La FADE huele negocio y eso les pierde
La izquierda dibuja una línea roja en defensa del gasto social
PSOE, IU y los sindicatos activarán la movilización si el Gobierno recorta en educación y sanidad
Foto: Severino García Vigón habla con Pino a la puerta del CES. Archivo.
11/08/2011 Pablo á. Rubio/Raúl Álvarez, Oviedo, en La Voz de Asturias
El Principado observó ayer en silencio el derrumbe del entendimiento entre los agentes sociales construido en los últimos años en Asturias. La patronal insistió en el desafío al estado del bienestar que lanzó el martes su presidente, Severino García Vigón, al mostrarse partidario de extender los recortes presupuestarios a los sistemas públicos de educación y salud. El número dos de Vigón en la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Alberto González, puso encima de la mesa una medida que, desde la pasada campaña electoral, ha rechazado todo el arco parlamentario: el copago por las visitas al médico. La toma de postura de las empresas sonó a llamada de atención para la izquierda, que cerró un frente político y sindical en defensa del gasto social. Para el PSOE, IU y los principales sindicatos, esas partidas trazan la frontera de lo admisible en cualquier ajuste de presupuestos y personal.
El espíritu negociador que permitió cerrar el acuerdo de concertación se evaporó a golpe de declaraciones. CCOO recordó que los empresarios rehusaron rubricar esa parte del documento, mientras que, en el lado político, PSOE e IU coincidían en su interpretación: FADE olfatea “oportunidades de negocio” en la privatización de las provisiones de servicios sanitarios y educativos, que considera más factible tras el relevo en el Gobierno regional y el acceso al poder de un partido de la derecha. El portavoz adjunto socialista en la Junta, Fernando Lastra, acusó a Vigón de “quitarse la careta porque con Foro Asturias y Francisco Álvarez-Cascos no la necesita”. Por parte de IU, su coordinador general, Jesús Iglesias, también apuntó a los “planteamientos coincidentes” entre la derecha política y la empresarial.
Frente amplio
La coalición se opondrá a cualquier tijeretazo en la sanidad y la educación y cree que no estará sola en esa actitud. “Si en Asturias se ha invertido tanto dinero en ellas es porque la sociedad así lo ha querido y, por lo tanto, la sociedad se siente identificada con ellos”, aduce Iglesias. Ese respaldo, a su juicio, permitirá organizar movilizaciones y defender los equipamientos públicos “con uñas y dientes”.
El PSOE también se alistará en esa causa. Lastra garantizó ayer su oposición a cualquier intento de hacer negocio en dos ámbitos tan delicados. “No los hace más baratos, sino menos justos y más desiguales”, advirtió. El portavoz socialista ve en la postura de FADE la confirmación de los temores que el candidato de su partido, Javier Fernández, expresó en el debate de investidura. “Quieren vestir con razones económicas lo que solo es una postura ideológica a favor de las privatizaciones. Hablan de recortar, no de hacer más eficientes la sanidad y la educación”, apunta. El diputado resume la situación como la apertura de hostilidades entre dos posturas incompatibles: los servicios públicos o las tesis de la patronal. Y, a su juicio, el presidente regional ya ha dejado entrever que está a favor de la segunda opción.
No sólo el Gobierno se abstuvo de opinar. El Partido Popular también se mantuvo al margen de la polémica, aunque, según todas sus manifestaciones durante la campaña electoral y en la sesión de investidura, las partidas sociales constituyen la única partida intocable del presupuesto para hacer frente a la crisis. Su candidata en mayo y actual portavoz parlamentaria, Isabel Pérez-Espinosa, repitió en cada mitin, y plasmó en su programa, que no tenía intención de rebajar el gasto en educación ni en sanidad.
Contundencia sindical Los sindicatos lo tienen claro: están en pie de guerra contra cualquier recorte que afecte a los dos pilares del estado del bienestar y además, no entienden qué tiene que opinar la patronal asturiana de dos actividades que les son totalmente ajenas.
Uno de los más contundentes con la postura de Vigón fue el secretario general de CCOO, Antonio Pino, quien aseguró que no le extrañaba la postura empresarial, pero al mismo tiempo, mostraba su sorpresa ya que FADE no firmó la parte sanitaria y educativa del anterior acuerdo de concertación social. “Lo que hemos visto es el verdadero rostro de FADE”, indicó Pino. Es más, para el líder de CCOO, la posición de los empresarios revela una clara insolidaridad con la sociedad, sobre todo, con los más desfavorecidos. “Hay que tener en cuenta que los empresarios son algunos de los mayores defraudadores al Estado”, aseveró Pino en relación al informe elaborado por los trabajadores de Hacienda.
En la misma línea de CCOO, se posicionó el secretario de Organización de UGT, Abel Suárez, quien calificó a la sanidad y la educación como dos servicios “intocables” Para Suárez, la estrategia que hay que seguir pasa por elaborar una política fiscal más justa, progresiva y equilibrada, que permita al sistema público recaudar más fondos y por consiguiente, no caer en la tentación de recortar servicios básicos. El dirigente de UGT, al igual que Pino, recordó que FADE no quiso firmar nada relevante a sanidad y educación en el acuerdo social, el llamado ACEBA. “Entonces dijeron que no lo firmaban porque no era de su competencia”, dijo.
Desde los sindicatos corporativos de sanidad y educación, no se entendieron las declaraciones de García Vigón. Antonio Matador, secretario general del Simpa, entró a valorar que se ponga Cataluña como espejo a la hora de ajustar el sistema de salud. “El problema es que la sanidad catalana y la asturiana no tienen nada que ver, ni siquiera la deuda pública de cada comunidad tienen relación alguna”, aseguró Matador. El sindicato médico entiende que su sector esté en el punto de mira porque se trata de una actividad que genera un importante gasto.
Por su parte, la presidenta de la Junta Docente no Universitaria, Beatriz Quirós, indicó que las consecuencias de cualquier recorte son nefastas y más, “en educación, donde no se trata de un gasto, sino de una inversión: Y quien no lo vea así, tiene un problema”, aseguró.
Quirós no tuvo dudas a la hora de precisar que FADE solo busca su propio beneficio a través de la privatización cada vez más extendida de ambos sectores.
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