Y otros 83.000, los parados, ni eso
El mileurismo atrapa ya a casi 200.000 asturianos
La mitad de los trabajadores están por debajo de los 19.200 euros anuales de sueldo bruto
03/07/2011/ RAÚL ÁLVAREZ, OVIEDO, en La Voz de Asturias
Sin reactivación del consumo no habrá salida de la crisis. Y cuesta trabajo ver de dónde saldrán los compradores de bienes y servicios en Asturias cuando los trabajadores que han de demandarlos se encuentran cada vez con menos dinero en el bolsillo. La tendencia a la baja de los sueldos en la región, destapada hace diez días por la última encuesta de estructura salarial elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), ya ha confinado a la mitad de los asalariados en las apreturas del mileurismo . Casi 200.000 asturianos perciben retribuciones brutas inferiores a 19.200 euros al año. Y esa cifra es una media estadística a la que la mayoría de las mujeres y los jóvenes sólo se acercan en sueños. El salario más frecuente, según los cálculos del INE, se queda en 15.500 euros anuales.
Es una frontera no trazada, pero cuya existencia resulta indudable. Los 19.200 euros marcan la mediana de los sueldos en Asturias, el punto que divide en dos mitades exactas a quienes más cobran y a los peor pagados. Como la discriminación por sexo en el mundo del trabajo aún es una asignatura pendiente del país, el límite es todavía más bajo para las mujeres, cuya condena al mileurismo es de muy difícil escapatoria. Para las trabajadoras, la mediana está en 15.800 euros, lo que significa que la mitad de la población femenina tiene problemas incluso para conseguir una nómina de 1.000 euros al mes multiplicada por 14 pagas, una vez descontadas las cotizaciones sociales.
Con la tasa de desempleo en el 18% y más de 83.000 parados a la caza de trabajo, hasta los mileuristas pueden parecer privilegiados a ojos de quienes están peor que ellos. No sin razón. Pero la existencia de personas sin trabajo no sirve para disimular el deterioro de las condiciones de trabajo de las 390.000 personas que forma la población activa en el Principado. Esa cifra, por sí sola, es un problema. La tasa asturiana de ocupación es la más baja de España. La región, así, se enfrenta a dos problemas: le cuesta mucho crear puestos de trabajo y, una vez que existen, los retribuye con cicatería.
A la baja No todo el mundo pasa dificultades, es cierto. Las pensiones heredadas del pasado y algunas prejubilaciones generosas contribuyen a elevar el salario medio por encima de lo habitual en España, pero la existencia de unos estratos superiores de trabajadores con buenos sueldos no deben desviar la atención de los problemas de fondo. Los sindicatos se enfrentan con ellos a diario y no dudan en afirmar que, en la estela de la crisis, algunas empresas se aprovechan para forzar a sus empleados a aceptar congelaciones de sueldo o rebajas que afectan a su poder adquisitivo.
“Vamos a salir de la crisis con un reparto desequilibrado de las cargas. La mayoría va a recaer en las rentas del trabajo. En muchos sitios se aprovechan de que, en esta situación, la gente no tiene más opciones”, resume Gilberto García Buelga, secretario de Política de Desarrollo en la ejecutiva regional de CCOO-Asturias. El sindicato comprueba mes a mes presiones a la baja sobre los sueldos en todos los convenios colectivos que se renuevan. Sin salir de las páginas de actualidad, en los diarios resuena el conflicto no resuelto del metal. Es muy importante por el peso del sector en Asturias, pero sólo un ejemplo más de esa tendencia. “En los últimos meses, 4,5 millones de españoles se han quedado sin cláusulas de revisión salarial”, advierte Buelga.
Ingresos congelados Los funcionarios, con el sueldo recortado en 2010 y congelado en 2011, son un colectivo con agravios. Pero hay muchos afectados más. Al menos 1,3 millones de asalariados trabajan en sectores con los convenios bloqueados y no han disfrutado de actualizaciones de sus ingresos desde 2008 o 2009, según los casos. Para disgusto sindical, la última reforma laboral promovida por el Gobierno aumenta el margen de maniobra de las empresas. Y CCOO mira con espanto la propuesta para ligar los aumentos de sueldo a la productividad. “Resulta que ha aumentado con la crisis, cuando más paro hay. Y, además, ¿cómo se va a calcular? Es muy difícil”, opina Buelga.
Los jóvenes que se incorporan al mercado laboral preocupan mucho a los sindicatos. Si las mujeres se enfrentan a discriminaciones que dejan su sueldo, por término medio, en el 78% de lo que reciben sus compañeros, los jóvenes se encuentran con ofertas depauperadas. En CCOO alertan contra los sueldos muy bajos, pero no sólo contra ellos, sino contra una serie de prácticas que bordean la legalidad y a fuerza de recortar derechos. Cada más extendido está el truco de obligar a un empleado habitual a darse de alta como autónomo para que una empresa pueda subcontratarle su trabajo habitual sin cargas sociales. El sindicato incluso se ha encontrado con colegios privados que ofrecen a sus profesores contratos por obra y servicio. “Es la selva”, concluye Buelga.
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