Asturias pierde a una gran persona
Fallece a los 62 años José Manuel Buján, «gran jurista y defensor de los trabajadores»
Abogado laboralista de CC OO desde 1976 y magistrado del TSJA desde 2000, sus allegados destacan su personalidad y entrega en favor de la Justicia
13.01.12 - DIEGO FIGAREDO | OVIEDO, en El Comercio.
«Uno de los mejores abogados laboralistas que hubo en Asturias, enamorado de su profesión y siempre con la cabeza en la tierra, consciente de sus orígenes humildes». El magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Asturias José Manuel Buján (Toreno, León, 1949) falleció ayer en Oviedo tras sufrir diversos problemas de salud que le mantuvieron de baja durante varios meses. Finalmente, Buján no pudo superar un transplante de hígado que se le realizó a principios de esta semana y falleció a consecuencia de un trombo pulmonar.
Leonés de nacimiento, asturiano de adopción, era hijo de minero picador. Tras un breve paso por los seminarios de Astorga y La Bañeza, termina estudiando Ciencias Políticas y Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, donde traba contacto con la realidad política del momento. En seguida empezó a trabajar en la clandestinidad como abogado laboralista del Partido Comunista de España. Entre 1976 y 1978 participa en las uniones provinciales de Comisiones Obreras en El Bierzo y León, hasta que en 1979 le «ficha» el secretario de organización de CC OO en Asturias en aquel momento, Emilio Huerta 'Triqui'.
«Tuvimos la mayor suerte de nuestra vida al poder contar en aquella época con uno de los mejores abogados laboralistas del país», explicaba el propio Triqui, amigo personal de Buján. El traslado a Asturias fue en parte motivado porque su esposa, Maite Coladas, había estudiado y conseguido trabajo aquí. Ya desde entonces pasó a ser un asturiano más. Toda su vida fue «un firme defensor de los derechos de los trabajadores y una persona comprometida con sus ideales», aseguran sus allegados. Siempre en CC OO, vinculado al Partido Comunista y a Izquierda Unida, compaginó su actividad en la abogacía con la docencia en la Escuela de Práctica Jurídica de Oviedo, así como impartiendo conferencias relacionadas con Derecho del Trabajo.
Prueba de su valía profesional fue su designación, en 2000, como magistrado de la Sala de lo Civil y Penal del TSJA por méritos profesionales, a petición de la Junta General del Principado. Su compañero de Sala, el magistrado José Ignacio Villamil, se refirió a él como «un gran jurista, una gran personalidad con un inmenso carácter humano, preocupado por los más necesitados y por tratar de conseguir una justicia más cercana, amable y transparente». Además, destacó su «total independencia» en materia judicial, su vocación entregada y su mente «estudiosísima», que le llevó a tener «una de las mejores bibliotecas jurídicas».
«Compañero inmejorable»
El presidente de la Sala de lo Civil y Penal, Ignacio Vidau, también lamentó el fallecimiento de Buján, «un compañero de sala inmejorable, un magistrado responsable, un trabajador infatigable y, por encima de todo, una muy buena persona», destacó. También el Fiscal Superior de Asturias, Gerardo Herrero, tuvo palabras para él: «Era un grandísimo profesional, muy buena persona, amigo de sus amigos... Verdaderamente le echaremos de menos».
Como magistrado, Buján participaba activamente en Jueces para la Democracia, donde desempeñó puestos de responsabilidad. Desde la sección asturiana de la asociación lamentaron profundamente su fallecimiento: «Siempre nos quedará el recuerdo de su afecto, su amistad y la lealtad que en todo momento mantuvo a sus ideas». Sus compañeros del PCA e IU de Oviedo también tuvieron palabras de ánimo para su familia y de alabanza a su extensa vida de trabajo «por la libertad y los intereses de la clase obrera».
Hoy, a las 10 de la mañana, en la capilla del tanatorio de Los Arenales, en Oviedo, tendrá lugar una celebración de la palabra en su recuerdo.
