Cada centro tiene ¿negociadas y pactadas? diferentes jornadas y contratos para su personal médico de urgencias , si es así los cambios deberían ser negociados y pactados pero ¿es así realmente?
La gerencia de Cabueñes plantea reducir el personal de urgencias
Los responsables del hospital sopesan cambios en el servicio, que puede llegar a prescindir de siete médicos
A. RUBIERA, en La Nueva España.
El Hospital de Cabueñes podría llegar a prescindir de hasta un total de siete médicos interinos que en la actualidad están prestando servicios en la unidad de urgencias del centro sanitario gijonés. Ésa es, a día de hoy, la posibilidad que manejan la dirección médica y la gerencia del Hospital de Cabueñes, dentro de un proceso de introducción de cambios en el servicio de atención continuada que afecta tanto a la organización física como funcional.
Esa circunstancia de reducción de contratos -que no en todos los casos corresponden a personal interino a jornada completa-, que aún está en proceso de negociación pero ya se ha hecho saber a la plantilla de urgencias, ha generado un gran descontento y puede llevar camino de convertirse en un frente de conflicto en la sanidad gijonesa, sobre todo si se tiene en cuenta la presión asistencial que sufren las urgencias del Hospital de Cabueñes. Dicho servicio registró un constante crecimiento durante varios años (llegando a las 100.000 asistencias anuales), aunque está en una situación algo más contenida en los últimos ejercicios.
El equipo que lidera José Manuel Llera, gerente de Cabueñes desde el pasado año ha hecho un diagnóstico del servicio de urgencias que le ha llevado a considerar «que tiene una plantilla sobredimensionada», según explican algunos de los representantes de la junta de personal que tienen conocimiento del complicado escenario que se ha planteado. La comparación con la ratio de personal de otros servicios de urgencias hospitalarios de Asturias no ayuda a clarificar la situación en la que está Cabueñes, dado que por diversas circunstancias históricas cada centro tiene negociadas y pactadas diferentes jornadas y contratos para su personal.
Lo que sí está claro es que el diagnóstico de la «sobredimensión» del servicio no es compartido «en absoluto» por el personal médico de urgencias, que está intentando negociar con la gerencia un nuevo escenario de trabajo que no repercuta en la pérdida de tanto personal.
En todo caso, sobre la mesa de negociación están diversos cambios en el servicio de urgencias, tanto relativos a la reordenación de espacios -algunos ya abordados y otros que deberán esperar mejores momentos económicos- como en el triaje de los casos que llegan a urgencias (la selección de prioridades) o la distribución del personal.
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