencia fronto-temporal. Ahora no existen más demencias que antes. Sabemos más y existe un mayor longevidad. Nuestro próximo reto es envejecer con salud.

-¿Qué incidencia se da en la comarca del alzheimer?

-No conozco ningún estudio científico sobre Avilés. Supongo que estaremos en la media de España, con 2,3 casos nuevos al año por cada 100 habitantes. Se da más en mujeres que en hombres.

-¿Se ha avanzado en su diagnóstico precoz?

-El problema del alzheimer y todas las demencias es que el diagnóstico es clínico, es decir cuando ya han aparecido los síntomas. Las pruebas que se hacen nos ayudan a confirmar las causas y descartar otros motivos. El siguiente problema es que los tratamientos actuales no modifican la enfermedad, tan sólo palian los síntomas.

-Algún motivo habrá para el optimismo.

-Cada vez se hace una mayor investigación. En Pubmed, una base de datos donde se recogen todas las investigaciones que se hacen en Estados Unidos, se recogían en 2007 más de 70.000 referencias al alzheimer y, en 1950, sólo aparecían 25. Existe mucha investigación en marcha. En Asturias, se trata de poner en marcha un banco de cerebros. Sería muy importante para hacer avanzar la investigación sobre estas enfermedades.

-¿En qué líneas se centra la investigación?

-Fundamentalmente en dos. En el ámbito del diagnóstico se busca un método fiable y sencillo para confirmar la enfermedad. Y también tratamientos, para tratar de modificar la evolución de la enfermedad. Pero las personas también pueden hacer algo para evitarlo.

-¿Por ejemplo?

-Conocemos factores de riesgo que no se pueden evitar: genéticos, o la edad. Pero hay otros que sí. Por ejemplo, la vida sedentaria, la falta de actividades sociales o de actividades intelectuales son factores que incrementan el riesgo. También se ha comprobado que una alimentación rica en omega-3, que se encuentra en el pescado azul y en frutos secos como las nueces, evita este tipo de enfermedades.

-El alzheimer se asocia al olvido. ¿Cuándo se convierte en señal de alarma?

-El olvido es algo normal, hay un cierto olvido ligado a la edad. Las primeras alarmas deben saltar cuando el olvido interfiere en alguna actividad vital. Y, sobre todo, si no es percibido por la persona y sí por sus familiares. Uno de los primeros síntomas de los pacientes de alzheimer es que no saben que olvidan y sí sus familiares. Cuando una persona olvida con frecuencia, puede solicitar un test de valoración de la memoria, que es sencillo de hacer.

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