Coherente hasta el final
13.01.12 - 02:39 - GASPAR LLAMAZARES | DIPUTADO DE IU POR ASTURIAS
Hay hombres que luchan un día y son buenos, otros luchan un año y son mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero están los que luchan toda la vida, y esos son los imprescindibles. (Bertolt Brecht)
Ayer fue un día muy triste para todas las personas que defienden los derechos de los trabajadores. Perdimos a Buján. Perdemos a un brillante abogado laboralista y un ejemplar magistrado, pero sobre todo, a una magnífica persona que logró algo que está lejos del alcance de la mayoría: ser coherente hasta el último momento.
Buján defendió siempre al débil frente al poderoso, trabajó infatigablemente en defensa de la Justicia como servicio público antes que como poder, capaz de poner límite a los excesos y dar la protección necesaria a quien más lo necesitaba. Lo hizo como abogado, y de forma brillante, como bien saben miles de trabajadores asturianos que tuvieron la fortuna de tenerlo como defensor. Pero también lo hizo como magistrado, desde donde trabajó para que la Justicia sea merecedora de tal nombre.
De Buján aprendimos muchas cosas porque era un hombre tan sabio como paciente, pero quizás hay dos que creo que no olvidaré jamás: su sentido del humor y su capacidad de afrontar todos los debates desde la amabilidad, respetando siempre al adversario e, incluso, granjeándose no sólo su respeto sino también su admiración. Algo que consiguió a izquierda y derecha.
Fallece Buján, el magistrado de los trabajadores
El que fuera abogado laboralista de CCOO muere en Oviedo tras un trasplante de hígado
13/01/2012, PILAR CAMPO, OVIEDO, en La Voz de Asturias
Apasionado en la defensa de los derechos de los trabajadores durante los 23 años que ejerció como abogado laboralista de Comisiones Obreras (CCOO) y muy comprometido con el ideario de ecuanimidad, honestidad y profesionalidad a la hora de impartir justicia como magistrado de la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) durante los últimos 11 años. Así era, profesionalmente, José Manuel Buján, a quien su bonhomía le convertía en una persona entrañable en las distancias cortas. Y así lo recordaban sus compañeros y amigos ayer, al conocer su fallecimiento, a los 62 años, en Oviedo.
Aunque Buján estaba muy vinculado a Asturias, su localidad natal de Toreno (León), tendrá un recuerdo especial hoy, día de luto oficial por acuerdo unánime de la corporación que le había nombrado hijo predilecto y que, en septiembre de 2000, le había distinguido con la Primera Picota de Plata. Las banderas de la Casa Consistorial leonesa ondearán a media asta.
José Manuel Buján llevaba varios meses de baja por enfermedad. Acababa de recibir un trasplante de hígado y ni las personas más cercanas de su círculo se esperaban este desenlace. A las seis de la madrugada pasada, moría en el hospital donde se recuperaba de la intervención. A su lado, se encontraba Manolo García, el responsable del área de carreteras de CCOO, que había decidido pasar la noche con él en el hospital y así dar un relevo a la esposa de Buján, Maite Coladas, para que descansara.
Manolo García estaba profundamente afectado por la pérdida del que había sido un gran compañero y grandísimo amigo. Su muerte le cogió totalmente por sorpresa. A las 12 de la noche estaba bien e incluso a las 5 de la madrugada no le noté nada, pero una hora más tarde ya no respiraba. Llevaba cinco meses esperando el trasplante y estábamos muy ilusionados porque todo había salido bien. Llevaba dos días en la UVI y todo iba perfecto. Es increíble, decía emocionado.
