En el simposio organizado por la Unidad de Hemodinámica de Cabueñes
Azcona pide flexibilidad a los médicos
24.11.11, en El Comercio.
Flexibilidad para afrontar tiempos de crisis. Esta fue una de las peticiones que planteó a los médicos el gerente del Servicio de Salud. Juan Azcona se refirió a la necesidad de que «los hospitales grandes sean solidarios con los pequeños», a los que «queremos potenciar» y señaló que «si un cardiólogo de Jarrio está de baja por enfermedad no sería lógico cerrar esa consulta si tenemos un hospital grande con 20 ó 25 cardiólogos». El responsable del Sespa habló de avanzar hacia «una organización más flexible» porque «tendremos muchas dificultades si no cambiamos», vaticinó ante más de medio centenar de expertos en cardiología, a los que requirió «colaboración y comprensión para mejorar la organización de los recursos».
El 30% de los infartados vuelve a fumar
«El último fármaco no tiene por qué ser el mejor, pero casi siempre será el más caro», advirtió el jefe de Cardiología de Cabueñes
Asturias podría aumentar la supervivencia coronaria un 6% con la implantación del código corazón
24.11.11 - LAURA FONSECA | GIJÓN, en El Comercio.
El tabaco es una de las principales causas de riesgo coronario. Sin embargo, un 30% de las personas fumadoras que ha sufrido un infarto de miocardio vuelve a fumar. Este alarmante dato fue aportado ayer por los cardiólogos congregados en Gijón en el marco de la I Reunión de Cardiología Intervencionista organizada por la Unidad de Hemodinámica del Hospital de Cabueñes. Los especialistas hicieron hincapié en la prevención porque «a pesar de todos los adelantos técnicos y farmacológicos de los que disponemos y del avance de la cardiología intervencionista» lo que más reduce la mortalidad coronaria «es controlar los factores de riesgo», indicó el jefe de Cardiología de Cabueñes, el doctor Eduardo Segovia.
La diabetes, la obesidad, la hipertensión y el tabaco constituyen una mezcla peligrosa para el corazón, máxime en una región como la asturiana, que con 135 muertes por cien mil habitantes tiene la mayor tasa de mortalidad coronaria del país. Los especialistas son partidarios de incrementar aún más las restricciones al tabaco. Segovia se sumó, por ejemplo, a las voces que abogan por prohibir fumar en los coches particulares. «El tabaco mata a los que fuman y a los que no fuman», dijo.
Similar opinión mostró el responsable de Hemodinámica del Hospital Clínico de Valladolid. Federico Gimeno de Carlos indicó que en estos últimos años se observó un descenso del 15% en las consultas coronarias y relacionó esa disminución con la aplicación de la ley antitabaco y, sobre todo, con la prohibición de fumar en bares y cafeterías. También Armando Bethencourt, de la Unidad Coronaria del Hospital Son Espaces, de Palma de Mallorca, alertó sobre los daños del tabaco y se mostró sorprendido por el hecho de que un 30% de los infartados «vuelva a fumar tras el infarto».
Abandonar el furgón de cola
El simposio organizado por la Unidad de Hemodinámica de Cabueñes, un servicio que echó a andar hace apenas medio año, contó con la asistencia, entre otros, del gerente del Servicio de Salud (Sespa). Juan Azcona inició su intervención alabando la colaboración entre los servicios hemodinámicos de Gijón y Oviedo, cuyos jefes se encontraban presentes en la sala, y abogó por abandonar «el furgón de cola» en el que estaba Asturias en el abordaje de los infartos agudo de miocardio. Azcona no escondió que el Principado es la comunidad con peores ratios en materia de realización de angioplastias primarias, un tratamiento que mejora la supervivencia de los pacientes infartados. Con la puesta en marcha del llamado código corazón, un programa para conseguir que se realicen angioplastias a todos los infartados que lleguen al HUCA o a Cabueñes en las dos horas posteriores al infarto, los índices de supervivencia podrían mejorar en un 6%. Este es uno de los objetivos del área de Hemodinámica de Gijón.
Durante la presentación del congreso, el jefe de Cardiología de Cabueñes abogó por la gestión clínica y la implicación de los profesionales en este modelo. «El último fármaco no tiene por qué ser el mejor, eso sí, casi siempre va a ser el más caro», indicó el especialista.
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