El SESPA cumple con su obligación de proceder a averiguar lo sucedido
Salud abre expediente informativo al médico de guardia de Morcín acusado de estar ebrio
La familia de un enfermo rechazó la atención del facultativo al apreciar que «apenas podía andar, balbuceaba y desprendía un fuerte olor a alcohol»
Mieres del Camino, C. M. BASTEIRO, en La Nueva España
El Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) abrirá un expediente informativo al médico del ambulatorio de Morcín acusado de estar ebrio durante una guardia. Amapola Fernández presentó una denuncia ante la Guardia Civil de Riosa después de no permitir al facultativo que atendiera a su marido, enfermo del corazón, porque «se notaba que estaba borracho; no podía apenas ni caminar, balbuceaba y desprendía un fuerte olor a alcohol».
Por el momento, el Sespa ya ha «iniciado las diligencias para un expediente informativo», según afirmaron ayer fuentes oficiales del Gobierno regional, con el objetivo de aclarar lo sucedido.
Según la denuncia presentada por Amapola Fernández, vecina de La Piñera, en Morcín, el suceso tuvo lugar en la noche del miércoles 27 de julio. El marido de Fernández, operado recientemente del corazón, se encontraba indispuesto y la denunciante avisó al Centro de Coordinación de Emergencias del 112-Asturias. Según declaró a la Guardia Civil, la primera llamada se produjo a las 22.20 horas y desde el servicio informaron a la mujer que el médico de guardia de Morcín ya había sido avisado y que se desplazaría hasta su domicilio. Amapola Fernández esperó más de quince minutos, sin que el médico llegara, y volvió a llamar al 112-Asturias. Desde el Centro de Coordinación de Emergencias le comunicaron que iban a movilizar también a una UVI móvil desde Oviedo. Según la denuncia ante la Guardia Civil, el médico de guardia de Morcín llegó al domicilio, finalmente, a las 23.30 horas a bordo de un taxi y acompañado de una enfermera. El domicilio de la denunciante se encuentra a diez minutos en coche del ambulatorio de Santa Eulalia, el único centro de salud de Morcín que tiene servicio de guardias.
Cuando llegó el médico, Amapola Fernández «se dio cuenta de que no se encontraba en condiciones, ni siquiera de andar, balbuceaba y desprendía un fuerte olor a alcohol, incluso no era capaz de subir las escaleras, por lo que la denunciante junto a otros familiares que estaban allí no lo dejaron acceder al domicilio. Únicamente accedió la enfermera, que atendió al paciente hasta la llegada minutos después de la UVI móvil de Oviedo». En ese momento, la familia del enfermo avisó a la Guardia Civil de Riosa para que «se personara una patrulla y se hiciera cargo de la situación». Según Amapola Fernández, los agentes «no pudieron hacerle al médico la prueba de alcoholemia, puesto que carecían de una orden judicial». El médico de Morcín tardó más de una hora, según denunció Amapola Fernández, en llegar a la casa desde la primera llamada.
La denunciante también comunicó el caso al Ayuntamiento de Morcín. El alcalde, Jesús Álvarez Barbao, se puso en contacto con el Sespa y ayer agradeció que ya se hayan tomado medidas porque «el concejo necesita unos servicios sanitarios dignos, que son necesarios para mantener la calidad de vida de los vecinos». El regidor señaló que «es el Servicio de Salud del Principado de Asturias el encargado de investigar y actuar en consecuencia, si es preciso».
El marido de Amapola Fernández continúa ingresado en el Hospital Central Universitario de Asturias y se recupera «poco a poco», según señaló ayer la mujer. La denunciante afirma que el médico de guardia de Morcín «no debería ejercer si no está en condiciones para ello».
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