Esto ya es como la histórica obra de El Escorial
El Hospital de nunca acabar
El HUCA debía estar finalizado en diciembre de 2009. Casi dos años después, nadie se atreve a ponerle fecha a su inauguración.
El último incumplimiento de los plazos dilata la puesta en servicio, al menos, hasta finales de 2012.
19.06.11 - L. FONSECA / A. VILLACORTA | OVIEDO, en El Comercio.
La obra cumbre del Gobierno socialista del Principado, la infraestructura emblema de su gestión, con su fachada imponente y sus últimos adelantos tecnológicos, será inaugurada de forma oficial por un Ejecutivo de distinto signo político tras cuatro inauguraciones parciales. Lo que nadie se atreve a aventurar es cuándo.
Escaldadas con lo que lleva camino de convertirse en el hospital de nunca acabar, ni la gerencia del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ni Gispasa quieren hablar de fechas. Máxime, después de que esta semana expirase sin cumplirse el plazo definitivo, el de la última pieza del puzzle que permitiría iniciar la recepción del mastodóntico complejo hospitalario y su entrada en servicio, que estaba prevista para junio de 2012, pero que, tras este enésimo retraso, se dilatará, al menos, hasta finales del próximo año.
El nuevo incumplimiento por parte de las constructoras llega después de que el pasado 31 de marzo finalizase el plazo para que las empresas que construyen el nuevo hospital hicieren entrega de gran parte del complejo sanitario iniciado en junio de 2005 y que debería haberse acabado en diciembre de 2009. Hace casi dos años y con un presupuesto de cien millones de euros menos que el actual.
La excepción de esa entrega era el edificio administrativo (el pabellón del antiguo Psiquiátrico), cuya reconstrucción final debería haber concluido el 15 de junio tras sucesivos retrasos. Así lo establece el pliego modificado de condiciones del concurso de adjudicación del nuevo hospital, un documento que fue cambiado en dos ocasiones en estos últimos seis años para elevar el presupuesto inicial de 205 millones a casi 300 y también para ampliar de 54 a 72 meses el plazo de ejecución de los trabajos.
Ese 15-J era la fecha marcada en rojo en el calendario: el día en el que la UTE formada por las empresas Sacyr, Sánchez y Lago y Constructora San José debía entregar completamente reconstruido el inmueble de administración. Entonces, y sólo entonces, el Principado iniciaría la recepción oficial de lo construido.
En argot técnico se denomina el 'hito final', que, como su nombre indica, marca la culminación definitiva de la obra. Pero, una vez más, ese 'hito definitivo' se ha visto truncado, por lo que Gispasa ha decidido abrir expediente a la UTE «para determinar las causas por las que no se finalizaron las obras», un proceso que, podría demorarse, al menos, dos meses. Eso, siendo optimistas.
Doce meses de mudanza
Pero es que, además, ha empezado a correr la cuenta atrás para las empresas constructoras y, con ella, la posibilidad de que el Principado reclame compensaciones económicas por los retrasos en la ejecución del futuro hospital. Y, una vez que se entregue la obra, el Principado dispondrá de cuatro meses para recepcionarla en su totalidad. Eso significa que, hasta que transcurra ese plazo, que Gispasa puede agotar o no, el hospital no estará listo y concluido. Y, durante esos cuatro meses, el Principado se centrará en revisar la instalación, chequear cada muro del complejo de La Cadellada y dar el visto bueno si lo estima correcto. O también podrá requerir a las empresas rectificaciones o mejoras si detecta que lo ejecutado no se ajusta a lo pactado en el pliego de condiciones.
Finalmente, una vez que concluya ese proceso, el operativo de traslado y montaje requerirá al menos otros doce meses para que todo esté a punto, por lo que el HUCA no estará en condiciones de abrir sus puertas hasta los albores de 2013.
Lo que ahora está por determinar es si los retrasos son o no responsabilidad de las constructoras. Las empresas argumentan que muchos están originados por las demoras en la recepción y entrega de licencias, una tramitación que depende del Ayuntamiento de Oviedo. Por ejemplo, la UTE asegura que eso fue lo ocurrido tanto con la reconstrucción del edificio del antiguo Psiquiátrico como con en el desarrollo de las acometidas.
Lo que concluya el expediente abierto por Gispasa no es baladí: cada día de retraso no justificado en La Cadellada se debería multar con 90.000 euros.
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