El presidente del TSJA, Ignacio Vidau, compartió muchas horas con Buján al frente de la Sala de lo Civil y Penal del TSJA junto al magistrado José Ignacio Pérez Villamil. Ignacio Vidau reconocía que había sido un compañero de Sala inmejorable, un magistrado responsable, un trabajador infatigable y, por encima de todo, una muy buena persona. Su huella en el TSJA será, a juicio del presidente, imposible de borrar, porque dedicó toda su vida a luchar para que la Justicia asturiana mejorara en todos sus aspectos y estuviera, verdaderamente, al servicio de sus ciudadanos. Una impresión con la que coincidía el fiscal superior Gerardo Herrero, para quien Buján era un gran profesional y una persona entrañable.
La asociación Jueces para la Democracia, de la que el fallecido fue coordinador territorial, reconocía que ayer era un día triste para su familia, compañeros y amigos que disfrutaron de su bondad, trato directo y su permanente disposición a ayudar allí donde la causa del progreso lo requería.
El concejal ovetense de IU Roberto Sánchez Ramos, Rivi , ensalzaba su defensa de los trabajadores. Hemos perdido a un amigo entrañable y a un magnífico abogado y jurista, explicaba. El concejal Emilio Huerta, Triqui , con quien le unía una fuerte amistad, rememoraba ayer los tiempos en los que le recomendaban traer a Asturias a un abogado laboralista que destacaba en León por su defensa de los trabajadores. Buján estaba enamorado de su profesión y si hubiera puesto un despacho se hubiera hecho de oro, subrayaba. La pluralidad de los votos que consiguió para acceder por el cuarto turno a magistrado constataban su reconocimiento profesional. Tuvo votos del PP, IU y Coalición Canaria y eso demuestra que era muy válido, ratificaba.
El secretario general de CCOO, Antonio Pino, le describía como una persona íntegra como pocas, un hombre fuertemente comprometido con las conquistas de las libertades democráticas y la defensa de los derechos de los trabajadores y un magistrado intachable, un ejemplo en el que mirarse.
El secretario general de la Federación de Industria de CCOO, Maximino García, resaltaba cómo había dedicado toda su vida a trabajar por los demás. Fue una persona comprometida hasta el último día.
El PCA se sumó a las condolencias y le describía como una persona íntegra, bondadosa y profundamente humana. Gaspar Llamazares, diputado de IU por Asturias, calificó a Buján como un asturiano de pro que a lo largo de su vida se mostró en todo momento comprometido y concienciado en el ámbito sindical y social. Es una pérdida difícil de asumir.
El catedrático de Economía, Joaquín Lorences, cree que su muerte va a generar un gran vacío. Era uno de los juristas más relevantes en la historia del movimiento obrero, entregado a su profesión y siempre luchando por los trabajadores. El ex consejero de Economía, Jaime Rabanal, destaca su honestidad y coherencia. Es un ejemplo por su compromiso íntegro con los trabajadores.
Hoy, a las 10 de la mañana, en la capilla del tanatorio de Los Arenales habrá una celebración de la palabra y sus restos mortales serán incinerados en la intimidad familiar.
Adiós al jurista de los desfavorecidos
La judicatura y la izquierda asturiana ensalzan la figura de José Manuel Buján, abogado laboralista de CC OO, y luego magistrado del TSJA, fallecido ayer
Oviedo, L. Á. VEGA, en La Nueva España
La muerte a los 62 años de José Manuel Buján Álvarez, magistrado de la Sala de lo Civil Penal del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, y antes abogado laboralista ligado a CC OO, ha sumido en el dolor a la judicatura y a la izquierda asturiana, muchos de cuyos miembros resaltaron su acendrado compromiso social y su lucha por los derechos de los trabajadores. Buján falleció en la madrugada de ayer al no poder superar un trasplante de hígado que se le practicó a principios de semana. El magistrado, delegado de «Jueces para la Democracia» en Asturias durante una década, llevaba meses de baja.
