La situación del área sanitaria I
Jarrio se compromete a acabar en enero con la lista de espera en Cardiología
El hospital recupera para el servicio a Ángel Gómez, que se fue por diferencias con el gerente anterior, e instala un túnel para acceder al escáner exterior
Cartavio (Coaña), T. CASCUDO, en La Nueva España
«Calculo que en pocos meses podremos estar al día y, sin ninguna duda, el servicio de Cardiología va a mejorar». Es el compromiso del gerente de Jarrio, Fernando Floriano, que ayer mantuvo en Cartavio un encuentro con los usuarios del centro hospitalario coañés en el marco de la Escuela de Salud que promueve el Ayuntamiento de Coaña. Floriano dijo estar trabajando para resolver el «desaguisado» con el que se encontró en esta área al incorporarse a su nuevo puesto el pasado septiembre.
La situación vivida en el área de cardiología, sin apenas facultativos, ha propiciado una larga lista de espera que Floriano espera tener resuelta en enero. El servicio ha recuperado además a un médico de larga trayectoria en Jarrio, Ángel Gómez. El cardiólogo solicitó el año pasado el traslado a Gijón por desavenencias con el equipo de Ricardo de Dios, por lo que su regreso es llamativo.
Gómez -que se incorporó el pasado día 2 de noviembre- lidera el servicio junto a otro cardiólogo que pasa consulta tres días a la semana y una tercera persona -un internista con formación cardiológica- que cubre una baja. «Ahora estamos con la cardiología que yo quiero, tres personas está francamente bien y el servicio está empezando a estar en marcha», insistió Floriano.
No será tan fácil volver a la normalidad en el servicio de Neurología, donde «hay dos médicos y los dos están de baja». Floriano reconoció que en esta área no les «queda más remedio que pedir ayuda». Así pues, un médico se desplaza desde Gijón y en Jarrio un médico internista se ocupa provisionalmente de la neurología del área. En este sentido Floriano también dijo estar trabajando para ofrecer soluciones «en poco tiempo».
El gerente, que estuvo acompañado por la nueva directora de Atención Temprana, Bárbara González, realizó un recorrido por la trayectoria del hospital y aseguró que su construcción fue «uno de los logros más importantes del Occidente». Floriano ofreció datos de la evolución del centro hospitalario coañés, que ha pasado de tener en 1990 un presupuesto de 8,4 millones a 32 millones el año pasado. Es decir, su presupuesto ha crecido a razón de un 14% anual, cifra que no será posible mantener, según reconoció.
También se refirió al problema de la falta de escáner y anunció que acaba de instalarse un túnel que comunica el aparato móvil con la puerta de urgencias, lo que evita que los pacientes se mojen en los traslados y les confiere más intimidad. «El nuevo va a tardar unos cuantos meses y esta es una solución que no es la mejor, pero al menos está más decente», precisó el gerente.
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