Puede que ahora todo esto toque a su fin, por fin

El enredo farmacéutico

La connivencia entre la industria y los médicos se extiende desde la investigación a la prescripción

30/08/2011 Pablo Zariquiegui, Oviedo, en La Voz de Asturias

Enredo farmacéutico. Es la expresión acuñada para referirse al entramado de connivencias entre los laboratorios, los profesionales sanitarios y las administraciones. Carlos Ponte, presidente de la plataforma No, gracias, manifiesta que este enredo toca todos los niveles de la cadena farmacéutica.

Ponte, que presidente también la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública, afirma que el primer enredo afecta a la propia investigación. A su juicio, resulta cuando menos sospechoso que los investigadores trabajen enredados con la industria farmacéutica cuando, en algunos casos, cuentan también con financiación pública.

No es, sin embargo, el único enredo. Ponte, médico intensivista del HUCA, afirma que un peldaño más allá en la escalera del enredo, cabe situar la connivencia entre la industria y los facultativos a pie de consulta. El presidente de la plataforma No, gracias subraya que resulta un contrasentido que la formación continuada de los profesionales sanitarios corra a cargo de la industria farmacéutica.

Ponte añade, citando diversos estudios, que se estima que por cada minuto que un visitador médico dedica a un facultativo se incrementa un seis por ciento las prescripciones de ese medicamento por ese mismo profesional.

El presidente de la Asociación por la Defensa de la Sanidad Pública se muestra sorprendido por el hecho de que este gobierno, y los precedentes, no hayan acometido antes la prescripción por principio activo. Ponte respondía así a la información publicada por este periódico según la cual Asturias se ahorrará hasta 48 millones de euros en un año con la dispensación de medicamentos sin marca .

El presidente de No, gracias no entiende la negativa de los facultativos a la prescripción por principio activo. Carlos Ponte subraya que la única reticencia a esta modalidad de receta es el tema de la bioapariencia, dicho de otro modo, la dispensación de un principio activo en envases con distinta apariencia puede inducir a error, sobre todo, a las personas de más edad. Ponte indica que sería necesario hacer un esfuerzo para que los envases uniformizaran sus presentaciones precisamente con el fin de evitar una mala utilización de los medicamentos.

Ponte no entiende tampoco la razón por la que los facultativos se oponen a la prescripción por principio activo. Afirma que la negativa tiene una base más ideológica que científica. Se apoya, a su juicio, en un liberalismo extremo que, en el fondo, se resume en una frase: “Yo receto lo que quiero”. El presidente de la Asociación en Defensa de la Sanidad Pública afirma que la receta por principio activo no conculca la libertad de prescripción. “El médico puede recetar el principio activo que considere oportuno”, señala.

El facultativo, jefe de UCI del HUCA, añade que no sólo los usuarios sino algunos médicos se han dedicado a extender la idea de que los génericos --médicamentos sin marca -- son peores que los fármacos con nombres comerciales. En su opinión, es un concepto totalmente erróneo. Carlos Ponte asegura que los medicamentos genéricos están sometidos a los mismos controles que los fármacos con marca. Ponte afirma que durante años ha habido una falta de voluntad política que explica por qué en Estados Unidos el 70% de la prescripción es de medicamentos genéricos y en Asturias, como en otros puntos de España, no llega al 20%.

El presidente de No, gracias, plataforma que ha denunciado la connivencia entre la industria farmacéutica y los profesionales, recuerda que la última reforma de la ley del medicamento, en 2006, prohíbe taxativamente a los médicos recibir regalos de la industria farmacéutica. Ponte afirma que basta con acudir como paciente a la consulta de cualquier médico para comprobar in situ que la norma estatal no se está cumpliendo.