No son tiempos en los que sea habitual cambiar nada en todo caso después de las elecciones, si el equipo directivo sigue.
Cabueñes busca cómo mejorar los flujos de atención a los pacientes en urgencias
La gerencia del hospital negocia con la plantilla otras medidas organizativas y asegura que el personal no disminuirá
A. RUBIERA, en La Nueva España
El equipo de dirección del Hospital de Cabueñes tiene en su punto de mira el servicio de Urgencias del centro gijonés. Como ya hicieran otros gerentes y directores médicos con anterioridad, ahora toca que el equipo que lidera el cirujano José Manuel Llera -nuevo gerente desde el pasado año del principal hospital gijonés- ponga a prueba su capacidad para introducir cambios organizativos y estructurales en un servicio tan sensible como el mencionado.
La idea que barajan, y en la que se está trabajando desde hace algunos meses, es la de impulsar mejoras tanto de estructura del servicio, como de funcionamiento organizativo. Cambios que también pueden llevar a que se introduzcan elementos de corrección en cuanto a la distribución de plantillas, de forma que, según explican en el Sespa, «se puedan mejorar los flujos de atención» a los pacientes en un servicio bastante sobrecargado. Tanto como que se acerca, al año, a las 100.000 asistencias, y el trasiego diario es, de media, de entre 280-300 enfermos. Se trata, además, de un servicio que para muchos ciudadanos supone la prueba del nueve del funcionamiento del sistema sanitario público, de aquí que cada cierto tiempo se ponga en cuestión cómo ser más eficaces en la asistencia.
«Se están realizando reuniones con los facultativos para que, de forma consensuada, se puedan introducir medidas organizativas que redunden en beneficio asistencial», explicaron al respecto portavoces del Servicio de Salud del Principado de Asturias, que también indicaron que por el momento no se ha llegado a ningún acuerdo.
Aunque sí que se han tomado, unilateralmente por parte de la dirección de Cabueñes, algunas medidas que han provocado el nerviosismo entre la plantilla. Así, se ha dejado de contar con personal médico que lleva años siendo un apoyo casi estable del colectivo fijo o interino -lo que no significa que todo ese personal de apoyo tuviera contratos de larga duración, sino algunos sólo de incorporaciones puntuales- y se han suspendido para los próximos meses todas las solicitudes de permisos para formación o días propios cuya cobertura no pueda ser asumida por los propios integrantes del equipo fijo.
Pese a esas novedades, la dirección del hospital trasladó esta misma semana mensajes de tranquilidad a una representación de médicos del servicio de urgencias y de delegados del Simpa (sindicato médico) en Cabueñes. En dicha reunión el gerente garantizaba que no existe «ninguna intención» de disminuir la plantilla del servicio, que está compuesta por una treintena de médicos en las urgencias generales, ocho facultativos en el servicio de urgencias pediátricas y tres médicos más adscritos al servicio y que corresponden a la unidad de hospitalización a domicilio.
También se han introducido cambios en cuanto a la estructura física del servicio de urgencias, que aún no han culminado. En concreto, algunas salas de estancia del personal sanitario se han convertido en nuevos espacios de atención a los pacientes -en sillones adecuados, no en camillas- para una mejor distribución de los pacientes y poder evitar situaciones de ocupación de pasillos y falta de intimidad que en determinadas circunstancias sólo agravaban la sensación de saturación.
Los facultativos se muestran cansados «de los sobresaltos»
A. R., en La Nueva España
La reorganización del servicio de urgencias de Cabueñes es uno de los temas recurrentes que, pese a haberse intentado abordar en sucesivos momentos y con sucesivas gerencias, sólo acaba cuajando en pequeñas novedades. Al menos, hasta ahora.
Entre las dificultades para abordar grandes cambios está el hecho de que no hay un modelo único de organización del personal y las urgencias en toda Asturias, por mucho que sea un servicio que exista en todos los hospitales y las áreas sanitarias. Cabueñes, en ese ranking de servicios, siempre se ha considerado que está entre los servicios con mayor sobrecarga, un hecho que motivó una huelga hace pocos años y que se solventó sin grandes modificaciones en cuanto a la organización de las plantillas. «No hay una intención seria de planificar las jornadas laborales, de tener en cuenta la singularidad de un trabajo que nos obliga a ser diferentes al resto de facultativos del sistema público, puesto que nuestra jornada no es de 8 a 15 horas, y eso supone que, cada cierto tiempo, alguien cree tener la solución a lo que pasa en Cabueñes. Y ahí llegan los sobresaltos. Pero la única solución que se debería plantear es la de unificar y hacer un plan estratégico para todos los servicios de urgencias de Asturias», valora uno de los médicos veteranos del servicio de urgencias gijonés.
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