Nacido en 1949 en Toreno (localidad leonesa que ha declarado una jornada de luto oficial), hijo de minero y de una mujer cuyo primer marido fue asesinado en la guerra, Buján contrajo un fuerte compromiso social que le llevaría, como abogado, a defender los intereses de los trabajadores en tiempos muy duros. A pesar de la escasez de medios, logró labrarse una educación. Asistió a los seminarios de Astorga y La Bañeza, y completó el Bachillerato en León, en 1966. Luego se licenciaría en Políticas y Derecho en la Universidad Complutense.
En 1976 ingresaría en CC OO. El dirigente sindical Emilio Huerta le traería a Asturias en 1979. «Trabajaba para el sindicato en Ponferrada y León. Maite, su mujer, se había licenciado como dentista aquí en Asturias y quería acercarse. Muy pronto me di cuenta de que teníamos entre manos a un abogado de envergadura», aseguró.
Hasta el año 2000, Buján y su equipo defendieron los intereses de miles de trabajadores. Fueron sonados los conflictos colectivos que planteó en Duro, Hunosa o Ceasa, éste con un monto de 3.000 millones de pesetas. Uno de sus últimos pleitos antes de convertirse en magistrado a través del cuarto turno, como jurista de reconocido prestigio, fue uno en defensa del permiso de maternidad.
En 1999 formó parte de la terna propuesta por la Junta General al Consejo del Poder Judicial para cubrir una plaza en la Sala de lo Civil Penal del TSJA. Completaban la terna el ex presidente regional socialista Juan Luis Rodríguez-Vigil y el jurista Luis Morilla, vinculado al PP. La elección no estuvo exenta de polémica. El Consejo rechazó la terna, pero la Junta insistió. Huerta asegura que en la elección jugó un importante papel el dirigente de IU asturiano Gerardo Iglesias, del que era gran amigo. Ya magistrado, «no se le subieron los humos». Entre sus compañeros jueces llamó la atención su capacidad de trabajo y la brillantez de sus sentencias.
«Era un hombre campechano, muy castellano, de chorizo y queso, de vino y sidra», aseguró Huerta. El sindicalista, ahora concejal de IU en Oviedo, rememoró una de las bromas que le gastó Buján, quien le hizo llegar un escapulario como si se lo hubiesen remitido unas monjas, para desmayo de Huerta, que no comprendía aquel súbito interés por un ateo confeso como él. Huerta se acordó de la época en que Buján llevó los procesos de divorcio de sindicalistas y políticos del PCE, a principios de los ochenta.
También llevaría la representación de IU. En ese marco le conoció el diputado Gaspar Llamazares. «Destacaría sobre todo su capacidad para mantener el hilo de diálogo con todos. Era una persona muy vitalista, que disfrutaba de la vida y de sus amigos. Y hay que destacar su faceta política, como defensor de los más débiles. Siempre decía que la Justicia debería ser un servicio público a los ciudadanos, antes que un poder», aseguró.
También tuvo un recuerdo para el fallecido el fiscal superior, Gerardo Herrero, quien aseguró: «El fallecimiento de Buján supone una enorme pérdida. Era un gran profesional, pero, por encima de todo, un hombre bueno, íntegro, y eso es lo que al final importa, y con lo que nos quedamos todos los que le conocíamos. Hoy es un día triste. Le echaremos de menos». El presidente del TSJA, Ignacio Vidau, manifestó su gran tristeza por el fallecimiento de «un magistrado responsable, un trabajador infatigable y, por encima de todo, una muy buena persona». Vidau estimó que «su huella será imposible de borrar; si por algo será recordado Buján, es porque dedicó toda su vida a luchar para que la Justicia asturiana mejorara en todos sus aspectos y estuviera al servicio de sus ciudadanos».
El PCA resaltó su profesionalidad y que era «una persona íntegra, bondadosa y profundamente humana». Y «Jueces para la Democracia» indicó que «tuvo como referente constante la defensa de los más débiles y siempre se mostró dispuesto a ayudar allí donde la causa del progreso lo requería».
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